7. Lobo moribundo

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Hope Blackbird:

Habían pasado ya un par de semanas, desde la quedada en la bolera, estábamos en clase de historia, la profesora repartía los exámenes ya corregidos, mientras que Stiles, Scott y yo hablábamos.

-Un nueve, supera eso- retó Stiles, señalando la calificación en su examen, una pequeña sonrisa se dibujó en mis labios, cuando la profesora me entregó el mío.

-Nueve y medio, ¿qué decías?- me burlé, con una sonrisa burlona, enseñándole mi examen, él negó riendo.

-Lo tuyo es increíble- rió, con sarcasmo.

-Lo sé- dije.

Ambos miramos en dirección a la mesa de Scott, ya le habían entregado su examen, pero él no tuvo tanta suerte, había suspendido.

-Tranquilo, seguro que en el próximo te irá mejor- animé.

-Sí, además Hope y yo podemos ayudarte con las clases- propuso Stiles, con una mano en el hombro de Scott.

-No hace falta, además ya he quedado esta tarde con Allison para estudiar- explicó Scott, alcé las cejas, mientras que Stiles sonrió pícaro.

-Ese es nuestro chico- felicitó el de pelo rapado, Scott frunció el ceño extrañado, mientras que yo rodeé los ojos-, por favor, todo el mundo sabe que ir a estudiar, nunca acaba en estudiar.

-Uno, que asco- me quejé-, y dos, no le hagas ni caso, éste no sabe ni lo que es estar cerca de tener novia, va a saber lo que es quedar a estudiar- me burlé.

-Ya claro, como si tu hubieses tenido novio alguna vez- le golpeé en la cabeza con el libro de historia.

Iba caminando por los pasillos, buscando a Lydia y Allison, hasta que por fin las encontré, estaban hablando, pero no escuchaba sobre que.

-Vamos, no seas mojigata, dale aunque sea una probadita- animaba mi prima.

-No bueno, quiero decir, ¿qué tanto es una probada?- preguntó Allison.

-Sin llegar al sexo, pero al menos sí liaros- expliqué, parándome en frente suyo-, y por favor Ally, déjame decirte que no es obligatorio que hagáis nada- mi amiga tenía una sonrisa tímida en la cara.

-¿Cómo sabes de qué estamos hablando?- cuestionó Lydia, no tuve que decir nada, ya que mi cara fue respuesta suficiente-, vale ya entiendo, tus amiguitos raros- asentí.

-Sí, y si no os importa chicas, me tengo que ir, un idiota me está esperando para irnos a casa, Ally, luego llamas y cuentas todo, las amo adiós- me despedí, yendo hacia Stiles, quien me esperaba, apoyado en su taquilla.

-Te amamos igual, adiós- escuché que dijeron las chicas.

-Dame una buena razón y aceptaré- negocié, saliendo de allí, en dirección a los aparcamientos junto a Stiles.

-Ay por favor, ¿qué razón necesitas, para hacer un maratón de Star Wars?- lo miré alzando una ceja-, por décima vez, en el mes- completó.

-Me gustan esas películas, pero la semana pasada ya hicimos ese maratón- me quejé, subiendo al jeep, a la vez que él.

-Porfa, porfa, y te prometo que tú elegirás la próxima vez- pidió, arrancando el coche, no respondí-, te compro dulces y un libro.

-Acepto- respondí rápido, iba a decir algo más, cuando Stiles frenó de repente, para no atropellar a ¿Derek?, solté un pequeño grito por la sorpresa.

-¿Estás bien, te has hecho daño?- preguntó Stiles, revisando que no tuviera ninguna herida.

-Sí, sí estoy bien, pero casi atropellas a Derek- respondí, bajando del jeep al igual que él.

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