Capitulo 9

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Dos días mas en ese lugar que se iban acomulando sin parar. Desde la ultima reunion con el rey habían pasado muchas cosas. Habían llegado a un acuerdo dos días atras sobre mantener la identidad de su hermana oculta mientras decidían como se llevaría el futuro compromiso entre uno de los hijos del rey y una de ellas.

Jeenie se había enfurecido cuando Irene acepto la idea de comenzar a conocer a los principes para llegar a la decisión sobre quien se casaría con ella. No le habían permitido opinar en dicha reunion. Los principes parecían de acuerdo con encontrarse con su hermana en días futuros para decidir quien se casaría con ella, por que si, Irene había tomado la decision sin preguntar su opinion. Se sentía impotente, con su hermana menor atrapada en ese lugar sin posibilidad de volver a su hogar, y su hermana mayor atrapada en un compromiso por el reino, estaba comenzando a sentirse inutil y estupida.

Había querido hacer entrar en razón a Irene, convencerla de que podían escapar con Yeray. Si tan solo pudieran llegar a Moriarty, estaba segura que el rey Aro no iniciaría una guerra sabiendo que pondría en peligro a Yeray. Pero Irene era terca, le había mandado una carta a su padre mintiendole, con palabras tontas como que todo iba bien con las negociaciones y que estaban a salvo.

Ella no se sentía a salvo.

Justo en ese momento Irene debería estar en camino a reunirse con uno de los principes. Tenía miedo de que estos la hicieran sentir mal por su condición humana. Durante los ultimos encuentros en aquel salon, había memorizado las facciones y conductas que tenían estos en su presencia. Había notado el gran parecido fisico del mayor con el rey, incluyendo ese par de ojos, muy bonitos, pero extremadamente furiosos, se le notaba a kilomentros lo enojado que estaba y no sabía si era por ellas, por el compromiso o por la simple existencia de su padre Aro.

Tenia la esperanza de poder sacar a sus hermanas de allí antes de que en verdad hubiera una boda, pero si por cosas de la vida no lo lograse, esperaba que el hermano escogido para la boda fuese el menor. El principe Hans parecía menos rencoroso que su hermano, y de no ser por las circustancias en que se conocieron, podría jurar que se habrían llevado bien.

__No has dormido.

__Tu tampoco__ Jeenie levanto la vista de su regazo para observar a su hermana pequeña.

Después de que el rey rebelara la procedencia de su hermana, parecía que había ocurrido algo entre ellos que relajo su siempre semblante sombrio. Agradecía a los dioses lo que sea que hubiese pasado porque gracías a eso le habían permitido visitar a Yeray en el lado del castillo donde parecía recluida.

Irene y ella podían verla en las mañanas cuando el rey debía realizar sus deberes reales. La carga sobre sus hombros se aligero al poder verificar que su hermana siguiera estando bien a pesar de su encierro.

Yeray apenas había probado bocado pero su falta de apetito era algo comun con lo que debían lidiar en su hogar desde que nacio. La diminuta cantidad de alimentos que había probado no era lo que le preocupaba, sino la constante busqueda que aquella mirada violeta hacía en la habitación, eso era un comportamiento nuevo, normalmente esta se perdería en sus pensamientos y respondería a las preguntas que le hicieran en automatico.

Un cambio de comportamiento en su hermana era algo con lo que no sabía lidiar. No se quejaba con que esta estuviese mas cooperativa al entablar una conversación, pero si le preocupaba que se viese mas atenta y conciente de lo que ocurría a su alrededor... algo estaba cambiando dentro de ella y no sabía si era bueno o malo.

__Irene tendra su primer encuentro con uno de los principes.

__¿Encuentro?.

__Por el compromiso, te lo dije antes ¿recuerdas?__ Yeray le devolvio la mirada con desconcierto__ Estas preocupada y no es por lo mismo que lo estoy yo... ¿el rey te hizo algo?.

El lado oscuro del amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora