Capítulo diez- El león

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Ya nos alejábamos del tenebroso bosque junto a un nuevo acompañante. Estuvimos una hora caminando por el camino de baldosas amarillas sin ver nada más que un campo lleno de flores. Las más bonitas las recogía, y así, poco a poco iba creando un gran ramo de flores preciosas. Gray y Gajeel iban hablando de sus cosas mientras caminábamos, pero hubo un momento en el que cojí una rosa azul de un rosal, que me parecían preciosas, y Gajeel me miró con pena. Ni al Gajeel de Magnolia le había visto así, y cómo estaba hablando con Gray y él le dejó de hablar de repente, preguntó:
-Gajeel, ¿Me estás escuchando?
Él no respondió. Seguía mirando la rosa azul que tenía en la mano. Yo empezaba ha sentirme incómoda, así que me acerqué a él.
-Gajeel, ¿Pasa algo? - le pregunté preocupada.
Él pasó de mirar la rosa a mirarme a mi, y su mirada me rompió el corazón, me dolía verlo así. Con una voz poco convincente y con una sonrisa forzada respondió.
-S-si, no te preocupes, es una tontería.
Él tuvo intenciones de seguir caminando y esquivarme dando un paso hacia su izquierda, pero me puse en su camino.
-¿Estás seguro? - volví a preguntar seriamente.
Gajeel notó que esto iba en serio, así que intentó poner su mejor sonrisa y me sacudió el flequillo.
-Qué si, pesada. - respondió chulo.
Entonces, volvió a esquivarme y continuó caminando. Yo me giré para mirarlo, estaba claro que algo le pasaba y lo iba a descubrir.
-¡¿Cómo que no te pasa nada!? ¡Pero si estás deprimido desde que viste aquella estúpida flor! - gritó Gray.
Yo con una mirada asesina le miré, lo que hizo que se le pusiera el rostro de color azul del miedo.
No quiero escribir esto, pero, se notaba que no tenía cerebro el gilipollas.
Gajeel se paró en seco.
-No vuelvas a decir la palabra "estúpido" - dijo con una voz ronca y tenebrosa.
Los dos miramos a Gajeel extrañados y Plue se escondió detrás de mis piernas.
-Pero, ¿Que dices? ¿Porqué te molesta que diga est...?
Antes de que dijiera nada, le tapé la boca a Gray y después miré a Gajeel, que estaba apretando sus puños con rabia. Yo temía lo peor. Pude notar cómo la tensión del ambiente iba aumentando, pero de repente el hombre de hojalata aflojó los puños, se giró y con una sonrisa dijo:
-Bueno, enfadados no vamos ha hacer nada, así que sigamos.
Noté que esa sonrisa si era de verdad, y no cómo las anteriores, así que me relaje más.
¡Aye! - dije sonriendo.
Plue al ver que yo y Gajeel sonreímos, el pareció estar mas calmado. El único que no lo estaba era Gray, que aún tenía el susto en el cuerpo.
Fuimos avanzando y nos encontramos con unas zarzas gigantescas que nos cortaban el paso.
-¿Y ahora qué? - pregunté
-Geeje - rió Gajeel.
Acto seguido, convirtió su mano en una espada de hierro.

¡Tetsuryūken!

Cortó las zarzas de una, lo que hizo que creara un largo pasillo a través que nos permitía cruzar sin ser heridos.
Ese ataque es propio de Gajeel, pero, él no es el verdadero. Entonces, ¿cómo podía realizar ese ataque?
-¡Vamos! - gritó él.
Plue, y yo seguimos a Gajeel que ya se estaba adentrando en las zarzas, pero miré hacía atrás un segundo y ví a Gray parado.
-¡Venga Gray! ¿A qué esperas? - dije haciéndole un signo de que me siguiera.
-Yo....no...no creo que sea buena idea que....vaya.... - respondió él agachando la cabeza.
Yo me quedé helada al escuchar esas palabras. ¿Qué demonios decía?
Gajeel se detuvo al oírle decir eso, pero no se giró.
-Pe-pero, ¿Qué dices Gray? ¡Tienes que venir! - insistí.
-Yo..no voy - respondió apretando los puños.
Plue y yo estábamos empezando a preocuparnos, no paraba de decirle que viniera, pero él negaba. Hubo un punto en el que me empecé a entristecer, Quería que viniera, ¡éramos un equipo!
-Gray. - intervino Gajeel. - ¿Porqué no quieres venir?
Gray levantó la cabeza y miro a Gajeel, que seguía de espaldas.
-Porque..- Respondió- Porque veo que soy una molestia, que meto siempre la pata por ser un completo tontaina.
Se me partió el corazón al oír eso. Ahora me sentía fatal.
-¿Y para qué crees que vamos a Ciudad Esmeralda? - Se giró Gajeel con una leve sonrisa.- Para que le den un cerebro a ese cabezón que tienes.
Gray se sorprendió al ver que Gajeel le sonreía.
-Pero..pero ¿Tu no estabas enfadado con....conmigo? - preguntó.
Gajeel agachó la cabeza por unos segundos, luego la volvió a levantar y sonrió.
-Eres idiota, pero eres nuestro idiota.
Gray puso los ojos cómo platos al oír eso, al parecer, era más querido en el grupo de lo que él creía. Gajeel fue corriendo hacía él, le dio un golpe en la cabeza y después le pasó el brazo por el hombro. Yo no podía parar de sonreír.
-Bueno, ahora que volveis a ser amigos, ¡vamos! - les dije.
Retomamos la aventura. Salimos de las zarzas después de 10 minutos atravesándolas. Seguimos caminando y nos encontramos un enorme agujero que se había formado en el suelo por culpa de unas baldosas rotas.
Gajeel, Plue y yo lo rodeamos, pero el espantapájaros calló dentro del hoyo, lo que hizo que uno de sus zapatos saliera volando y cayera detrás de unos matorrales.
Gray! ¿Te encuentras bien? - pregunté ayudándolo a salir del hoyo.
-Joder... - contestó él molesto.
-Pero bueno, ¿A quién se le ocurre seguir caminando recto cuando hay un hoyo en medio? - dijo el hombre de hojalata ayudando a Gray a ponerse en pie.
-Es que no puedo pensar en lo que debo o no debo hacer, porque en mi cabeza sólo hay paja y hielo. - dijo el espantapájaros tocándose el pelo.
-¿Por eso quieres un cerebro, para este tipo de cosas? - preguntó Gajeel a Gray.
-Exacto, y tu, ¿Para que quieres un corazón? - preguntó
-Yo quiero un corazón, porque para mi el corazón es lo más importante para ser feliz. - contestó
-Perdona si te ofendo, Gajeel - intervine.- pero, esa pegatina que tienes en el pectoral, ¿Tiene algún significado con lo de querer tener corazón?
Me sentí cómo una cotilla, pero quería ayudarle si era algún problema.
Pues la verdad es que . - dijo y comenzó a explicar. - Hace mucho tiempo, yo fui humano, igual que Lucy.

Fairy Tail: El mago de ZôDonde viven las historias. Descúbrelo ahora