El viaje

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Mitsuri y Muichiro ya se habían recuperado en la Finca Mariposa. Recién habían regresado de la villa de los herreros, después de una larga y difícil pelea. 

Aunque Aoi les había dicho que Shinobu no estaba, cosa un tanto rara en ella, puesto que cada que tenía un día libre estaba en su oficina o tratando pacientes. Mitsuri ya estaba en su finca, con una venda en la cabeza, alimentando a su cuervo, mientras le sonreía y le decía cosas lindas.

Luego de eso, apartó la mirada de su cuervo y la fijó en las afueras de la ventana, aún sentada y con una mirada preocupada, preguntándose en dónde estaría Iguro, o sus amigos. Era como si todos hubieran desaparecido de la nada. 

Pensó en decírselo al patrón junto a Muichiro. Así que se dispuso a salir de su finca, luego de asegurarse de que su cuervo kasugai terminara de comer y acariciar su pequeña cabeza.

-¡Muichiro!- saludó Mitsuri, agitando la mano mientras corría hacia el joven, que volteó a verla.

-Hola- dijo mientras sonreía. Claro, Tanjiro le devolvió su brillo, ahora se veía más relajado, al menos con él y con unos cuantos más y ya.

-¿A dónde vas? Yo justo iba a ir con el patrón.- Habló ella, ya caminando al lado del joven pilar.

-Yo también voy con él.

-¡Bien! Podemos ir los dos- los dos sonrieron.

Habían pasado unas horas desde que Shinobu y los demás habían ''desaparecido'' según Aoi y las niñas de la finca Mariposa.

-¿Y para qué vas con Kagaya-sama, Tokito?- preguntó Mitsuri en tono jovial.

-Voy a reportar que ya estoy mejor para otras misiones- explicó él, mientras fijaba la mirada ya con brillo al frente.

-Me alegro, yo iré a hablar con el patrón sobre nuestros amigos- cambió su mirada alegre a una preocupada y triste.

-¿Qué pasa con ellos?

-Shinobu no aparece, y no encuentro a ninguno de los demás, fui a casa de Rengoku-san y su papá  (casi histérico, por cierto) me dijo que él no había regresado, fue a buscar a Senjuro-kun...

-¿Quién?

-¡Ah! Es el hermano menor de Kyojuro-san- explicó Mitsuri a Tokito, mientras se acercaban a la finca de Ubuyashiki.

-Ah, ya...

-Tampoco se nada sobre Iguro, Shinazugawa-san o Gyomei-san.

-Yo no he recibido noticias de Uzui o de Giyuu. Todos han desaparecido.

Mitsuri siguió con la vista al frente, preocupada, hasta que sintió como su cabeza empezaba a doler, ¿Sería por la herida que tenía? pero era exageradamente doloroso.

Muichiro sintió lo mismo, por lo que se tocó la cabeza mientras con un solo ojo abierto miraba adelante, tan cerca de llegar con el patrón...

Era de día, no podía ser una técnica demoniaca. En algún punto el dolor de volvió insoportable, y solo se oyó el seco estrépito de dos personas cayendo al suelo.

Mientras la camioneta roja avanzaba cerca de la costa, el ambiente era cada vez mas tétrico, manejaban lento con el cuidado de que ningún zombi los viera.

Todos iban callados. Kyojuro se estaba cuestionando algo en su cabeza, ¿Había sido buena idea llevar a Senjuro a aquella misión? Era peligroso, cualquier cosa podía pasarle y él tendría que cuidarlo y a la vez estar al tanto de los zombis, por otro lado, no conocía a esas personas del refugio, incluso vio que algunas eran un tanto agresivas con otras, desconfiaban entre sí y la comida se hacía escasa.

Agarró con fuerza su uniforme, donde ya estaba su mano en forma de puño, haciendo que la delicada ropa se arrugara.

Giyuu miraba por la ventana del auto, preguntándose cómo ese lugar había terminado así, algunas personas no merecían ese final. Esperaba que esa cura existiera, y exigía que esa fuera la última vez que viviera algo así. Si de por sí ya había sido traumático la anterior ''aventura'', no se imaginaba cómo sería esa, con gente salvaje que solo mataba a otra.

Sanemi se estaba quedando dormido, había dormido poco, esos monstruos no dejaban de gruñir en la noche, se escucha a pesar de que estaban en un piso alto.

Finalmente recargó la cabeza en el hombro de Tomioka, quien no se molestó.

¿Quién era el más asustado? Definitivamente Zenitsu, asustado, confundido, exasperado. No se podía explicar que sentía en esos momentos.

Él tampoco pudo dormir bien, estaba incómodo de tener que compartir cama con Uzui, un pilar. Al menos agradecía que no había roncado para nada.

Segundo, notaba que Uzui actuaba extraño con él, muy extraño. Mientras pensaba cachó al pilar viéndolo, que apartó la mirada rápido al ver que el cazador lo volteó a ver.

A lo mejor buscaba molestarlo, quien sabe...

Murata convivía con todos, en especial con Genya, Senjuro, Zenitsu y Yushiro, que eran los mas callados ahí.

Se había hecho mas o menos amigo de Genya, aunque al principio se asustó d esus cicatrices y su rostro, que parecía malhumorado la primera vez que lo vio, y más sabiendo que era hermano del pilar del viento.

Senjuro le caía bien, era algo tímido, pero simpático y amable.

Zenitsu, a pesar de su personalidad asustadiza y chillona, era buen amigo.

Y Yushiro... Ya se acostumbraría a tenerlo de amigo, pero también le caía bien.

-Llegamos- avisó Haruto, llegando a un muelle, donde había unos botes y barcos, claramente abandonados, con algo de maleza cubriéndolos.

No había zombis, pero ellos podrían llegar en cualquier momento, así que se bajaron rápido.

-Escuchen, tengan mucho cuidado, llévense esto- el hombre sacó tres armas negras de la guantera, y se las entregó a Akaza.

Todos las vieron con curiosidad.

-No es mucho, pero se podrán defender un poco más así, de igual forma podrán encontrar más armas en esa isla, cuídense.

-Gracias por su ayuda- dijo Tengen.

El señor asintió y se retiró.

-Bien... ahora solo debemos averiguar cómo hacer que esta cosa flote hasta allá- dijo Kyojuro con las manos en la cintura, mirando el bote.

-Y tendremos que utilizar muchos, somos diez- observó Giyuu, contándolos a todos.

-Pues manos a la obra, y en silencio, esas cosas vendrán.



KNY In a Zombie Apocalypse... |De Cyn_1704|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora