Capitulo 8

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Se separaron cuando el oxígeno les hizo falta, a regañadientes, sus frentes aún juntas. Las sonrisas en sus rostros eran tan amplias que parecían querer partirlos en dos.

"Sabes a fresas en una tarde de verano," murmuró Harry antes de lamer suavemente los labios de Louis.

Louis soltó una risita tímida y se escondió en el pecho de Harry, sus dedos jugueteando nerviosamente con la cadena que colgaba del cuello del mayor.

"¿Por qué estás tímido?" preguntó Harry, riendo suavemente mientras besaba con ternura la oreja de Louis.

"Fue mi primer beso," confesó Louis, con las mejillas encendidas de un rojo intenso.

La mandíbula de Harry pareció querer caer, pero se contuvo para no abrumar a Louis.

"¿Te gustó, mi amor?" Harry ronroneó en su oído, y Louis respondió con un susurro lleno de satisfacción.

"Me encantó," admitió, su voz apenas un susurro.

"Entonces..." Harry frotó sus narices en un tierno beso esquimal, "¿me dejas cortejarte?"

Louis levantó la vista, sus ojos brillando con una mezcla de emoción y nerviosismo. "Sí, Harry. Quiero que seas el primero y el último."

Harry sonrió, su corazón latiendo con fuerza. "Prometo hacerte feliz cada día, Louis."

Louis cerró los ojos, disfrutando de la calidez del momento. "Entonces, Harry, soy todo tuyo."

...............

La lista de Adam fue olvidada, pero sí muy agradecida. El esfuerzo y el tiempo invertidos parecían irrelevantes en comparación con el resultado final.

Cuando Harry dejó a Louis en su casa después de una noche llena de besos, abrazos y promesas de recogerlo temprano para llevarlo al trabajo, su corazón latía con una mezcla de euforia y nerviosismo. Al salir de la casa, sacó su teléfono y marcó el número de Adam.

"Harry, son las dos de la mañana, Nigel te va a matar..." murmuró Adam con voz somnolienta, apenas consciente de la hora.

"Louis aceptó mi cortejo." Harry no pudo contener su entusiasmo y lo interrumpió antes de que Adam pudiera continuar con su sermón.

Al otro lado de la línea, Nigel, que también había despertado por el ruido, gruñó con una mezcla de sorpresa y irritación, mientras Adam balbuceaba, tratando de asimilar la noticia. Tras unos momentos de confusión y susurros entre ellos, Nigel tomó el teléfono.

"Ven ahora mismo, ¿quieres té o vino?" preguntó con una voz que mostraba una mezcla de alegría y cansancio.

Harry sonrió de oreja a oreja. "Té. Llegaré en cinco minutos."

Mientras Harry colgaba, Adam y Nigel intercambiaron miradas cómplices y sonrieron ampliamente ante el sonido inconfundible de la felicidad de Harry. "¿Harry? Estamos muy felices por ti," dijo Adam, su voz llena de sincera alegría.

"Gracias, chicos." Harry se apresuró a su coche, sintiéndose más ligero que el aire.

............

Louis llegó temprano a la oficina como normalmente hacía.

La rutina matutina lo reconfortaba, y la oficina en silencio a esa hora le proporcionaba un espacio de tranquilidad antes del bullicio del día.

Abrió la puerta y, sin pensar mucho, arrojó su bolso al sofá de Harry.

Sacó su iPad de su mochila, dispuesto a sentarse en la silla de Harry como solía hacer cuando quería simplemente existir o dibujar.

Sin embargo, al girar la silla, algo llamó su atención: un pequeño paquete cuidadosamente envuelto descansaba en el asiento.

To SweetWhere stories live. Discover now