Vaggie tiene un gran chisme, y
entre tanto, una revelación pone
en vergüenza a Lute.
así es como empieza, pero es
más que eso a medida que sigue.
──────────𝐚𝐮.
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desde que Lilith regresó con su familia, Charlie, que había comenzado a residir en su hotel tras su partida, decidió quedarse en casa durante un tiempo. tal vez el motivo siendo que le gustaba la sensación de tener una familia nuevamente. o porque quería recuperar el tiempo perdido con su madre, si es que eso podría ser posible.
bueno, esta mañana Charlie había salido (sin desayunar, cabe agregar. casi haciendo que a Lucifer le diera un ataque mientras llevaba una pila de pancakes de chispas de chocolate a la mesa) aparentemente para una entrevista de trabajo, lo cual fue… ¿algo sin sentido?
Lilith tenía entendido que Charlie ya estaba trabajando. y nada menos que en su propio hotel. siendo dueña del Hazbin y todo eso entre muchas más cosas que seguro hacía. en su confusión, Lilith quiso preguntar al respecto, pero terminó desistiendo cuando Lucifer le dio un codazo disimulado.
y una vez Charlie salió de la casa, antes despidiéndose apresuradamente de ambos ya que llegaba tarde a quién sabe dónde, el rubio le comentó que la menor estaba algo (o tal vez mucho (?)) frustrada porque su novia no se dejó mantener por ella. él añadió que seguramente todo eso de la entrevista tenía que ver con aquello.
saber ese contexto hizo a Lilith reír con ganas, no pudiendo imaginar a su hija haciendo berrinches por algo tan ridículo. pensó entonces que no era solo la cara y el cabello, que Charlie se parecía a su padre hasta la médula (Lucifer también había actuado de esa manera cuando tras casarse, Lilith dijo que conseguiría un trabajo)
ah, esos dos rubios definitivamente eran toda una cosa. una que amaba con su alma.
el matrimonio estaba terminando de tomar el desayuno cuando tocaron el timbre de la puerta. lo cual les extrañó. no muchas personas iban a visitarlos (además, Lucifer se había vuelto casi un ermitaño tras su separación. no era posible que algún amigo lo fuera a visitar (aunque, ¿tenía siquiera amigos?))
ambos se miraron con los ojos abiertos, intercalando de los trastes sobre la mesa a ellos nuevamente.
ーyo-
ー¡yo voy!ー dijo antes la mujer, levantándose y riéndose al escuchar a su esposo resoplar mientras comenzaba a recoger los platos y vasos con una expresión de molestia fingida.
Lilith había olvidado por completo (aunque en realidad no era así) que estaba esperando la visita de alguien desde que su hija le había hablado días atrás sobre la amiga deprimida de su novia. ella siquiera disimuló la sonrisa que se fue abriendo paso en sus labios negros cuando la puerta reveló la figura alta y temblorosa de la Seraph mayor.
