Black Eyes #PGP2024

CAPÍTULO XXIV

Al mirar a Demian sentí un gran impulso por golpear algo, lo odiaba tanto que no podía pensar con claridad cuando lo tenía cerca. Me levanté para atacar, pero Clara me sostuvo del brazo.

- Espera... por favor... - dijo Clara, otra vez con ese tono de voz tan cansado y apagado. -

Me detuve y la miré. ¿Por qué me pedía que me detuviera? ¿Por qué lo defendía? Miré a Demian buscando alguna respuesta, pero solo vi una mirada altanera y burlona. No se parecía al Demian que había visto hace un par de días, estaba más robusto, parecía que había crecido algunos centímetros, tenía la piel mucho más rosada que cuando lo vi, además, le había vuelto a crecer el cabello, tenía el mismo corte medio largo de arriba y rapado de los costados que tenía hace más de un año.

¿Cómo era eso posible? Si cuando lo vi en mi casa estaba totalmente rapado, además ya no estaba flacucho y débil, ahora tenía más músculo y se veía más fuerte y sano que nunca. Lo único que permanencia igual era su atuendo, no llevaba camisa puesta y en su lugar traía la misma gabardina de cuero negro al estilo Neo de Matrix.

- Lamento que las cosas no hayan sido diferentes, pero no quisiste escuchar. ¡Nunca lo haces! Traté de decírtelo hace un año, traté de decírtelo hace unos días, pero no escuchaste. Ese siempre ha sido tu mayor problema y el más grande obstáculo para tu matrimonio. Puedes ser el más brillante científico, pero cuando de relaciones se trata, no haces más que analizar y no escuchar - dijo Demian casi riéndose. Había entrado a la habitación y caminaba de un lado al otro. -

Esta vez no lo soporté y me arroje hacia él, pero me esquivó con gran facilidad e hizo que me estampara contra la pared. El oficial Alan trató de acercarse, pero Demian lo impidió.

- Yo no haría eso si fuera tu, estos son temas familiares así que te pido no te metas - dijo Demian, enfatizando la última palabra y haciendo una voz con un tono más grave y amenazante. El oficial Alan se detuvo en seco, echándole una mirada asesina a Demian y apretando muy fuerte las manos. -

Demian se acercó a mí y con gran fuerza me jalo hacia el sofá de la derecha y me sentó ahí.

- Ay, Vinc. Siempre tan impulsivo, pero de eso es justo de lo que hablaba. ¡Tienes que escuchar y no dejarte llevar por tus impulsos! Déjame decirte algo, si por mi fuera, ya estarías muerto. Si por mi fuera, Clara y mi hijo... -

- ¡QUE NO ES TU HIJO! - grite y no lo deje hablar. Demian me miró asombrado por un momento y después volvió a sonreír, miró a Clara y está desvío la mirada así que Demian nuevamente me miró -

- Entiendo, entiendo, ya sé lo que pasa. No es que seas un estúpido impulsivo, más bien es que eres un estúpido, ingenuo e ignorante. ¡No lo sabes! Y es por eso que no entiendes. Creí que se lo habías explicado en la nota, Clara - dijo Demian refiriéndose en esa última parte a mi esposa. -

Clara no respondió y yo no entendía nada. ¿A qué se refería Demian?

- Bueno, creo que es momento de que te enteres, ¿no lo crees, Clara? - dijo Demian y se separó de mí, regresó a su lugar frente a la puerta y se recargó en el marco. -

En ese momento un gimoteo nos distrajo, mi hijo había despertado y comenzó a balbucear. Me acerqué rápidamente a verlo, sus ojos color miel quedaron fijos en mí e hizo una pequeña sonrisa, me había reconocido y muy seguramente había escuchado mi voz entre sueños y por eso había despertado.

Tomé su manita y la besé, creí que no lo volvería a ver, pero aquí estaba frente a mi, mi pequeño y dulce niño estaba sano y salvo. Era todo lo que necesitaba.

- Hola hijo, soy yo, papá. Te extrañe como no te imaginas...

No pude continuar, algo malo estaba pasando, su mirada se perdió, sus ojos se fueron hacia atrás y comenzó a temblar. Lo miré con desesperación y miedo, ¿por fin estaba pasando? Los médicos nos habían advertido sobre esto, pero no tenía idea de que pasaría ahora. Sabía que tenía que dejarlo terminar así que sólo sostenía su mano y espere a que pasará. Clara lo recostó de lado y lo miró preocupada, pero no sorprendida.