Cap. 11: Otra vez.

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Bueno, capítulo 11. Ayer se me complicó subir por problemas de internet, pero bueno, acá está. Ya nos vamos acercando al final, lamentablemente (? Espero que les haya gustado la historia y que les gusten los caps que faltan, gracias por leer.


Me desperté al otro día, y me di cuenta de que estaba durmiendo abrazada a Biglia. "¿Qué?" pensé, incorporándome. Él también estaba dormido, pero lo desperté con mi movimiento.

-¿Qué pasó? –le pregunté, al verlo abrir los ojos.

-Prendiste la tele, te dormiste sobre mi brazo y no quise despertarte, así que me quedé acá –dijo, bostezando.

-Ahh... -dije, mirando al vacío.

"Que buen tipo" pensé, sonriendo involuntariamente. Me di vuelta a mirarlo y ví que se había vuelto a dormir, o eso parecía. Me volví a acomodar al lado suyo, dejando que me abrazara, era bastante cómodo. De cualquier manera, no volvimos a dormir y empezamos a hablar de diferentes cosas. En determinado momento me pareció que sería razonable levantarnos, me estaba dando un poco de hambre. Él llamó por el teléfono interno a que traigan un desayuno para dos; y yo empecé a pensar en cuanta plata tendría el jugador, porque todo esto parecía bastante careta.

Llegó el empleado y empezamos a comer, entre risas y boludeces. La estaba pasando realmente bien con él, pero me acordé la emoción que había tenido al salir con Leo. Empecé a dudar respecto a lo que sentía, las cosas se me estaban haciendo confusas.

-Bueno, debería ir con los chicos yo, deben preocuparse por mí... -comentó cuando terminamos el desayuno.

-Mascherano se va a enojar con vos también –reí, acordándome de cómo había increpado a Lionel.

-Uhh, sí –dijo él, fingiendo miedo.

Empezamos a reír, cuando escuchamos golpes en la puerta.

-Andá a fijarte, si preguntan por mí, no sabés dónde estoy, ¿sí? –murmuró Lucas, escondiéndose.

Yo hice lo que decía y fui a atender. Al abrir la puerta agradecí haberme peinado y arreglado un poco después de levantarme, porque era nada más ni nada menos que Messi el que estaba ahí.

-Hola de nuevo –sonrió- espero que esta vez no quedes en shock.

-Fue algo del momento, creo que ya pasó –dije, bajando la cabeza y sonrojándome.

-Eh, ¿Estás con alguien? –preguntó, de repente.

-Nnno, no –me apuré en responder, aunque dudando un poco.

-Igual no me correspondía... Bueno, no pasa nada. Quería ver si podías venir conmigo a un lugar esta noche –invitó, sonriendo de nuevo.

-¿Q-qué? –pregunté, muy sorprendida.

-Para compensar la pésima salida de ayer... -empezó.

-Pero para mí estuvo bien –aclaré.

-Bueno, yo... Yo no estoy conforme, ¿sí? Por eso decía lo de hoy... -me interrumpió.

-¿No era que no podías salir del hotel? –pregunté.

-Ahora avisé con tiempo, y va a venir un patova de confianza, para que me dejen salir... Parezco un pibe, la puta madre –dijo, como para sí mismo.

Ambos reímos del chiste, pese a que yo seguía necesitando permisos para salir.

-Bueno –dije, después de un rato- supongo que sí... ¿A dónde...? –empecé a preguntar.

¿El vegano o el mejor?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora