Masacre en Westlore

➋➍

It will end in tears

Nos empezamos a vestir rápidamente. La lluvia seguía y era peor, las gotas caían con fuerza. Pego un grito cuando veo pasar al asesino encapuchado por delante del coche.

—¡Arranca!

Spencer lo intenta pero no da. Joder. Vemos como pincha las llantas con el cuchillo en la mano. El coche tiembla y empezar toma mi mano.

—Corre todo lo que puedas.

Abre una de las puertas y salimos corriendo. Seguimos tomados de las manos entrando al bosque de nuevo. El asesino nos persigue, lo siento cerca que me asusta. Spencer me suelta la mano.

—Corre delante, yo estoy detrás, tranquila.

Asiento. La verdad que así corremos mucho mejor. Unos metros más allá paramos y respiramos agitados.

—Creo que lo perdimos.

Me dice y cuando avanza hacia mí se escucha el sonido de algo disparando. Cae de rodillas.

—¡Spencer!

Ha pisado una trampa y se han disparado pequeñas estacas contra él. Le sostengo la cara en las manos.

—Eh, no no. Vas a estar bien, mi amor.

Quiere hablar y sale sangre de su boca empapando mi camiseta.

—Evie...

—No hables en ese tono—me desespero—. No te atrevas a morir en mí, ¡Spencer!

Lo ayudo a recostarse y me agarra la mano.

—No tengo mucho tiempo, duele—se queja—. Escúchame bien. Voy a estar bien, ¿si? Necesito que te vayas, huye.

Comienzo a llorar.

—No puedo, no. Tú no, por favor. ¡No te voy a dejar!

—Evie, no voy a dejar que te mate. Necesito que seas fuerte, que acabes con esto.

—Spencer...No me hagas esto.

Me acaricia la mejilla.

—Te amo, Evie. Ojalá en otra vida hubiésemos tenido más tiempo.

Me duele el pecho. No, esto no está sucediendo. Escucho pasos acercándose a toda velocidad.

—Ve, corre por favor. Hazlo por mí y los demás.

Me acerco dándole un último beso, despidiéndome del amor de mi vida.

—Te amo.

Me levanto corriendo a esconderme donde sea. Corro y corro durante tanto tiempo que no siento las piernas y me detengo apoyándome en un árbol. Me agarro el pecho, me duele, me quema. Lloro desconsolada. Al final no pude salvarnos, mi Spencer. Lo siento tanto. Agarro mi cuchillo con fuerza, no pienso derrumbarme, no ahora. Te prometo, mi amor, que voy a darlo todo para acabar con el asesino y saldré de aquí. Cueste lo que me cueste. Vengaré las muertas.

Aparece frente mio corriendo Len y se detiene cuando lo apunto con el cuchillo.

—Ni un paso más.

—Tranquila, soy yo, el asesino me encontró y me cortó la pierna. Logré escapar.

Me enseña y efectivamente está sangrando. Trato de confiar y seguimos caminando por el bosque sin decir otra palabra. Nos metemos en otra cabaña, la lluvia sigue y necesitamos reforzarnos.

—Y, ¿Spencer?

Solo lo miré triste y hablé.

—Tenemos que matar a ese cabrón.

Buscamos por toda la cabaña algo aparte de un cuchillo para poder defendernos. Len me comentó que no encontraba nada y que la gente por allá ya estaban muertas.

No encontré gran cosa así que ya fue. Me cambié de ropa, tenía la sangre de Spencer encima y lloré de nuevo. Encontré ropa de color negro y me escondí las armas por todos lados.

Escucho un ruido abajo y Len está peleando con el asesino. Lo empuja y corre a tomarme de la mano para salir corriendo de nuevo. Me empapo la ropa nueva otra vez con la lluvia. Nos detenemos dentro de unos minutos y respiro agitada.

—Mierda, ¿cómo sabe dónde estamos siempre? Nos encuentra en todos lados.
¿Y si son dos?

Miro a Len desconfiando.

—No puedo confiar en ti.

—Te dije que lo hagas y te lo demostré, estoy aquí—responde.

—¿Y si es el plan?

Se pasa las manos por la cara irritado.

—Por dios, Evie. Necesito que confíes en mí y si no vamos a terminar muertos.

—¡Es difícil!—grito mientras las lágrimas caen por mis mejillas—. Los únicos en los que confiaba están muertos....

Se me corta la voz y Len se acerca a abrazarme.Mejor dicho a sostenerme, porque siento que puedo derrumbarme en cualquier segundo. Al final él es lo único que tengo ahora, está aquí, no estoy sola. No quiero quedarme sola.

Dejo de llorar y la sed de venganza la siento latente. Tomo mi celular y mando mensaje al asesino.

Yo: Me quitaste todo. Vas a pagar.

Número desconocido: Ellos están muertos por tu culpa.