SHY LOVE | Wandanat

15. Baile en el Moulin de la Galette

Este sería el último viernes en el que estarían juntas, terminaron algunos detalles en la galería, ahora estaban en casa de Wanda terminando su cena, no volvieron a hablar de la película, pero Natasha había pensado en lo que sería tener a su maestra en esa situación, poder provocarla y tenerla cerca suyo de manera íntima, había imaginado tantos escenarios que quería llevarlos a la realidad, primero besarla con suavidad y lo otro vendría con el tiempo o no, no le molestaba en lo absoluto mientras pueda estar junto a ella, escuchar su risa, tener su mirada sólo en ella, poder acariciar sus manos, hablar encima de su boca, eso era suficiente.

— Es triste que esta sea la última ocasión en la que nos reuniremos por su exposición, sé que está emocionada por lo que suceda mañana, pero no evito tener nostalgia... — Mencionó Natasha distraídamente, a la vez no quería aún irse del lugar

— Pero nos veremos regularmente en la escuela, a parte de tus clases de cerámica que serán en el estudio

— Espero que me deje invitar la comida en las próximas ocasiones, también así compenso todas las veces que usted invitó

— Yo soy la que te tiene trabajando, claro que te tengo que invitar aunque sea una pizza en compensación

— Tal vez la siguiente semana pida sushi, ya sabe... para darle de comer en la boca — Sonrió de lado viéndola a los ojos

Wanda sintió sus mejillas enrojecer y bajó los ojos hacia el piso — No será necesario con el truco que me enseñaste

— Pero igual me dejará hacerlo porque es divertido — Advirtió casi que dándolo por hecho

— No para mí

— Siempre es lindo que alguien te dé de comer — Se encogió de hombros, tomó una papa frita de la mesa y la puso enfrente de los labios de Wanda, ella con una sonrisa abrió la boca y tomó lo que le ofrecía su alumna — ¿Ves?

— Lo veo... — Asintió después de pasar

— Bien... creo que ya me tengo que ir — La vio a los ojos, aunque se dio un momento para detallar lo que llevaba puesto, su clásica falda de tubo y una blusa blanca, se veía super linda con el cabello suelto, relajada en su sofá

— Últimamente estás saliendo muy tarde de aquí, seguro tus padres deben estar preocupados — Negó rápido

— Claro que no, yo tengo una hora de llegada, mientras no la supere todo está bien

— ¿Ah, sí? ¿A qué hora es tu límite? — La vio a los ojos entrecerrando sus ojos

— Medianoche — Le restó importancia

— Wow — Emitió sorprendida — Es mucho para una adolescente

— Que bueno que no lo soy — Alzó las cejas

— Tienes razón — Negó rápido — Lo siento, a veces se me olvida

— Tengo casi diecinueve años, no lo olvide — Sonrió

— No sé porque lo sigues repitiendo y yo lo sigo olvidando... — Suspiró

— Bueno... ya me voy — Repitió levantándose del sofá — Muchas gracias por todo

— Gracias a ti por haberte comprometido tanto con mi exposición, no creo que nadie me podría haber ayudado de manera tan magnífica como tú — Se levantó para guiarla a la salida

— Fue un placer — Sonrió dando la media vuelta para caminar hacia las escaleras — Maestra Maximoff — Cerró los ojos indecisa para después voltear