Bosnia era el lugar mas extraño que jamás habían visto. Había oido historias sobre lo hermoso y majestuoso hogar de los elfos, pero eran cuentos tan viejos, cuentos que fueron cambiando de generación a generación, y que ella había comenzado a pensar no eran mas que falacias.Algunas cosas como había predicho eran solo cuentos, por mucho que le hubiese gustado ver caballos con alas, estos no aparecerían más que en los cuentos de su gente. Pero admitía que se había llavado una gran sorpresa la primer noche cuando algunos arboles se iluminaron majestuosamente alrededor del campamento. La noche en Bosnia era un espectaculo de luces tan hermoso que de alguna manera le recordaba la presencia de su hermana menor, con su hermoso y largo cabello iluminando y cambiando de color conforme se movía.
Los elfos que las escoltaban a ellas y a sus propios soldados les advirtieron que no tocasen ninguno que se iluminase. Fue una advertencia extraña hasta que uno de sus soldados hizo caso omiso y se recargo con descaro en el proximo con el que se cruzaron. Para sorpresa de todos, los soldados elfos tomaron sus espadas en cuanto el arbol se apago y de no haber intervenido apartando a su propio soldado de allí estos le habrían asesinado en el lugar.
"Los arboles contienen nuestras almas, tocar uno que se a iluminado es sacrilegio. No debes interrumpir el renacer de un alma"
Esa fue toda la respuesta que recibio por una mujer soldado momentos antes de que se llevaran a su soldado lejos y no volviese. Rehusar a que se lo llevaran habría puesto en peligro la misión, tuvo que abofetear a Jeenie para que esta no tomase su espada en un intento de evitar que se llevaran al pobre hombre. No estaban aquí para luchar contra los elfos en medio del bosque por la estupidez de uno de sus hombres, no... la mision era más importante y ella no iba a permitir que alguien la arruinara tan estupidamente.
__Se vuelve más frio conforme nos acercamos.
__Por algo es conocido como el reino blanco, los inviernos aquí son mortales__ Quizá por esa razón los elfos eran tan fuertes, debían serlo para sobrevivir en un lugar donde los inviernos acababan con todo ser vivo que fuese tan estupido como para salir de su madriguera.
Ellas y sus soldados ya habían estado preparados para el frio porque en sus propias tierras ya había comenzado el invierno semanas atras, pero incluso con sus grandes y gruesos abrigos, las noches en Bosnia los hacía temblar acurrucados en sus carpas. No entendía como es que los elfos podían permanecer sin inmutarse aun cuando algunos apenas poseían una capa ligera sobre sus hombros para protegerlos del viento. Sus armaduras parecían incluso cristalizadas por el congelamiento de las noches.
Eran majestuosos la verdad, tan altos y hermosos que las historias de sus ancestros no hacían honor a lo que sus ojos veían. Parecía que no existía imperfección en sus cuerpos, no había logrado encontrar arrugas, cicatricez o manchas que pudiesen arruinar tal aspecto.
"Es tan hermosa, como si hubiese sido besada por los dioses antes de nacer"
Esas eran las palabras que usaba la gente para referirse a su hermana Yeray. No entendía como alguien como ella pudo nacer como una simple humana habiendo seres tan majestuosos como los elfos. Y nisiquiera ellos eran tan bellos como su hermana, ninguno podría poseer tal belleza, solo basta una mirada de Yeray para hacer que el mas hermoso de los elfos desapareciera.
Sus ojos violetas eran un espectaculo que desde el momento en que la vio nacer envidio. Amaba a su hermana y daría su vida por ella, pero sería una gran mentira decir que jamás la envidio. Antes de que esta naciera, era ella quien recibía la deboción de su pueblo, la princesa mas hermosa, esa era ella, hasta que nacio Yeray y el reino enmudecio.
Unos grandes ojos violetas que parecían brillar mas que un diamante recién pulido fue lo primero que resalto en aquel pequeño y fragil cuerpo. No había humano en la tierra con ojos de ese color, se decía que los vampiros tenían ojos de color sangre tan hermosos como tenebrosos, y que algunos elfos poseían ojos grises si tenían suerte.... pero violeta, ¿que ser vivo poseía tal color en su mirada?.
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El lado oscuro del amor
FantasyDespués de mas de mil años desde que los reinos del mundo rompieran lazos y cerraran sus fronteras, la desaparición de una princesa podría iniciar una guerra que acabaría con la paz en el mundo. Moriarty desea emplear acuerdos diplomaticos que evite...