Capítulo cinco- Acalypha

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-Valla...menudo viento se ha levantado ahora...-me dijo tía Clairie dirigiéndose a mi- ¿Quieres que te traiga una chaqueta?
-S-si...po-por favor..- dije tiritando.
Tía Clairie entró en casa y yo entré dentro del coche. Plue tenía bastante frío y se tambaleaba más de lo normal así que le dije:
-Plue, si quieres puedes volver al mundo de los espíritus, yo estaré bien.
-Plue-pluuuuue- respondió sonriendo y desapareció.
Tío Billie se asombró al ver que Plue había desaparecido y después de estar un rato mirando el lugar donde antes estaba el espíritu celestial, me miró y balbuceó:
-Ha-ha.....ha desa-desaparecido...
-Etto....S-si...ha vuelto a su mundo, el mundo de los espíritus celestiales- respondí con una gota detrás de la cabeza.
Tío Billie me miró con cara de no haber comprendido nada. Yo suspiré.
-Aquí tienes tu chaqueta, querida- dijo mi tía apareciendo por la puerta de delante.-¿Y Plue?
-Se ha ido al otro mundo...- murmuró mi tío.
-¡¿QUÉ!?- gritó mi tía con un rostro pálido.
-¡N-no! Verás....
Y entonces se lo expliqué bien. Mi tía pareció comprenderlo y tras calmarse un poco hechó una mirada asesina a mi tío. Tío Billie algo nervioso, para desviar el tema, dijo:
-Bue-bueno, ¿a donde quiere ir nuestra invitada?
-Me gustaría visitar la aldea, aunque no se como se llama...- contesté pensativa mientras me colocaba la chaqueta.
-En verdad no tiene nombre la aldea. -contestó tía Clairie.- Pero creo que los turistas la llamaban de alguna manera, pero no consigo recordar...
-La llamaban Aldea de Acalypha, debido al nombre de la ciudad y a la cantidad de acalyphas que posee la aldea -dijo mi tío intentado quedar como un sabio.
Entonces de repente noté como si se me parara el corazón. Acalypha era la ciudad donde estaba el antiguo gremio de mis padres. Cuando escuché eso, solo quería ir a ver el gremio y como estaba.
-Etto...Yo..Quisiera ir a ver el antiguo gremio de la aldea - dije con vergüenza.
-Oh, yo pensaba que querías ir a comprar ropa conmigo. - contestó tía Clairie un poco decepcionada.
-¡Claro que quiero! Pero...me gustaría hecharle un vistazo al gremio, ya sabes, para...verlo.-dije
Tía Clairie me sonrió. Parecía que se había quedado más tranquila después de oírme decir esas palabras.
-Entonces, ¡Que no se hable más, vamos hacia el gremio! -gritó mi tío.
-¡Aye! - gritó tía Clairie algo ruborizada.
Mi hizo gracia como mi tía imitaba a Happy, aunque noté que lo hizo para hacer la gracia.
Viajamos unos 15 minutos antes de llegar a la aldea, y cuando llegamos, aparcamos y salimos. El movimiento de la aldea era bastante grande, ya que no habían pocas personas, pero lo que más me extrañó fue que todos los habitantes conocían y saludaban a mis tíos. Mientras ellos iban a saludar a sus amigos, le susurré a mi tía:
-Tía Clairie, yo me voy a ver el gremio. Estaré por aquí dentro de media hora.
Tía Clairie se giró y me guiñó un ojo como dándome permiso. Tras esto, me giré y me fui. Me alejé bastante de donde estaba y cuando me di cuenta me había perdido. Estaba pensando en mis padres, si seguiría activo el gremio o no. No tenia que perder el tiempo, solo tenia media hora y a saber el tiempo que había perdido dando vueltas con la cabeza perdida. Entonces miré mis llaves y saqué la de Pyxis.

"¡Ábrete, puerta de la brújula. Pyxis!"

Pyxis salió
-Pyxis, muestrame como llegar al gremio "Love & Lucky" - le pedí sonriendo
Entonces la brújula de encima de su cabeza comenzó a girar y apuntó hacia una dirección
-¡Pikóo! - dijo Pyxis
Comenzó a caminar por un callejón y yo le seguí hasta llegar hasta a una vieja casa. Me puse delante de ella y la observé.

"Love & Luc'k'y"

La 'k' de Lucky seguía sin estar, como me contó mi difunto padre. Comencé ha recordar las cosas que me contaba mi padre, sus historias, sus aventuras, todo... Es increíble lo poco que pasé de odiarlo a hecharle de menos.
"Papá...Mamá..." - pensé.
De repente, una ráfaga de viento se levantó.

...Lu...cy....cui.....da....do.....

Un escalofrío me recorrió todo el cuerpo. Me pareció oír esas palabras en el aire, como si el viento me hubiera hablado cuando se levantó esa ráfaga de viento.
-¿Pikóo? - dijo Pyxis cómo preguntándome si estaba bien.
-S-si...gracias por...preocuparte.. - dije poco convincente.
Pyxis me miró con preocupación y yo le sonreí lo máximo que pude, pero supongo que no se tragó esa sonrisa tan falsa.
-Pyxis, muestrame el camino hacía la plaza - volví a pedirle a Pyxis y entonces volvimos. Mientras nos íbamos, miré hacia atrás para ver por última vez el gremio, ya que me entristecía ir a ese sitio y por un segundo vi dos siluetas, una mas alta y grande y otra mas baja y esbelta. Juraría que eran de un hombre y una mujer. Me paré para verlos mejor pero desaparecieron. Seguro que había sido mi imaginación, pero, habían sido tan reales.. Llegamos a la plaza y ahí estaba aún mis tíos con sus amigos. Le di las gracias a Pyxis, desapareció y me acerque a mi tío.
-Hola tío Billie.
-¡Hola, Lucy! ¿Que te pasa? Te veo algo desanimada - preguntó tío Billie.
-No..no me pasa nada.. - respondí intentando disimular la mentira. No iba a decir que ese sitio me recordaba a mis difuntos padres, ya que ni mi tía ni él sabia que era huérfana.
-No, si que te pasa algo - interfirió tía Clairie- Y es porque has visto unas extrañas siluetas, ¿verdad?
-S-si.. - respondí algo asombrada. ¿Como lo sabia?
Ella suspiró y dijo:
-Es que hay una leyenda que dice que por el barrio del antiguo gremio de 'Love & Lucky' habitan dos fantasmas que pertenecían al gremio y que fallecieron hace tiempo.
Yo me quedé helada ante esas palabras y mi mente solo se hacía estas preguntas.

¿...Fantasmas...como...las siluetas que......?

¿...Dos antiguos miembros del gremio...fallecidos...?

¿...Por el barrio del antiguo gremio de...'Love &...Lucky'...?

...Yo... dos siluetas de un....hombre y de una....mujer...

Se me quedó el rostro pálido y no me salían las palabras de la boca.
-Será mejor que nos vayamos -dijo tío Billie seriamente. Nunca antes le había Visto asi, solía ser una persona muy alegre.

Solía...

Entonces tía Clairie me abrochó la chaqueta, me cogió de la mano y me llevó hacia el coche. Nos fuimos hacia la granja y yo no podía olvidarme de aquellas siluetas.

Papá.... Mamá...

Fairy Tail: El mago de ZôDonde viven las historias. Descúbrelo ahora