¿El vegano o el mejor?

Cap. 5: Salir.

Acá está el capítulo 5, vamos carajo! Creo que esto me está quedando mas largo de lo que pensé, va a tener como 10 o 12 capítulos, más o menos... Vamos viendo (? Espero que les venga gustando ;)

-Ehh... Hola –saludó el número 6, sonriendo. Esa sonrisa fue lo que más lo delató.

Lo miré con sorpresa, sintiendo una ligera decepción. Él estaba usando un gorro negro de invierno y un par de anteojos "de hípster", como para que no lo reconocieran, además de una campera por el frío. En realidad yo me di cuenta, como dije, por su sonrisa, y porque lo había visto últimamente; pero supongo que un desconocido no se daría cuenta de quién era.

-Eh, perdón que no tuve tiempo de explicarte, pero bueno, se complicó... -Empezó a hablar, rascándose la nuca-. Lío no pudo venir, no sé qué le surgió, y... Bueno, me parecía injusto y poco cordial el dejarte plantada, encima que vos venías desde otro lado, con un alto viaje... Qué se yo, me pareció. ¿No te molesta salir conmigo? Digo, para que no hayas venido al pedo, yo después me fijo de arreglar otro día con Leo...

-Ehh... Bueno, sí, que se yo –dije, dudando.

-Si no querés no hay problema, si querés irte te llevo hasta la estac... -empezó a decir.

-No, perdón. Me parece bien, sólo que... Me expresé mal, no importa –aclaré, entre risas.

Él sonrió, con las manos en los bolsillos. Después de un rato de estar ahí sin hacer nada, sacó las manos y las juntó, diciendo:

-Y bueno... ¿Qué ibas a hacer si venía Lío?

-Posiblemente iba a dejar que él dijera qué hacer, porque iba a estar en shock sin poder reaccionar –respondí, riéndome.

-Ah... -comentó el. Noté que había metido la pata, así que intenté arreglarlo.

-No digo que con vos no es lo mismo, o sea, si no te hubiera visto antes supongo que también reaccionaría así, pero como ya te ví... Te ví hoy, de hecho –le sonreí- y a él nunca en mi vida lo conocí... Ahí está la diferencia, nada más.

-Bueno, ¿Entonces? ¿Querés ir al cine? O... ¿A un parque de diversiones que hay por acá? No sé qué haría Lío, la verdad –se rió, nervioso.

-¿Podés ir a cualquier lado? ¿No te van a reconocer? –pregunté, sorprendida.

-¿Alguien se frenó hasta ahora a mirarme? –dijo él, abriendo los brazos.

-Bueno, qué se yo... Y, no sé, vamos al parque... Nunca fui a uno –respondí a su pregunta anterior, mirando el piso.

-Yo tampoco, vamos entonces –y dicho esto, empezó a caminar. Al ver mi cara de sorpresa, agregó- Si vamos en mi auto sí se van a dar cuenta, mejor vamos en micro, o subte, o algo así...

-Que interesante, ehh –me reí, siguiéndole el paso.

Habíamos caminado sólo un par de pasos, cuando de repente Biglia sacó su mano del bolsillo y la extendió hacia mí.

-Así la gente sospecha menos todavía –se excusó.

Le di la mano y seguimos caminando un par de cuadras, hasta llegar a una parada de subte. Bajamos, él pagó por ambos (intenté negarme, pero no me dejó opción), y nos tomamos uno. Durante el viaje hablamos un poco, aunque yo no tenía mucha idea de qué decir para no revelar quién era. Después de un rato, llegamos al parque de diversiones, bastante grande. Lo había escuchado nombrar varias veces, pero nunca había ido, y me sorprendí. Miré al futbolista y noté que él también estaba sorprendido; antes de entrar.

Fue un día bueno, a pesar de que no había conocido a Messi. La había pasado muy bien con Biglia, nos entretuvimos bastante en el parque de diversiones, y me sorprendió ese lado que no esperaba de un tipo como él. No me dejó pagar nada, pese a que lo intenté en varias ocasiones, antes de darme por vencida. Aproveché para preguntarle diversas cosas respecto a sus compañeros, cuando me aseguraba de que nadie escuchaba, no quería hablar mucho de mí tampoco. Cada tanto me frenaba a pensar en lo que estaba pasando, ahí estaba yo con un futbolista bastante conocido, charlando como si nada... Era increíble.

Cuando salimos del parque, él quiso ir al centro a caminar un rato y comer algo, ya que el almuerzo que habíamos tenido había sido bastante escaso. Tomamos un micro para llegar, y empezamos a caminar. En eso estábamos, hablando de diversas cosas, cuando de repente se escondió detrás de una planta tipo arbusto, que estaba decorando un negocio, y me arrastró detrás de él.

-¿Qué...? –empecé a preguntar.

-Son los otros –me dijo, sin mirarme.

Me asomé un poco para ver hacia adelante, donde él estaba mirando, y ví que había un tumulto de gente que empezaba a formarse, rodeando a cinco hombres. Por más que se vistieran para "camuflarse", al estar en grupo era fácil reconocerlos: Marcos Rojo, Ezequiel Lavezzi, Ever Banega, el "Kun" Agüero y Ángel Di María. Ellos se empeñaban en negar con la cabeza, pero la gente les sacaba fotos de todos modos.

-Vení –me dijo Biglia, caminando apurado y llevándome de la mano.

Cruzamos rápido la calle, y nos fuimos por una calle secundaria, más chica. Antes de doblar a la esquina, él volvió a mirar al otro grupo, por las dudas, y nos fuimos. Caminamos un par de cuadras bastante apurados, hasta que aminoramos el paso, confiando en que no nos hubiesen visto.

-¿Por qué...? –señalé hacia atrás.

-Hoy, cuando te dije que me esperaban, era cierto. Ellos sí me esperaban, les dije que iba a ir para que no sospecharan, pero antes de salir les comenté esto.

-¿Y ellos no...?

-No, pensaron que era una excusa idiota que estaba poniendo para no salir, y se fueron. El tema es que me vieron como estaba vestido, así que ellos sí me reconocerían, supongo. No quiero averiguarlo –dijo, serio. Al toque empezó a reírse-. Bueno –agregó- ¿comemos algo?

Fuimos a otro lado del centro, donde supusimos que los otros jugadores no iban a vernos, y empezamos a buscar algún lugar. Sugerí McDonald's, en joda, pero él puso cara de asco a modo de respuesta, diciendo "no, mejor no". Entonces me acordé de algo importante que no le había preguntado hasta ahora.

-Emm... Lucas...

-¿Sí? –se dio vuelta a mirarme, con media sonrisa.

-Vos... ¿Vos sos vegano en serio? –pregunté, un tanto avergonzada.

-¿Vegano? –dijo, riéndose, pero no respondió más nada y siguió caminando, mirando al frente.

-No me estás respondiendo –le dije, en tono de reproche después de varios segundos, y noté que él sonreía de vuelta-. Digo, quiero saber si es algo en serio o si es solo un rumor...

-Dejemos la duda –respondió, riéndose.

Me sorprendí al notar el grado de confianza que habíamos logrado. Ya para ese momento no parecía que nos habíamos conocido tres días antes; era como si fuésemos amigos directamente. Nunca había pensado que él sería una persona así, era bastante loco. Decidí no pensar mucho en eso y seguir en el momento.