Solo Léelo

16 1 0
                                    

Curioso, el hecho de que esa coraza que ocultaba mi verdadero ser ya no está. Esa armadura, frágil e impenetrable, que alguna vez forjé para sentirme inmortal, poderoso, eliminando las sensaciones que dan sentido a la vida. Curioso el hecho de que quien amé ya no verá esto, ya no escuchará lo que tenía que decir. Curioso que desde que te conocí mostré mi parte más tosca, para que cuando te fueras no doliera, ya que alguna vez dolió tanto que no quería volver a pasarlo.

Te convertiste en una lección, una paradoja de presencia y ausencia, que no debería ocultarme en la charlatanería, sino simplemente manifestar mi sentir. Siempre estuviste ahí, pero no quería dejarte entrar. Ahora, cuando quiero dejarte entrar, ya no estás. Aún recuerdo mi último sueño contigo, recostado junto a ti, de mi boca emanaba un "te amo" y en ese momento desperté buscándote, como si viniera de otra realidad donde todo resultó perfecto y eterno.

Las ganas de buscarte y decírtelo a la cara no merman, pero no sé si quieres que te busque. Empecé a escribir para ir sanando, eliminando rencores y todo eso negativo que se creó al pasar de los años. Si tan solo pudiera entregar mi todo para tenerte en frente unos minutos, lo haría sin dudar. Podría decirte mil versos, aunque no cambie nada, pero quisiera que los escucharas. Quisiera que vieras esta nueva versión de mí, aquel que decidió finalmente escuchar aquella voz que sentía que era un tormento, pero en realidad era una fuerza libertadora, que me dijo que debía sanar para no seguir destruyendo.

Extraño verte dormir, extraño imaginar un futuro, aunque en mi incapacidad de expresarlo muchas veces lo imaginé. Extraño tu voz, tu esencia, tu mirada. Te extraño a ti. Con certeza podría decirte "te amo", pero así como te amo, quisiera verte feliz. Si tu felicidad no está conmigo, te amaré en silencio. Pero aun así, quiero verte en el momento que me declare, para así lograr entender qué pasó, qué nos pasó, qué me pasó.

Cada noche, en la oscuridad luminosa de mi mente, te busco. En el silencio ruidoso de mi corazón, te llamo. Te amo en una paz turbulenta, en una calma tormentosa. Eres la razón y el sinrazón de mi existencia. Te extraño, no solo a ti, sino a la vida que éramos. Te extraño en cada rincón de mi ser, en cada espacio de mi alma. Y así, en este eterno oxímoron que es mi vida sin ti, sigo adelante, amándote en la distancia, deseándote en la ausencia, buscándote en mis sueños y encontrándote en mi corazón.

Palabras de un Alma CansadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora