El Imperio de los Titanes

Capítulo 70: La sangre Ackerman

Esa noche, durante la cena, todos se reunieron en el salón, donde los grupos se dividieron en diferentes mesas, comiendo pan y bebiendo un tazón de sopa. El 104.º estaba sentado relativamente cerca. Con Sasha ya masticando y Mikasa metiendo hogazas de pan en la garganta de Eren. Nile ya se había ido poco después de todo el incidente con Kenny y Levi. Estaba bastante aliviado de irse, no quería recibir aún más de la ira de Levi. Honestamente, el hombre más bajo y más joven aterrorizaba a Nile; él es el soldado más fuerte de la humanidad. Después de todo, ¿quién querría estar en su lista de personas para matar?

Esta cena incluía a Traute y Kenny en la mesa, que normalmente estaba formada por Mike, Erwin, Hange y Levi. Los demás miembros del escuadrón de personal antidisturbios se distribuyeron en diferentes mesas para mezclarse con los exploradores. Sin embargo, esta noche, cuando Levi había tomado su té negro, en lugar de dirigirse a su mesa habitual, se dirigió directamente en la dirección opuesta a los 104. Todos lo vieron acercarse y se prepararon para seguir cualquier orden que estuviera a punto de darles. En lugar de decir nada, Levi se sentó tranquilamente en su mesa y bebió un sorbo de té. Sostuvo su taza de té por la parte superior en lugar del asa. Todos en la sala que notaron este cambio de asientos se sorprendieron.

"Eh, ¿señor?", comenzó a hablar Eren.

"Sí, Jeager" dijo Levi, todavía sorbiendo tranquilamente su té.

"Sin ofender, Capitán, pero si no le molesta que le pregunte, ¿por qué está sentado con nosotros?" preguntó Armin. Aunque él y todos tenían una pista de la razón, todos guardaron silencio para anticipar el razonamiento de su Capitán.

"Tranquilo Arlet, la mesa de allí está contaminada con suciedad". 'Qué brusco', fue lo único que todos pensaron de la declaración de Levi. Erwin, Hange y Mike sacudieron la cabeza, preguntándose cómo su pequeño camarada podía ser tan brusco. Aunque esto provocó que otra persona reaccionara. Kenny.

"¡JA! ¡Suciedad, en serio! ¡Mocoso, ya deberías estar acostumbrado a la inmundicia! ¿A dónde se fue esas agallas subterránas que te martillé? ¡Incluso bebes té! ¡Oh, mierda, no digas que ahora eres un cerdo mimado y malcriado de la nobleza militar!" Todos se sorprendieron un poco al descubrir que su muy respetado Capitán solía vivir en el subsuelo, bueno, todos excepto Mike, Hange, Annie y Erwin, que ya lo sabían. Los miembros normalmente habrían saltado a gritarle enojados a Kenny por la falta de respeto; sin embargo, el aura oscura que venía de Levi se podía sentir hasta el centro de sus cuerpos. Erwin suspiró en silencio ante la cantidad de papeleo que tendría que completar más tarde.

Levi agarró su taza con tanta intensidad que hasta Mikasa sintió la necesidad de alejarse. A ella no le gustaba su pequeño Capitán, pero incluso ella sabía que insultar sus tendencias limpias y su té era un gran no-no. El cabello de Levi cubría su expresión de todos; la taza se había roto en pedazos, aunque ninguno de los fragmentos se había incrustado en su mano. Afortunadamente, pero seguro, el líquido caliente había hecho algún daño a su piel. Oh sí, el Capitán Levi estaba ENOJADO. Annie no pudo evitar estremecerse al recordar a su Capitán golpeándola en la sala del tribunal. Sabiendo de primera mano lo brutal que era el Capitán Levi. Levi se puso de pie lentamente. Caminando hacia Kenny. Erwin reaccionó rápidamente, dando a Mike y Hange una orden silenciosa de estar listos para detener la pelea.

"Ahora, Levi, por favor cálmate" dijo Erwin con un dejo de urgencia.

Lo que pasó a continuación sorprendió a todos. En lugar de golpear a Kenny, agarró la botella de alcohol que estaba sobre la mesa y se bebió todo el contenido de un trago, terminando con una expresión tranquila en su rostro, y luego pasó a otra botella, haciendo exactamente lo mismo. Todos se quedaron estupefactos. De ninguna manera, su Capitán amante del té, a quien nadie había visto beber nada más que té y agua, simplemente se bebió no una sino dos botellas enteras de alcohol y salió perfectamente bien, sin una pizca de rojo en su tez pálida. Estaban seguros de que incluso Pixis se habría sentido al menos un poco mareado después de beber todo eso al instante.