Ultraviolencia

cap 3

Dabi ha empezado a acosar a Shouto. ¿Por qué? Porque Shouto es terco y no le dice ni una palabra de lo que está pasando. Dabi se ha vuelto mucho más terco con la edad y la vida en la calle, así que, naturalmente, está tomando el camino que tomarían muchas personas lógicas.  

Desafortunadamente, acechar a Shouto no es tan fácil como pensaba que sería.

Aunque UA tiene un sistema de seguridad de mierda, no puede acecharlo en la escuela sin que nadie lo note. Solo puede seguirlo a la escuela porque Shouto generalmente es llevado a casa por el conductor. Aunque al adolescente le gusta actuar como si tuviera cierta independencia caminando a la escuela y viajando en tren como todos los demás, al final del día Enji no permitirá que su preciada obra maestra arriesgue demasiado su seguridad.

Con eso en mente, Dabi no puede reunir ninguna información. Tuvo que… lidiar con un puñado de pervertidos que intentaron manosear a Shouto en el tren y, como mucho, tocarlo. Aparte de esto, no está ni cerca de averiguar de dónde se hizo ese moretón Shouto. 

Esto lo frustra más allá de lo creíble y está a punto de secuestrar a Shouto y tener conversación tras conversación hasta que finalmente revela quién lo lastimó tan gravemente.  

No es hasta que un grupo de niños (sus amigos, supone, o conocidos) convence a Shouto que las cosas se ponen interesantes. El chico de pelo azul con gafas, la chica morena y el chico de pelo verde que Shigaraki odia están con Shouto mientras se dirigen... a un maldito cine donde Dabi definitivamente no puede colarse y ver a Shouto.  

A la mierda. Su. Vida. 

¡Pfft! ¡No importa, Dabi puede esperar! De hecho, esperará y, cuando Shouto salga del teatro, estará allí esperándolo. 

"¿Por qué no puedo tener una apariencia normal, Touya?" 

Fue una pregunta que tomó a Touya por sorpresa. En realidad, no sabía qué pensar al respecto. De hecho, no tenía ni la menor idea de lo que estaba hablando Shouto. 

—¿Normalmente, Shouto? Tienes que darme algo más con lo que trabajar aquí —le dice Touya al niño. 

Han pasado tres meses desde que ignoró a Shouto en un intento de superar su enamoramiento por él, lo que terminó con Shouto perdiendo la confianza en él. Shouto está volviendo a confiar en él, pero hay momentos en los que no le dice qué es lo que realmente le pasa. Le hace preguntas vagas que Touya responde y nada más. 

Touya no está contento con este desarrollo, pero supone que es el precio que tiene que pagar por su error. 

—No importa —Shouto suspira mientras comienza a alejarse. 

Sin embargo, Touya no lo dejará irse tan fácilmente: "Dime qué quieres decir con eso, Shouto". 

No tiene la oportunidad de hacerlo. El fuerte “¡Shouto, ven aquí ahora mismo!” de su padre silencia todas las posibles respuestas. No quiere poner en peligro a Shouto, así que permite que se deje de lado el tema por ahora.  

Al día siguiente, después de la escuela, Shouto se apresuraba a regresar a casa; su madre estaba totalmente angustiada por algo que él había hecho: "Oh Shouto, ¿por qué te harías esto?".  

“Porque… ya no quiero tener una apariencia extraña.” 

Al oír esto, la preocupación de Touya se apoderó de todo su sistema. Se levantó de la cama, salió de su dormitorio y corrió hacia la sala de estar, donde su hermano pequeño estaba allí de pie con su madre, con algo... blanco en la mitad roja de su cabello.