Impostores

470 32 1
                                    

Cuando no podía dormir, solía salir temprano de casa

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Cuando no podía dormir, solía salir temprano de casa. Con los auriculares puestos escuchando las canciones de ACDC a todo volumen. Un poco de estiramiento antes de comenzar a correr por la avenida, aun cuando el sol no salía. Era una manera de calmar esos pensamientos negativos que llenaban toda mi mente. Había sido así durante mucho tiempo, creí que las sesiones que tuve con el terapeuta a las 12 años habían servido de algo, pero seguía con los mismos miedos e inseguridades.

No debería ser así, se supone que debería ser fuerte y serena. Me había preparado durante años para lograr llegar hasta donde estaba y no iba a arruinarlo por no poder rendir del todo en el trabajo gracias al caos que se estaba formando en mi cabeza. Regrese a casa luego de haber corrido un par de kilómetros. Afuera temprano estaba el señor Harris recogiendo el periódico e intentaba regar las plantas que tenía en la parte frontal de su cosa.

— Buenos días niña.

— Buenos días, Harris ¿Tomaste tu medicina?

— Como cada mañana.

— Muy bien. Nos vemos en la tarde, me voy a trabajar.

— Ven con cuidado.

Me preocupaba demasiado por él. Desde que me mude a este vecindario conectamos. Durante nuestra primera comida juntos me contó sobre sus hijos, había tenido tres malditos ingratos, al menos el les decía de esa forma. Lucas, Matheo y Camille. Todos ellos habían formado su familia y estaban en otras ciudades. No había recibido visitas de sus hijos desde hace muchos años. Ni siquiera lo llamaban. Después de que su esposa falleciera, el se quedo solo.

Llegue a la estación encontrándome con Jim en la entrada luego de aparcar mi motocicleta en el lugar de siempre. Me quede un momento arriba de esta antes de bajar y avanzar hacia el chocando su puño extendido. Las cosas estaban mejores entre nosotros, estábamos trabajando en equipo y lográbamos comunicarnos, aunque claro sus molestos apodos eran algo en lo que estábamos trabajando.

— Supe que mejoraste en el boxeo enana ¿Cuándo te enfrentaras a mi? – me tense al escuchar la molesta voz de Rocker tras de mi. - ¿o no te atreves? E...na...na.

— Quieta. – Jim me sostuvo de la cintura evitando que girara hacia el para golpearlo. – solo ignóralo Miel. – rodé los ojos y solo le di un codazo. – auch.

Apenas terminaba de limpiar mi arma cuando nos llego el aviso, nuestros teléfonos comenzaron a sonar. Una alerta de secuestro o algo parecido en uno de los barrios mas ricos de todo Los Ángeles donde los millonarios se regodean con sus grandes lujos, presumiendo todo lo que tienen. Además de un guardia de seguridad herido producto de un disparo. Pero nosotros salvamos a quien sea sin importar el status social que tengan, arriesgamos nuestras vidas por todas las personas de la ciudad.

— La casa pertenece a Donovan y Trisha Watson. Tienen una hija, 17 años parece asalto domiciliario.

— Las unidades rodean la casa, los malos podrían seguir adentro o huir luego de dispararle al guardia. – menciono Deacon.

in the STREETDonde viven las historias. Descúbrelo ahora