Capítulo once- El Mago

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Gray, Gajeel y Plue me miraban con picardía mientras cuchicheaban sobre mi. No entendía porque lo hacían, pero me ponían nerviosa. Estaba girando cada dos por tres la cabeza para vigilarlos y cada vez que los miraba se reían, sólo me dedicaba a mirarlos mal, y volver a mirar al frente. Agudizé mi oído para escuchar que decían.
-Valla valla con Lucy... - cuchicheo el espantapájaros.
-Plue plue...
-Geehee, nunca hubiera imaginado que fuera tan atrevida... - murmuró el hombre de hojalata.

"¿Atrevida? ¿nani?"

Volví a girar la cabeza y en cuanto los mire, apartaron la vista y empezaron a silbar, como quien no quiere la cosa. Arquee una ceja, miré al frente y pensé en a que venían esos cuchicheos.

"Pero, ¿porqué estarán tan pesados?"

Volví a escuchar unas risillas que venían de atrás, lo que hizo que me pusiera aún mas nerviosa.
-¿Y no le da vergüenza hacer esto? - murmuró Gajeel entre risas.
-Plue pluue - río.
-Ja ja ja, ¡Qué incómodo! - cuchicheo Gray.
Al escucharlos otra vez, me entró la rabia, me giré y me dirigí al primero que me encontré, que en este caso fue Gray. Le cogí de la oreja y lo llevé para atrás, mientras Gajeel y Plue me miraban miedosos y con una gota detrás de la cabeza.
-Ay ay ay ay....¡Lucy, no estires tanto ostia...!- se quejó el espantapájaros.
En ese momento estaba bastante molesta, así que no le hice caso, de echo creo que inconscientemente estire más.
-Lu-Lucy.. - me llamó Gajeel.
Giré la cabeza y miré al hombre de hojalata con ojos asesinos. Supongo que se asustaría ya que se le volvió la frente azul y se giró inmediatamente.
Arrastré a Gray delante de mi.
-¿A que vienen tantos cuchicheos? - pregunte con el ceño fruncido.
-¿A-a que te refieres? - contestó haciéndose el tonto.
Me acerqué a él intentado intimidarlo, y lo conseguí.
-Va..vale...te lo cuento..estábamos comentando que....te estabas agarrando a Natsu el león cómo... Cómo si fuerais...pareja... - me confesó apretando sus ojos y girando su cabeza para un lado.
Se me abrieron los ojos cómo platos. No sabía de qué me estaba hablando.
-¿Qu-qué estás diciendo? - pregunté confusa.
Gray abrió los ojos que me miraban con temor.
-Mientras caminábamos, t-tu te habías puesto al lado de Natsu y..y le agarraste el brazo a la vez de..de que posabas tu cabeza en su hombro...
No me lo podía creer, ¿eso había hecho? Qué vergüenza.. Me había dejado llevar..seré idiota..Miré hacia la derecha y ví que estaban "disimuladamente" escondidos Gajeel, Plue y Natsu.
Se me volvió el rostro completamente rojo, no sabía que hacer, estaba completamente avergonzada, así que me giré y seguí caminando rápido hacía delante.
Noté cómo se reían por lo bajo, sobre todo él que más se reía era Natsu.
Consiguieron seguirme y estuvimos caminando por media hora hasta encontrar un gran precipicio.
Se me había pasado ya la vergüenza, así que me dirigí a ellos.
¿Qué hacemos ahora? - pregunté.
-Valla...¿Ya hablas? Me gustabas más cuando te sonrojabas, se te veía adorable. - dijo Natsu.
Le miré y agache la cabeza, noté cómo la sangre invadía mi rostro bajo la piel haciendo que me volviera a sonrojar. Natsu sonrió con picardía.
-Apartaros, esto es cosa mía. - dijo Gray acercándose al borde del precipicio. Miró al fondo, juntó sus manos y una luz azul apareció.

¡Ice make: Suraido!

