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Sin aviso alguno, un año pasó.
Un año lleno de aprendizaje, de evolución, de caer y levantarse pero sobre todo lleno de felicidad.

Andrés comenzó a visitarlos poco a poco, nada había sido sencillo, seguía reacio en aceptar la nueva vida de Harry y sin duda Jos tardó mucho tiempo en perdonarlo por ocultarles la traición de su madre. Si bien, Jos no terminaba de aceptar del todo a Andrés de nuevo en su vida, pudieron lograr tener una relación cordial en donde él respeto y un saludo nunca harían falta.

Jos por otro lado, terminó la preparatoria con un promedio decente y afortunadamente logró a entrar a la carrera de derecho en una pequeña universidad publica no muy conocida, pero lo importante es que estaba muy feliz y era el mejor promedio de su clase.
Decidió mudarse a la universidad y a pesar de que Harry le dijo que el podía vivir en su casa el tiempo que quisiera, Josué quería cambiar de aires al menos por un tiempo.
Eso si, cada que Harry lo invitaba a casa a cenar el no faltaba, amaba la comida de su padre.

Harry por otro lado, logró retirarse de su trabajo con una muy buena pensión por sus años de servicio. Quería dedicarse a estar en casa y pasar tiempo con sus hijos menores antes de que también crecieran y abandonaran el nido.

Después de seis meses, Harry le pidió a Louis mudarse juntos. Louis estaba algo renuente al principio, no quería invadir su espacio, sin embargo después de una cena romántica en la que Harry le pidió compartir casa, habitación y despertar juntos a diario. Sin duda aceptó.

De esa forma, la habitación que era de Jos, ahora era de Auritz.
En realidad Jos se llevaba muy bien con Auritz y con Celine, poco a poco fue sanando las heridas que el maltrato de Andrés le causó y ahora no tiene más que amor, comprensión y mucha diversión para compartir con sus hermanitos cada vez que va de visita.

Auritz también le dió el regalo más hermoso del mundo a Harry un día en que estaban todos en la sala viendo televisión:

"-No tengas pena mi amor.-Dijo Louis, con Auritz en su regazo.

-¿Qué pasa?-Preguntó Harry, mirando rápidamente a Celine acostarse de cabeza en el sofá como acostumbra.

-Auritz quiere darle un obsequio desde hace una semana pero tiene mucha pena.-Explicó el ojiazul.

-Oh... no te angusties pequeño, no soy un viejo cascarrabias aunque por fuera lo parezca.-Rió.

Aurtiz se armó de valor y finalmente le estiró una hoja arrugada a Harry. Escondiendo su cabeza de inmediato en el regazo de Louis.
Harry tomó la hoja entre sus manos, notando como un poco de escarcha caía de ella, rió y pudo ver que era un dibujo colorido, unas letras enormes que decían "I love You, Daddy Harry"

Harry abrió la boca.

-Lo hice en clase de inglés. Dijeron que teníamos que hacerle un dibujo a alguien que amemos mucho...

Harry sintió sus ojos picotear, amenazando con llorar.

-¿Y-Y pensaste en mi para hacerme un dibujo?...

Auritz asintió.

-Lo hice para ti porque te quiero como a mi papá. Quiero que tu también seas mi papá, Harry.-Admitió el niño.

Harry sonrió grande, sintiendo que su corazón podría explotar.
Sorprendiéndose de lo enorme que es este, que tiene espacio para amar a un chico gruñón de veinticuatro años, un ruidoso y juguetón chico de diecinueve, una pequeña niña gentil y amorosa de doce y ahora también a un pequeño príncipe rubio de ocho años. Sin contar el inmenso y loco amor que también sentía por Louis.

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⏰ Última actualización: Oct 28 ⏰

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Starting Over.🕯 (Larry Stylinson)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora