Capítulo tres- Vacaciones

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Era el día siguiente. Eran las 4:00 AM y, esa noche, no había pegado ojo. Aunque no estaba nada cansada. Me había pasado la noche soñando despierta con que haría cuando llegara mirando la solitaria luna llena que, precisamente en ese momento, estaba acompañada por un centenar de estrellas que iluminaban el oscuro cielo nocturno. Estaba muy nerviosa, ya que no había visto a mis tíos en años. ¿Como estarían? ¿Habrían cambiado estos últimos años? ¿Que pasaría si no me reconocen? Como siempre, me ponía en lo peor. Miles de pensamientos rondaban mi cabeza. Mi mente estaba hecha un lío. Por suerte, la alarma del móvil interrumpió aquellos pensamientos que me comían la cabeza cada vez más y más..
Viaje a la granja!"
Ese era el mensaje que ví antes de apagar la alarma del móvil. Ah, claro, lo había puesto el día anterior para que acompañara a la música. Todavía era de noche así que me levanté de la cama con entusiasmo y fui al interruptor de la luz. Cuando la encendí, la luz me cegó, lo que hico que me pusiera las manos en los ojos hasta que viera un poco mejor. Con los ojos achinados fui al lavabo a asearme. Tome una ducha y me vestí. Me puse una camiseta de tirantes a cuadros negra y una falda del mismo color. Hice lo mismo de siempre: hacer la cama, desayunar...y cuando acabé, solo me faltaba peinarme. Me hice una cola de caballo alta y para ir a juego me lo até con un lazo negro. Cuando iba a salir recordé algo.
"Tendría que revisar si todo esta apagado. No quiero que me llegue un facturón de la luz..."
Así que dejé la maleta en el recibidor y me fui a comprobarlo, y efectivamente, todo estaba en orden. Cuando pasé por al lado de mi habitación, me paré a mirarla.
"Supongo que no dormire aquí por un tiempo" -pensé mientras reía.
Entonces, bajé las persianas de todas las ventanas de la casa, cerré las puertas y cuando estaba prácticamente todo a oscuras, cojí mis llaves y les dije:
-Chicosnos vamos de vacaciones!
Las llaves brillaron. Supongo que les hacía feliz la idea de estar en un sitio donde nunca habían estado. Entonces cojí mis maletas y salí de casa. Cuando fui a cerrarla ví que había un papel enganchado en la puerta.
"¿Y esto?" -me pregunté extrañada. Entonces la leí y no pude evitar esbozar una sonrisa.

"¡Lucy!
¡Que envidia que nos das a todos! Ha ellos les encantaría pasar una semana en la granja igual que tu. Nos encantaría ir contigo pero...¿Que haría el gremio sin nosotros? jajaja. Espero que te lo pases en grande y disfruta. Te lo mereces, Lucy.

Te quieren mucho: Natsu y Happy. ♡
Tras leer esta carta no dude en arrancarla y llevarla conmigo. En ese preciso instante me sonó el teléfono. Era Erza. Me había mandado un mensaje.

Fairy Tail: El mago de ZôDonde viven las historias. Descúbrelo ahora