Cris Jr, Mejor conocido comó el hijo de Cr7, Vive en Arabia, sin pensar que un día llegaría una chica, Quien le cambíaria la vida entera, odiandola y Amandola. Cris no es de muchas palabras, Y menos con gente nueva, pues, su padre le enseño al no co...
El primer día de clases de Erika en Arabia comenzó con un aire de expectación.
Se levantó temprano, nerviosa pero emocionada por conocer a sus nuevos compañeros y profesores. Se vistió con su uniforme escolar, ajustando los últimos detalles frente al espejo antes de bajar a desayunar.
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"Hoy es el gran día, ¿eh?" dijo Leticia, sirviéndole una generosa porción de desayuno.
"Sí, estoy un poco nerviosa," admitió Erika mientras tomaba un sorbo de su jugo.
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"No te preocupes, cariño. Serás fantástica," la animó Leticia con una sonrisa.
Después de desayunar, Erika tomó su mochila y se dirigió a la escuela. Al llegar, se encontró con una mezcla de miradas curiosas y sonrisas amistosas. Nawaf, Mekky, Jude y Lauri ya estaban allí, esperando para acompañarla.
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"¡Erika! ¡Aquí estamos!" llamó Nawaf, agitándole la mano.
"¡Hola, chicos!" respondió Erika, sintiéndose un poco más tranquila al ver caras conocidas.
"¿Comó estas en tú primer día?" Preguntó Jude.
"Diríamos que estoy nerviosa." Respondíste, Moviendo ligeramente tu cuerpo.
"Hola chicos, ¿Que hay?" Aparecio Cris, Saludando en palmas con todos.
"Estamos bien, Hablabamos con Erika, Ya sabes que es su primer día." Respondió Lauri.
Caminando juntos hacia el aula, los amigos le explicaron algunas de las costumbres y reglas de la escuela.
Cuando entraron a la clase, todos los ojos se posaron en Erika. La profesora, la Sra. Al-Mansour, le dio la bienvenida con una cálida sonrisa.
"Clase, esta es Erika, nuestra nueva compañera. Espero que la hagan sentir bienvenida," dijo la profesora.
Los estudiantes aplaudieron y Erika tomó asiento junto a Lauri, sintiéndose un poco menos nerviosa. Durante las primeras clases, se enfocó en seguir el ritmo y entender el contenido, haciendo anotaciones detalladas.
Durante el recreo, Nawaf, Mekky y Jude la llevaron a conocer los diferentes rincones de la escuela. Cris, como de costumbre, se mantuvo un poco apartado, pero no tan distante como antes. Parecía estar observando a Erika con algo más que indiferencia.
"¿Cómo te está yendo hasta ahora?" preguntó Mekky mientras compraban algo de comer en la cafetería.
"Mejor de lo que esperaba. La gente aquí es muy amable," respondió Erika, sonriendo.
En la siguiente clase, se sentaron todos juntos, incluyendo a Cris, quien aún no hablaba mucho, pero parecía más accesible. La profesora de deportes anunció que habría pruebas para el equipo de fútbol femenino, lo que despertó el interés de Erika de inmediato.
"¿Vas a intentarlo?" preguntó Lauri, notando la emoción en el rostro de Erika.
"¡Definitivamente!" respondió Erika. "Es una gran oportunidad."
Al final del día escolar, Erika se sintió más segura y feliz. Había hecho nuevos amigos y comenzaba a adaptarse a su nuevo entorno. Cuando salió de la escuela, Cris la alcanzó en la entrada.
"Erika," dijo, llamando su atención.
Erika se volteó, sorprendida de que Cris le hablara directamente. "¿Sí, Cris?"
"Vi que te interesa el fútbol. Las pruebas son la próxima semana. Buena suerte," dijo él, sin más, antes de alejarse.
Erika sonrió, sintiendo que había dado un pequeño paso hacia una mejor relación con Cris. Cuando llegó a casa, Leticia la recibió ansiosa por saber cómo había sido su día.
"¿Cómo te fue en la escuela?" preguntó Leticia.
"Fue genial, mamá. Todos fueron muy amables, y creo que me estoy adaptando bien. ¡Incluso Cris me habló un poco más hoy!" respondió Erika con entusiasmo.
"Me alegra escuchar eso," dijo Leticia, abrazándola. "¿Y las clases? ¿Cómo te parecieron?"
"Interesantes. Tengo que ponerme al día en algunas materias, pero creo que lo lograré. Además, voy a intentar entrar en el equipo de fútbol femenino," dijo Erika, radiante.
"Eso suena fantástico, Erika. Estoy muy orgullosa de ti," respondió Leticia.
Después de cenar, Erika pasó tiempo con Emma, jugando y tomando fotos como siempre. Mientras se preparaba para dormir, reflexionó sobre su primer día de clases. Había sido mejor de lo que esperaba, y estaba emocionada por lo que vendría.
Con una sonrisa, Erika se acostó, lista para enfrentar el segundo día con la misma determinación y optimismo.
