To Sweet

Capitulo 17

Las luces de la pasarela, dispuestas en forma de rosa, se encendieron, revelando un ambiente envuelto en un delicado humo color rosa.

En el centro del escenario, emergió la figura de Lana Del Rey, sorprendiendo a todos los presentes al lucir un elegante vestido largo.

Con una sonrisa serena y segura, Lana comenzó su caminata por la pasarela, permitiendo que todos admiraran su atuendo diseñado por Louis, quien, detrás del telón, se mordía las uñas de los nervios.

El vestido, de un tono claro que oscilaba entre el marfil y el crema, estaba adornado con detalles brillantes que añadían un toque de glamour celestial. Su diseño fluido, con mangas amplias y un escote en V moderado, resaltaba la elegancia natural de Lana.

La parte superior del vestido, embellecida con aplicaciones plateadas, capturaba la luz y la reflejaba en un destello deslumbrante.

La falda, con una atrevida abertura que revelaba una pierna, aportaba un aire audaz y sofisticado al conjunto.

Lana complementaba su atuendo con unas sandalias de tacón alto plateadas que armonizaban perfectamente con los detalles del vestido.

En su muñeca, una pulsera plateada completaba el look con elegancia. Además, llevaba un accesorio en la cabeza, una delicada diadema con estrellas, que le otorgaba un aura celestial y etérea.

Su cabello oscuro y lacio, peinado con una raya al medio, y su maquillaje sutil, destacaban sus labios en un tono natural y sus ojos con un leve énfasis, realzando su belleza clásica.

Lana llegó al borde del escenario y, con una sonrisa, tomó el micrófono. "Buenas noches, amigos y amigas. Esta noche tengo el honor de encabezar esta pasarela con el tema 'Summer Nights', una colaboración entre Louis Tomlinson y Blueberry. Por favor, disfrútenla."

Con una reverencia grácil, Lana recibió los aplausos del público y dejó el escenario, permitiendo que el espectáculo continuara.

Detrás del telón, Louis la abrazó con fuerza, aliviado y emocionado. "Estuviste increíble", susurró, su voz temblorosa de emoción.

Lana le devolvió la sonrisa, sus ojos brillando con orgullo. "Tu diseño es espectacular, Louis. Todos están asombrados."

A continuación, Mads Mikkelsen se preparaba para modelar el siguiente atuendo. Louis, a punto de morir de los nervios, observaba ansiosamente.

Harry sonreía desde la primera fila del escenario, admirando los diseños de Louis con una mezcla de orgullo y admiración.

Era evidente que su prometido poseía un talento excepcional, destinado a captar la atención de las mejores marcas de moda.

Hugh se unió a Harry, tomando asiento a su lado con una sonrisa mientras observaban a Mads desfilar sin camisa, tal como Louis había prometido.

"Tu prometido tiene un talento increíble, Harry", comentó Hugh con orgullo. "Estoy seguro de que pronto será uno de los diseñadores más reconocidos de este siglo. Su creatividad no tiene límites."

Harry asintió con una sonrisa orgullosa, enviando un gesto cariñoso a Louis cuando este salió acompañado por sus modelos al final del desfile.

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En la post pasarela, Harry mostró a Louis un lado nuevo, uno que lo desconcertaba y lo fascinaba a partes iguales.

Harry era increíble bailando; sus movimientos fluidos y su energía contagiosa hacían que todos a su alrededor se sintieran hipnotizados. Además, su humor y carisma natural lo convertían en el alma de la fiesta. Pero, cuando tomaba, se volvía aún más cariñoso, mucho más de lo normal, lo cual ya era bastante decir.

Louis estaba bien con todo ese afecto, siempre y cuando los besos y abrazos fueran solo para él. Sin embargo, Harry tenía muchos amigos y amigas, y la atención constante de todos no era del agrado de Louis. Aunque sabía que Harry podía abrazar y besar a sus amigos tanto como quisiera, también sabía que algunos intentaban aprovecharse de esa generosidad afectiva.