Estiró sus manos y salió de ellas una ráfaga de luz que hizo que se hiciera un pasadizo de hielo que llegaba al otro borde del precipicio cómo una especie de puente. Me quede con los ojos en blanco ¡¿tenía el ice make del Gray de Magnolia!?
-Bueno, ¿Vamos? - dijo dirigiéndose a nosotros.
-Oye, espantapájaros pervertido, ¿porqué no te vuelves a colocar el jersey? - dijo Natsu cruzándose de brazos.
Miré al peliazul y ví que se había quitado la camisa. ¿Tenía esa extraña manía que tiene Gray de Fairy Tail de desnudarse? La verdad es que hasta ahora he pensado que eran idénticos a los de Magnolia, pero obviamente no tenían la marca del gremio. Esto lo digo, porque ví que el espantapájaros no tenía en su pectoral derecho el signo de Fairy Tail. Me miré mi propia mano, donde tenía la marca, y me puse a pensar en cómo estarían y en lo que estarían haciendo ahora.
De repente, me cogieron la muñeca. Era el león quien lo había hecho.
-¿Y esto? - me preguntó muy mal educado.
-¿Y tu educación? No puedes cogerme la mano así porque si y encima haciéndome daño. - respondí enfadada y haciendo un movimiento brusco para que me soltara.
Él me miro sorprendido, pero esa expresión se volvió en una de picardía.
-Chica dura...pues pensaba que eras más tierna. - me dijo acercándose.
Ví sus intenciones y me aparté.
-Venga leoncito, que se te ve el plumero. - le dije dirigiéndome al pasadizo de hielo.
Supongo, que rechazaba cualquier contacto amoroso con él, ya que me había propuesto desde el principio que no le trataría con especialidad, y ahora que lo pienso, había cambiado un poco su personalidad, bueno, un poco, había tomado muchas confianzas conmigo así que no se esperarase nada de mi. De todos modos, igual yo le he confundido con lo de hace un rato.
Gray y Gajeel se rieron de él y Natsu los escuchó.
-¿De que os reís idiotas? - dijo enfadado.
-Pues de ti. - contestó Gray cruzándose de brazos.
Repitemelo otra vez espantapájaros pervertido!
-¡¿A quién llamas pervertido león sinvergüenza!?
El espantapájaros y el león juntaron sus frentes enfrentándose y parecía que se iban a pelear, pero el hombre de hojalata los separó.
-No seáis niños, tenemos que avanzar.
Yo los observaba junto a Plue, pero no les hice caso y seguí.
Cuando cruzamos el pasadizo, seguimos el camino de baldosas amarillas. Estuvimos una hora hasta encontrarnos en el medio de un barranco, pero no podíamos adentrarnos y seguir el camino porque había un derrumbamiento de rocas que taponaba la entrada.
-Podríamos escalar las rocas y pasar al otro lado. - propuso Gajeel.
-¡Pues que no se hable más! - gritó el pelirosa.
Acto seguido, me cogió en brazos, cómo me coge Natsu de Fairy Tail. Yo me asusté bastante, pero en el fondo muy fondo... Me agradó.
-¡¿Qué haces!? - le grité ruborizada.
Él sonrió y saltó hacia las rocas, las saltó en zig zag hasta llegar a la más alta. Yo tenía mis manos rodeandole el cuello con fuerza y mi rostro hundido en su chaleco, tengo que admitir que el olor que desprendía me agradaba.
-¿Estás bien, Lucy? - me preguntó sonriendo pícaramente.
Yo alzé mi cabeza para asentir.
-¡Pues sujetate que vamos a tener un viaje movido! - Gritó.
Yo tenía intenciones de mirar para atrás para ver a Gray, que llevaba a Plue, y a Gajeel pero no me dio tiempo antes de que Natsu saltara al vacío. Cuando aterrizó, yo aún tenía mi rostro otra vez hundido pero esta vez a un lado de su cuello, así que me aparté.
-Me ha gustado cogerte en brazos, debería volver a hacerlo otro día. - dijo chulo.
Yo levanté una ceja.
-Natsu, déjame en el suelo. - le dije con el ceño fruncido.
-¿Estás segura de que no quieres que te lleve? - dijo acercándose a mi.
Me lo quedé mirando, pero reaccioné y le aparté la cara con una mano.
-No, ba-bajame. - le repetí mirando para otro lado.
El suspiró y me dejó en el suelo, acto seguido llegaron Gray y Gajeel.
Esta vez, estuvimos caminando tres horas hasta que ya por fin llegamos a las puertas de la Ciudad Esmeralda. Parecía un enorme castillo.
Por fin llegamos! - victoreo Gray.
-Que bonito - dijo con asombro Natsu.
-¡Entremos! - dije.
-Plue pluuue.
Delante de la gran puerta de esmeralda, pasaba el camino de baldosas amarillas y a los lados de este, habían estanques. Un hombre gato custodiaba la puerta de esmeralda.
-¡Buenas, jóvenes viajeros! ¿A que os trae vuestra visita a la Ciudad Esmeralda? - preguntó el guardián.
-Venimos a pedirle un favor al Gran Mago de . - contesté.
-Oh, en ese caso, tomad, poneros esto y entrad por la puerta de la derecha. - dijo Happy y nos dio cinco gafas verdes.
Nos la pusimos. Habían dos puertas, supongo que una era para entrar en la ciudad y la otra era para hablar con el Mago.
El guardián dijo que entráramos uno en uno, y todos dijieron que fuera yo la primera, así que entre con Plue.

Fairy Tail: El mago de ZôDonde viven las historias. Descúbrelo ahora