Vaggie tiene un gran chisme, y
entre tanto, una revelación pone
en vergüenza a Lute.
así es como empieza, pero es
más que eso a medida que sigue.
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ha pasado más de una semana, un tiempo largo y doloroso desde aquel festival en Carnival Town. alrededor de diez días desde que Lute, en su ignorancia y estupidez, negó estrepitosamente a Emily.
no se han visto desde entonces; Lute apenas ha sabido de ella, y la extrañaba muchísimo. quiso escribirle en sus noches más tristes, rogar por su perdón y por una oportunidad más, pero no lo hizo, por supuesto.
de todas formas, incluso si lo hubiera intentado, Emily no le habría respondido. Lute lo sabía porque Vaggie y su novia payasa le dijeron que Emily no estaba activa en absoluto. Vaggie mencionó que tal vez (y probablemente) estaba deprimida, algo con lo que Charlie estuvo de acuerdo, lo que hizo que Lute se sintiera aún peor de lo que ya se sentía.
entonces, ella lo ha decidido.
Lute, de una vez por todas, sin aplazarlo ni un solo momento más, va a dar la cara por segunda vez en su vida y asumir sus errores (la primera vez fue con Vaggie, disculpándose por haberse puesto maníaca y sacarle el ojo con un tenedor)
así que Lute irá a casa de Emily en breve. y seguramente está siendo impulsiva con esto, pero ha tenido suficiente tiempo y realmente no lo ha pensado con el empeño que debió haberlo hecho. porque, demonios, ella no logró decidirse por nada en aquel día en que se reunió con Vaggie y la bastarda de Lilith (sobra decir que la idea a la que Charlie se aferró con creces no entró ni un segundo a discusión)
como último recurso, y rápido aparte, Lute terminó ordenando un ramo de flores coloridas y del tipo que le gustarían a Emily. a ella le pareció una explosión increíble de colores y el aroma casi le hizo picar la nariz, pero que a Lute le pareciera desagradable era una buena señal, ya que Emily siempre amaba lo que ella no.
siguiendo el consejo de Vaggie de al menos estar presentable el día en que se llenara de valor para verla, Lute se puso una camisa blanca de manga larga, abrochando casi todos los botones para no asfixiarse, y unos pantalones negros que casualmente estaban doblados en su cómoda. Lute asumió que Adam había decidido ser productivo.
más tarde, ella se está preparando mentalmente, diciéndose palabras de ánimo y con la mano (la de su prótesis) que no sostenía el ramo, tiraba de los bordes de su camisa en un acto ansioso mientras sale de su departamento.
es normal que esté nerviosa mientras se dirige al hogar de las Seraph, Lute lo sabe, pero dios, es una tortura.
el aire acondicionado del auto de Adam está encendido, así que no debería tener tanto calor ni sentir que se está sofocando, pero Lute lo hace.