La noche avanzó entre risas y bailes, pero Louis no podía ignorar el creciente malestar en su pecho. Finalmente, decidió que era hora de irse, a pesar de las protestas y pucheros del cariñoso y borracho Harry.

Una vez en casa, Louis preparó un vaso de agua, una pastilla y una fruta para Harry. Este, con la torpeza y dulzura de alguien que ha bebido demasiado, intentó abrazarlo de nuevo. Pero Louis, con una mezcla de cansancio y celos reprimidos, gruñó y lo apartó suavemente.

"No ahora, Harry" murmuró Louis, con una mirada de preocupación y ternura. Sabía que necesitaban hablar, pero no era el momento adecuado.

Mientras Harry se recostaba y empezaba a adormecerse, Louis se quedó a su lado, velando su sueño.

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Harry despertó al día siguiente con una sensación de vergüenza que lo inundaba por completo, los recuerdos de la noche anterior se agolpaban en su mente, causando una mezcla de ansiedad y arrepentimiento.

Se levantó de la cama con una mueca, notando la ausencia de Louis a su lado. Su mirada recorrió la habitación hasta que encontró una pastilla y un vaso de agua en la mesita de noche. Con un suspiro aliviado, se dirigió al baño.

La ducha caliente ayudó a despejar su mente, aunque el peso de sus acciones seguía presente. Se vistió con una camisa limpia y, justo en ese momento, la puerta de la habitación se abrió con un crujido.

"¿Te acuerdas de lo que hiciste anoche?" La voz de Louis, cargada de seriedad, resonó en la habitación.

La sangre de Harry se heló al escuchar esas palabras. Los recuerdos eran borrosos, pero estaba seguro de que no le había sido infiel a Louis; nunca haría algo así, preferiría mutilarse antes.

"Louis, puedo explicarlo," se apresuró a decir Harry, con la esperanza de calmar a su omega antes de que la situación se saliera de control.

Louis lo miró con furia contenida, sus ojos brillando peligrosamente. "¿Cómo piensas explicar que todas esas personas te abrazaran y besaran? No en los labios, porque los mataría..." gruñó, dejando que la amenaza flotara en el aire.

Harry abrió la boca para hablar, pero no tuvo oportunidad. Louis cruzó la habitación en un par de zancadas y, con un movimiento brusco, agarró la camisa de Harry, arrancando cada uno de los botones que salieron volando en todas direcciones.

Sus uñas se clavaron en los pectorales de Harry, marcando su posesión. "Eres mío. Nunca más dejarás que otro te marque con su aroma, ¿entiendes?" El gruñido de Louis era bajo y lleno de determinación.

Harry gimió ante la intensidad de sus palabras y, sin pensarlo dos veces, capturó los labios de Louis en un beso duro y apasionado, como si con ese gesto pudiera borrar cualquier duda y reafirmar su devoción.

"Solo dame una orden y haré lo que pidas," susurró el alfa con una voz cargada de promesas, mientras lamía el ángulo de la mandíbula de su omega.

El omega dejó escapar un gemido claro y fuerte, lleno de necesidad. "¡Alfa!"

"Mi canción favorita son tus gemidos," murmuró Harry, rascando suavemente los labios del menor con sus dientes, provocando una corriente eléctrica de deseo entre ambos.

Louis, en un intento de recuperar el control, clavó sus uñas un poco más en los pectorales de Harry. El alfa gruñó de satisfacción, disfrutando del leve dolor. Se acercó al oído de Louis y, con una sonrisa burlona, susurró: "¿Dónde quedó mi omega dominante?"

La habitación estaba impregnada de su calor, el aire denso de anticipación. Louis, con un brillo desafiante en sus ojos, respondió entre jadeos, "Aún está aquí, solo esperando el momento perfecto."

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