Fairy Tail: El mago de Zô

Capítulo siete-El país de Zô

Di un paso hacia delante para salir de lo que quedaba de la casa, me quedé mirando el paisaje por varios minutos sin poder creerme lo que veía. ¡Parecía que todo estuviera sacado de un cuento de hadas!
Yo no podía creermelo, era como si hubiera viajado a otra dimensión solo con ese tornado. Mi mente me volvía a enloquecer con tantos pensamientos.

"¿Y como se supone que volveremos a Fiore?"

"¿Que será de nosotros?"

"¿Y....y si no podemos volver?"

"¿Y si no volvemos a ver a Fairy Tail?"

"..Natsu.....Chicos...."

...

"¡TÍO BILLIE, TÍA CLAIRIE!"

Salí de ese especie de trance que me había hecho yo sola entre mis pensamientos y caí en algo:

¿Que pasará ahora con tío Billie y tía Clairie?

Yo no podía mas con mis pensamientos, ¡Me iban a destruir! Noté como mis lágrimas iban apareciendo por la línea de agua de mis ojos, pero no quería volver a llorar, así que me frote los ojos con fuerza. Tras casi sacarme los ojos de sus órbitas, volví a mirar el paisaje y suspire.
-¿Pero donde estamos? -dije con voz triste.
-Plue-pluue.. -contestó Plue, con tono desanimado.
Escuché pasos a mi derecha y de reojo ví una figura de estatura mediana y con una larga cabellera. Al rededor de esta figura me pareció ver unas que eran mucho mas pequeñas, juraría que eran de algún animal. Ví que la silueta más alta me hablaba.
-Bienvenida, majo- san. Los hombre-gato y yo misma te estámos profundamente agradecidos por liberarnos de la esclavitud de la bruja mala del este, Milliana.
Era una voz que me sonaba muchísimo, y aquel "san"... Mi cerebro volvía a inundarme en pensamientos.

"¿Majo-san? Pero, ¡Si yo no soy una bruja!"

"¿Ho...hombre-gato?"

"¿Que yo los he liberado de la bruja mala del este Milliana?"

Me hacía mil y una preguntas que no dejaban de rondar mi cabeza... Un momento..

¿¡MILLIANA!?

Me giré completamente y lo que ví ya era de locos. Tanto yo como Plue nos quedamos de piedra al ver quien era esa figura y quien eran los que le acompañaban.

-¡¿EH!? ¡¿NANI!? -Dije mientras se me ponían los ojos como platos- ¡¿WENDY!?

Efectivamente, aquella figura que me hablaba, era Wendy. Llevaba un largo vestido rosa pálido con los bordes de encaje y un sombrero de bruja del mismo color. El color de su largo cabello se veía genial con aquel vestido tan elegante. Me fijé que tenía una varita en su mano.

-Plue-pluuue -dijo tocando mi pierna con su manita y con la otra señalando a las siluetas que estaban detrás de Wendy. Las ví y...como no, habían un montón de Charles y Happys mirándome atentamente. Estaban todos vestidos como aldeanos y aldeanas. Yo los miraba curiosa, al fin Happy había cumplido su sueño de casarse con Charle, varias veces... Entonces recordé lo que había dicho hace un segundo: