21. El columpio

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El mismo lunes por la mañana no evitó correr hacia el salón de Wanda, iba a comportarse bien toda la semana, pero necesitaba verla y tal vez tocarla, aunque sea con la punta de los dedos, lo quería y lo necesitaba.

— Buenos días, Natasha — Sonrió Wanda sabiendo que su alumna se aparecería en el primer recreo, no podía estar lejos de ella tampoco

— Quería traerle algo mejor, pero sólo pude comprarle unos dulces de la máquina — Emitió nerviosa, le gustaba su cercanía, pero a la vez no evitaba sentir emoción en el estómago

— Eres muy considerada, gracias por traerme algo, yo también debí

— Así está bien — Negó rápido dándole los dulces, vio a Wanda abrirlos con una sonrisa

Se ve muy bonita hoy, de hecho siempre, pero... casi nunca tengo oportunidad de decírselo

Gracias — Empezó a comer los dulces

Natasha se sentía realmente tonta, no podía poner dos palabras juntas, quería poder lucir bien enfrente de la chica que le gustaba, pero no dejaba de sólo verla sin poder hablar, atinó a sostener su mano como lo había hecho el sábado.

— Estoy ansiosa por el viernes — Confesó Natasha

— Yo igual — Bajó la vista a sus manos unidas

— Quiero que sepas que voy a ser la persona más seria del mundo, yo te tomo en serio, hasta tengo un plan a futuro de cinco años — Asintió con rapidez

— Que proyectada estás... — Rio con suavidad

— Yo tengo muy en claro quien me interesa y quien no, también soy muy directa, y tú me interesas, quiero que tú y yo tengamos una relación, no nos conocimos en las mejores circunstancias, pero yo estoy segura de estar contigo, quiero adelantarlo, porque no sé si pueda seguir callando — Acarició su mano con suavidad mientras la veía a los ojos — Te besaría, pero dije que me iba a comportar bien en la escuela, perdón si no lo estoy cumpliendo del todo — Mordió su labio inferior viendo sus manos unidas

— No eres la única que está siendo irresponsable ahora — Admitió no queriendo soltar su mano

— ¿Me deja besar su mejilla?

— Nat... — Claro que quería, sí quería que le dé un beso, todos, pero no era el momento, ni el lugar

— ¿Su frente?

— Aquí no — Apretó los labios viéndola a los ojos sintiéndose completamente nerviosa

— ¿Su cabello?

— No me hables de usted cuando me pides besos

— Dame un beso en la mejilla, entonces — Se agachó señalando su propia mejilla

— Natasha... por favor, no podemos hacer nada de eso aquí...

— ¿No aún o nunca? — Le pidió con los ojos que por favor se decida

— No aún — Susurró aferrando la mano a la suya

Natasha le dio una sonrisa amplia — Esa respuesta me gusta mucho, entonces esperaré

— No eres tan buena esperando — Rio con suavidad señalando lo obvio

— Tienes razón, no lo soy — Relamió sus labios — Por eso tengo suerte de que quien me ayude a esperar principalmente seas tú, porque si fuera por mí, no habría podido, todas la veces tú me frenaste, en la galería, en la escuela, en el bar, en el auto...

SHY LOVE | WandanatDonde viven las historias. Descúbrelo ahora