Capitulo 4

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Días más tarde.

Cuando todos se habían ido, excepto los guardias y Harry y Louis, la noche en el edificio estaba en silencio.

"Lou, ¿te llevo a casa?" preguntó Harry, pasando un brazo sobre los hombros de Louis mientras ambos subían al ascensor.

"Zayn iba a venir por mí, pero sí, gracias," respondió Louis con una sonrisa. Al oír el nombre de Zayn, alguien desconocido para él, Harry sintió una punzada de celos, pero se limitó a devolver una sonrisa tensa.

"¿Cómo te va en el último año de universidad, niño prodigio?" Harry intentó mantener un tono ligero, aunque su curiosidad sobre Zayn lo consumía.

Louis no notó, o prefirió ignorar, el cambio en el tono de Harry. En cambio, permitió que Harry le abriera la puerta del copiloto.

"Excelente, el maestro nos ha encargado diseñar un vestido fuera de lo común. Ya hice uno, pero... no estoy seguro de mostrárselo," confesó Louis, jugando nerviosamente con sus dedos.

Harry subió al asiento del piloto y encendió su Mercedes. "¿Podrías mostrármelo a mí? Antes de ser CEO de mi propia empresa, también estudié diseño de moda," ofreció con una dulce sonrisa, entrelazando su mano derecha con la de Louis.

"¿Eso no pasó, no sé... hace cien años?" Louis se burló, riendo. Harry respondió pellizcando suavemente el muslo de Louis, lo que provocó una fuerte carcajada.

Minutos más tarde, llegaron a la majestuosa mansión de los padres de Louis. Harry detuvo el coche y rápidamente se bajó para abrir la puerta del copiloto. Con un gesto elegante, le ofreció su mano a Louis para ayudarlo a bajar.

Louis aceptó la mano de Harry con una sonrisa agradecida y, en un impulso, depositó un suave beso en la mejilla de Harry. La calidez del gesto hizo que ambos se sonrieran de manera cómplice.

Juntos caminaron por el sendero empedrado que conducía a la entrada principal. La noche era tranquila y solo se escuchaba el crujido de la grava bajo sus pies. Al llegar a la puerta, se quedaron de pie, mirándose intensamente. Los ojos de Louis brillaban con una luz especial, haciéndolos parecer aún más hermosos bajo la tenue iluminación exterior.

Harry, sin poder contenerse, levantó una mano para acariciar la mejilla de Louis. "¿Podré ver ese vestido mañana?" preguntó con voz suave.

Louis chasqueó la lengua y sus mejillas se tiñeron de un delicado rubor. "Estás jugando sucio," replicó, intentando ocultar su sonrisa.

"¿Eso es un sí?" insistió Harry, lamiéndose los labios de manera provocativa. Louis, hipnotizado por el movimiento, terminó asintiendo casi sin darse cuenta.

"Genial. Nos vemos mañana, dulce omega. Que tengas una buena noche," dijo Harry con dulzura, acariciando nuevamente la mejilla de Louis antes de depositar un beso en su frente.

Louis suspiró y apoyó su frente contra la de Harry, disfrutando del momento de cercanía. "¿Un abrazo?" pidió en un murmullo.

"Los que quieras," respondió Harry con un ronroneo que hizo vibrar su pecho. Abrazó a Louis con fuerza, y este se acurrucó en su cuello, sintiendo el consuelo y la protección de su aroma. Al notar el leve estremecimiento de Louis, Harry se separó ligeramente y se quitó el saco, colocándolo sobre los hombros delgados de Louis. "Me lo devuelves mañana."

"No lo haré," dijo Louis riendo suavemente. Harry, con ternura, besó su nariz. "Buenas noches."

"Buenas noches," respondió Harry, suspirando con un deje de resignación mientras se apartaba lentamente. No se movió del lugar hasta asegurarse de que Louis entrara seguro y calientito en su casa.

To SweetWhere stories live. Discover now