LOS GUARDIANES DEL ALMA

10. El camino a la llama eterna

Izuku no había conocido a Kudo solo a la forma de quimera, pero por la forma en la que su guardián se puso delante de él supo que él era el hombre de quien le hablo.

-Si – respondió Izuku detrás del cenizo con seguridad – necesito saber qué es y cómo controlarlo para evitar que caiga en malas manos.

-El poder sagrado, es una magia muy poderosa, joven principe – Comenzó a narrar Kudo – ese poder solo puede ser convocado de dos formas, la primera por medio de un hechizo maldito, pero al ser invocado de esa forma puede ser peligroso para cualquiera que esté cerca incluso para su legítimo portador y la segunda manera de obtenerlo es juntando los cinco fragmentos para armar el alma de Celes.

- ¿Estas diciendo que los otros reinos deberán entregarme su fragmento?

-En parte si, en parte no, tu portas el fragmento que se le entrego a Ignatia pero ese fragmento está incompleto, el primer guardián del alma de Celes dividido ese poder hace mucho tiempo para evitar que pudieran hacer mal uso de él.

Kudo dejo que sus palabras hicieran conciencia en el peliverde y su guardián

-Cada reino tiene un poder, Ignatia tiene la llama eterna, Ventusaria tiene la tormenta etérea, Terrania contiene el poder de la vida, mientras que Aquaria tiene el poder del océano tranquilo y por ultimo y la más difícil de conseguir Luminaria posee la luz interna.

-Entonces para obtener el poder sagrado necesito de los cinco fragmentos – comentó el peliverde – los fragmentos siempre han sido recelosamente guardados por cada reino, aunque mi relación con los guardianes de cada fragmento es buena, dudo que me entreguen el fragmento.

-La confianza mi estimado principe será la clave, puedes pedir que cada guardián te acompañe a encontrar cada fuente, como tú has venido aquí a la fuente del fuego eterno, si eres digno el fragmento se unirá al que tienes y te obedecerá solo a ti – comento Kudo nuevamente – pero, cada uno tiene su propia serie de pruebas como ustedes pasaron la primera, les falta la segunda para acceder a la llama del fuego eterno. Joven principe ¿Sabes porque eres el elegido para llevar el poder sagrado?

-Mi padre dice que, por una profecía, que dice que yo nací en Celes pero que fui un alma que murió antes de tiempo en la tierra.

-Joven principe, tu alma fue elegida por la profecía, para cumplir con esta misión, pero te enfrentaras a desafíos que develaran tu pasado en la tierra.

Cuando mencionó eso Katsuki se tensó y su semblante se oscureció momentáneamente, pero se quedó callado.

-Mi pasado... - susurro Izuku – No sé qué paso en mi vida pasada, ni se cómo eso está ligado a esta misión, pero lo que deseo es salvar a mi reino y a Celes, ese mago que nos atacó en Luminaria me quería a mí supongo que él tiene que ver en todo esto.

-Un necromante es un mago peligroso principe Izuku, su magia es muy poderosa su intención es obtener el poder sagrado para dominar Celes y la Tierra y tu Izuku eres la clave de todo, por eso te persigue.

-No permitiré que eso ocurra, yo soy el guardián del principe de Ignatia y he jurado por mi vida que protegeré a mi principe – respondió el fénix con determinación en su mirada se podía ver claramente que no mentía sobre su juramento.

-Es bueno que estén unidos, guardián y principe eso les dará ventaja para lo que enfrentaran más adelante, ahora para lo que vienen, la llama eterna no será fácil de obtener, hay una prueba para ella y solo el principe puede realizarla.

-Estoy listo – Respondió el peliverde con seguridad.

-Bien – Kudo caminó hasta el altar y las llamas que danzaban aumentaron iluminando todo el sitio – Joven principe deberás viajar al pasado y encontrar la clave de la llama eterna, si no lo haces no podrás regresar al presente, ¿estás seguro de que deseas continuar?

Katsuki sostuvo la mano de Izuku en un acto inconsciente, tenía miedo de dejarlo solo, Izuku no se quedaba atrás tenía miedo de ir solo, pero debía hacerlo, de lo contrario Celes seguiría en un gran peligro.

-Estoy listo – respondió con toda la seguridad que pudo.

Kudo asintió y el fuego azul envolvió a Izuku, el fuego no lo quemaba, era cálido y acogedor, de un momento a otro sintió un especie de tirón y su mente quedo en la inconciencia.

Katsuki al ver como el cuerpo de su principe perdía conocimiento y caía al suelo, corrió para sostenerlo, sintió una extraña calidez al tocarlo.

-¿Qué le hiciste? – preguntó Katsuki aun a la defensiva

-Su conciencia fue enviada al pasado en la tierra, no sé exactamente qué recuerdos tendrá que revivir, pero si supera esta prueba, la llama eterna será suya

-¿Cuánto tiempo estará así? – preguntó el cenizo, sin apartar la vista del peliverde.

-Depende de él – respondió Kudo. – El tiempo en la conciencia es relativo. Podría ser cuestión de minutos o de horas, todo depende de cuán rápido encuentre la clave de la llama eterna.

Katsuki asintió y sostuvo con delicadeza el cuerpo de Izuku.

-¿Cuánto tiempo planeas decirle eso que guardas en tu interior? – preguntó Kudo observado como el fénix protegía al principe con su cuerpo.

-Izuku tiene demasiadas cosas porque preocuparse como para darle una más – respondió con simpleza

-Pero, el no decirle puede provocar inseguridades y malentendidos, Katsuki

-Solo te aconsejare que le digas eso pronto o de lo contrario las cosas pueden no salir como ustedes esperan – respondió Kudo mientras buscaba un lugar para acostarse y esperar a que él principe regresara de su misión.

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Izuku sintió como su conciencia se materializaba, estaba en un lugar que se le hacía conocido, pero a la vez nunca había visto en su vida, escucho la suave risa de un niño y una mujer, se dejó guiar por aquello hasta que frente a él apareció un pequeño peliverde jugando con una señora que se parecía mucho a su madre.

-¡Mamí! Mira – el peliverde se acercó a su madre con una flor que había cortado en el jardín

-¡Qué linda, Izuku! –respondió la madre con una sonrisa cálida mientras tomaba la flor y la colocaba detrás de su oreja.

-Inko – se escucho otra voz que Izuku no reconoció – Es tarde, nuestros invitados esperan

Inko asintió y cargo al peliverde en sus brazos – Vamos cariño, hoy conocerás a un nuevo amigo, su nombre es XXXX XXXX

El peliverde intentó seguirlos pero la escena comenzó a desvanecerse lentamente, intentó agudizar su oído pero no podía entender lo que decían.

De la nada todo se volvió oscuro – Así que mi sacrificio esta buscando obtener lo que deseo, ¿Verdad principe? – un hombre encapuchado con largos dedos y ojos rojos lo miraba - ¿Por qué no vienes conmigo? Con mi poder y mi magia no tendrías que hacer este viaje.

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¿Izuku caerá ante el necromante?