Encuentro Fugaz

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Te conocí en mi juventud,
brillabas con luz propia, me llamabas.
En un mundo tan veloz y efímero,
tu recuerdo se queda, aunque difuso.

No sé qué sentiste entonces,
quizá fue igual de intrascendente.
Tomamos caminos distintos,
y el tiempo borró nuestros pasos.

Años después, destellos de tu presencia,
una sombra pasajera en mi vida,
sin conexión, sin anclas al pasado.
Hasta que, por capricho del destino,
te encontré de nuevo, transformada.

La niña se volvió mujer,
y en tus labios hallé el dulce néctar.
Tus ojos, un firmamento estrellado,
me atraparon sin remedio.

Pero el tiempo no estaba de nuestro lado.
Tan sorpresivo fue el final,
que las palabras se me escaparon,
y mi corazón quedó sin dirección.

Una lección aprendida,
un amor que no pudo ser.
El destino nos unió, nos separó,
y en ese instante, me perdí en tu ser.

Palabras de un Alma CansadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora