El Imperio de los Titanes

Capítulo 32: La lealtad de Annie

La noche después de que Levi se durmiera, Eren, Ymir y Mikasa decidieron hacer algo juntos.

[Traductor: Oh no hermano]

Cuando Mikasa se dio la vuelta, se sorprendió por la repentina presencia de Ymir tan cerca de ella. Ymir, con una sonrisa maliciosa en su rostro, se acercó aún más a Mikasa, haciendo que su corazón se acelerara con anticipación. Mikasa estaba sorprendida pero también intrigada por la confianza y audacia de las acciones de Ymir. Antes de que pudiera tener la oportunidad de reaccionar, Ymir se inclinó y presionó sus labios firmemente contra los de Mikasa. Al principio el beso fue suave y dulce, pero pronto se volvió más intenso y apasionado. Los sentidos de Mikasa quedaron abrumados y el toque de Ymir la fascinó por completo. La mano de Ymir recorrió el cuerpo de Mikasa hasta llegar a su pecho, que era casi tan amplio como el de Ymir. A través de la fina tela de su camisa, Ymir apretó las curvas de Mikasa, provocando que ella dejara escapar un suave gemido de placer. Mikasa sintió que se derretía en el abrazo de Ymir.

Cuando Ymir se inclinó para darle un beso profundo y apasionado a la otra mujer, sus sentidos fueron abrumados por el maravilloso sonido que reverberó a través de su ser, enviando escalofríos por su columna y haciendo que su corazón se acelerara de emoción. Sin dudarlo, Ymir se dejó consumir por el momento, devastando la boca de la otra mujer con su lengua mientras exploraban sus cuerpos con un hambre que no podía ser saciada.

Eren se sentó, disfrutando del despliegue de erotismo femenino. Sintió que su polla despertaba de su letargo.

Mikasa acercó a Ymir, gimiendo mientras sus manos viajaban descaradamente. Los dedos de Ymir serpentearon por la pierna de Mikasa, metiéndose debajo de los pantalones negros para agarrar su trasero. Mikasa se alejó rápidamente cuando Ymir apretó; unos dedos delicados estaban tan cerca de su feminidad... la boca de Ymir atacó su cuello sin dudarlo, provocando un gemido jadeante de la garganta de Mikasa.

Entonces sus labios se encontraron de nuevo, hambrientos y... húmedos.

Eren se reclinó en su silla, su miembro endurecido presionando contra la entrepierna de sus pantalones.

Mikasa se arrodilló e Ymir la siguió, rozando su oreja con los labios. "Quiero verte en acción", ronroneó.

"¿Acción?" Mikasa logró lanzarle a Eren una mirada mordaz mientras le bajaba los pantalones. Él le sonrió mientras su dura polla se liberaba. La cabeza bulbosa casi la abofeteó.

"Dime ¿cómo fue para ti follar con Eren?"

Ymir la manoseó por detrás, deslizando su camisa hacia abajo para exponer sus pechos. Tenía las manos cálidas y los dedos ansiosos por amasar y apretar. Los pezones de Mikasa se endurecieron y su sexo se humedeció.

"¿Te lamió las entrañas? Ya puedo imaginarte gimiendo con la cara de Eren entre tus piernas." Ymir ronroneó; Mikasa se volvió al pensar que Eren le haría eso otra vez.

La mirada de Mikasa estaba fija en el robusto físico de Eren mientras extendía la mano para tomarlo con sus delicados dedos, trazando los contornos del grueso y venoso eje que se encontraba frente a ella, duro como una roca. La mera visión de él le hizo la boca agua de anticipación mientras lo acariciaba con un ritmo lento y constante, observando cada centímetro de su impresionante estatura con una sensación de asombro y asombro.

Mientras miraba a Eren desde su posición de rodillas, podía sentir la anticipación creciendo dentro de ella. Ella llevó sus labios a su punta, provocándolo con un toque suave antes de envolverlo en su boca. Ella saboreó su sabor, sintiendo cómo su miembro palpitante se endurecía con cada momento que pasaba. Con movimientos deliberados, hizo girar su lengua alrededor de la cabeza hinchada y palpitante, tomándolo con calma y disfrutando de la sensación de poder que tenía sobre él. Mientras masajeaba el frenillo, no pudo evitar sonreír al oírlo gemir de placer. El sonido de su voz era como música para sus oídos, profunda y retumbante en su pecho, y supo que lo tenía exactamente donde lo quería.