8. Los jugadores de cartas

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Había llegado temprano a la escuela, de las cosas que más le gustaban de Wanda era que sería la primera persona en llegar y la última en irse, estaba en la puerta del salón de arte, viéndola fijamente, sabía que su maestra estaba dentro, pero no se animaba en acercarse ni a tocar, estaba nerviosa pensando lo que le diría y cómo, quería ayudarla en su primera exposición de arte en una galería, le gustaban realmente sus pinturas y era muy talentosa, le agradaba que Wanda pintara situaciones reales, no era abstracto o sin sentido.

— Buenos días, Natasha — Esa voz la sorprendió, no sabía en que momento Wanda había abierto la puerta — Te vi desde hace rato caminando de un lado al otro ¿Se te ofrece algo? — Preguntó con cautela

— Buenos días, maestra Maximoff — Emitió nerviosa — Vine para ofrecerme a ser su asistente para la exposición en la galería — Dijo con la mirada gacha, claro que no había dicho lo que había planeado, se sentía descubierta, iba hasta llevarle un chocolate, pero recién en ese momento lo recordaba, estuvo toda la noche pensando en esta conversación, cada interacción con Wanda la ponía nerviosa

— Es muy lindo de tu parte que hayas venido por eso, Natasha — Sonrió sintiéndose mal de inmediato — Pero tu compañera Sylvie vino ayer a la salida para ofrecerse, en serio lo siento, no creí que alguien más vendría, así que lo acepté, tampoco creí que estarías interesada

— Oh, bueno... — Se encogió de hombros fingiendo que no le importaba, aferró las manos a las asas de su mochila — Era eso, maestra Maximoff, nos vemos después — Ni siquiera quería sonreír, sólo mostraba indiferencia

— Adiós, Natasha — Frunció el ceño no entendiendo la actitud de su alumna, primero era muy tímida y casi que ni siquiera quería tocar la puerta, pero después indiferente mostrando una actitud como si la hubieran obligado a ofrecerse

...

Estaba en la parte trasera de la escuela, no quería tener esa conversación en los pasillos, vio a Sylvie acercarse con una sonrisa, Natasha estaba con los brazos cruzados.

— ¿Por qué te ofreciste a ayudar a la maestra Maximoff en su exposición? — Preguntó sin más rodeos con notable molestia

— Buenos días, Natasha... ¿Cómo te va en el día de hoy? — Respondió corrigiéndola y sintiéndose mal porque la había llamado para hablar de Wanda, no sobre lo que tenían

— Hola, Sylvie, dime... ¿Por qué te ofreciste?

— Porque siempre resalto en todas las materias, pero en artes no me va bien — Se encogió de hombros — ¿Puedo preguntar por qué el interés?

— Es que me ofrecí hoy y me dijo que tú serás quien la ayudará — Desvió la mirada a otro lado

— Y... ¿Tú por qué quieres ayudar a la maestra, peor aún porque te enojas de que seré yo quien la ayudaré? — Preguntó con suspicacia, sabía la respuesta, pero quería saber qué excusa le pondría Natasha

— Porque... porque a mí me gusta la idea de ganar unos boletos para una exposición en una galería, siempre he querido ir y ver el trabajo de artistas profesionales — Dijo de manera segura lo primero que se le ocurrió

— Bueno... lo siento, pero ya le dije a la maestra Maximoff que yo la ayudaría — Se encogió de hombros con decepción, Natasha sólo quería estar cerca de ella, por eso se ofreció, no dejaría que pasen tiempo juntas, no quería perder a Natasha

— Sylvie, por favor, déjame ayudar a la maestra Maximoff, haré lo que tú quieras — Tomó a Sylvie de los brazos sintiendo que estaba al borde la desesperación

SHY LOVE | WandanatDonde viven las historias. Descúbrelo ahora