Capítulo 18

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Narra maxi.

Después de que Agus se fue, recogí mis cosas para irme al depa a descansar, pero antes de que pudiera cruzar la puerta, repentinamente se me vino la idea del concepto de una nueva canción, así que velozmente saqué el cuaderno y la lapicera para escribir lo que tenía; cuando por fin acabé, guardé todo para por fin regresar a casa, encontrándome con la sorpresa de que había comenzado a llover, así que me fui con cuidado con la música en bajo volumen al mismo tiempo que observaba como las gotas de agua resbalaban por la ventana.

A lo mejor y esto me sirva como inspiración. Pensé mientras conducía, pero esos pensamientos se esfumaron en cuanto divisé a una chica que conocía muy bien; se veía muy triste, con frío y podría jurar que estaba llorando; la comprendía muy bien, porque más o menos así me sentía en esos momentos después de que jazmín rompiera mi corazón en mil pedazos, y por eso fue que no dudé en ayudarla.

Lentamente frené el auto y bajé la ventanilla para que me notara, pero eso no pareció ser suficiente, porque parecía estar tan ensimismada que ni siquiera noto mi presencia, así que la llamé.

Hei sari! Qué haces por acá tan tarde?, caminata nocturna bajo la lluvia otra vez?. Pregunté con una sonrisa a lo que la chica se volteó a mirarme.

Maxi?. Yo asentí en respuesta. Qué haces aquí?, y cómo sabes eso?.

Lo siento nena pero esa es información confidencial, solo lo digo para que veas que yo también tengo mis contactos, y respondiendo a tu pregunta, me iba a mi departamento para ver si podía comer algo y descansar, querés que te lleve?. La chica me observó como si estuviera meditando mi propuesta. Vamos, no quiero ser el causante de que te resfries, está lloviendo muy fuerte y no creo que pasen muchos taxis por acá. Mencioné al mismo tiempo que le quitaba el seguro a la puerta para que ella la pudiera abrir sin problema.

Okey, me convenciste. Dijo al mismo tiempo que abría la puerta del auto ingresaba a este al mismo tiempo que yo la veía con una sonrisa de satisfacción mientras que observaba cómo se colocaba el cinturón de seguridad.

Y... Comenté para intentar romper el hielo e iniciar una conversación con Sara. Esto de las caminatas nocturnas bajo la lluvia se te está haciendo costumbre o?...

Ya deja de burlarte  de mí!. Exclamó al notar que yo la miraba de forma divertida, pero eso no le impidió seguir hablando. Solo paso una vez, y fue en la tarde, aparte, cómo sabes esa información si ese día yo estaba con...

Se cortó así misma y pude ver cómo cambiaba la expresión súbitamente, así que me puse serio y decidí terminar la oración por ella al ver que estaba a punto de romper en llanto otra vez con solo decir su nombre. Agus?. Ella asintió, pero ni siquiera me miró.

Hey Sara. Mencioné al mismo tiempo que la tomaba de la mano para intentar llamar su atención. Mira, no sé qué fue lo que pasó con ustedes esta vez, pero quiero que sepas que puedes contar conmigo para lo que sea.

Es que no entiendo por qué nos pasa esto a nosotros maxi. Dijo con los ojos ya cristalizados por las lágrimas que estaba intentando retener. No me malinterpretes, no tengo nada en contra de Carolina, pero... Me duele que se haya olvidado de mí tan fácilmente como si yo no significara nada para él, creí que le importaba, pero ahora veo que solo fui una más de su colección. Expresó a lo que yo la miré apenado. Ahora veo que todos los hombres son iguales. Okey, eso sí me dolió.

Sara no digas eso, Agus te ama un montón y no es justo que nos metas a todos en el mismo paquete solo porque te peleaste con tu ex.

Tienes razón y lo siento, tú no tienes nada que ver y yo te estoy juzgando sin motivo ni razón, pero aún me duele que me reemplazara tan rápido. Comentó desviando la mirada.

Cuatro Meses.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora