Ultraviolencia

cap 16

La próxima vez que Dabi ve a Shouto es en un hospital, nada más y nada menos. En la enfermería de la UA, para ser exactos. Lo habían internado allí por una razón u otra. No está seguro de lo que sucedió en realidad. Toga solo dijo que terminó allí y que nadie de la Clase 1-A habló de eso con nadie. 

Por eso está a su lado, mirándolo con tanta preocupación. ¿Qué ha pasado? ¿Por qué está aquí ahora? 

Shouto tiene una vía intravenosa en el brazo, sigue durmiendo y se ve tan agotado que, sinceramente, a Dabi le tiembla el alma. A la luz de la luna que llena la habitación, se parece tanto a su madre que resulta increíble. Bueno, si su madre pareciera un cascarón roto y demacrado de sí misma, claro. 

Dicho esto, no lo despierta. Solo se queda a su lado y lo abraza durante la noche, haciendo todo lo posible para mantener alejados los terrores nocturnos. Le hace sonreír un poco cuando envuelve a Shouto con sus brazos y el otro se relaja instantáneamente o se acurruca a su lado. Le recuerda a cuando Shouto era más joven y las cosas no eran tan difíciles como lo son ahora. 

No podrá quedarse toda la noche, pero podrá quedarse todo el tiempo que pueda. Toga desactivó las cámaras de seguridad para que pueda estar aquí un rato, pero no toda la noche como él quiere. 

Se queda hasta unas horas antes del amanecer, cuando se va y deja algo para Shouto en la cama. Cree que le gustará y espera que esta noche cuente como otra en la que lo trata mejor que a la puta de su novio.

La historia detrás de que Shouto terminara en la enfermería para pasar la noche fue, simplemente, que durante un ejercicio de entrenamiento de héroes se desmayó. Es decir, todo se volvió negro al azar y todo lo que recuerda es sentir su cuerpo golpeando el suelo. Si fuera honesto, ni siquiera recuerda lo que estaba haciendo antes. Solo recuerda sentir una repentina oleada de náuseas que lo golpeó antes de caer.  

Sin embargo, recuerda lo molesto que se sintió ayer. 

Después de que Johann lo atacó, le dio un beso y le dijo:  “Te amo, cariño, por eso me preocupo y me estreso tanto por tu salud y tu dieta. Espero que lo entiendas”.  

—No, te amo. Yo también te amo, Johann. 

Llegó tarde a la escuela por primera vez desde que tuvo que dedicar más tiempo a trabajar en la mezcla de correctores de color y base para que se vieran bien sobre sus moretones. Eso y gracias a que llegó tarde, sus amigos lo miraban con preocupación, algo que él podía sentir en él mismo durante todas sus clases. 

A él no le importa que se preocupen, siempre y cuando no den lugar a comentarios constantes sobre su relación o sobre Johann. Desafortunadamente para él, eso fue exactamente lo que sucedió cuando caminaba por los pasillos. 

Midoriya siempre es el primero en intentar abrirse paso hacia él y, en el caso del Festival Deportivo, funcionó. Lo que no le gusta es oír: “Todoroki, quiero hablarte sobre algo que me ha estado molestando últimamente”. 

"¿Qué es?" 

—Yo… yo no creo que Johann sea un buen tipo —comienza con cierta incertidumbre—. Es grosero, tiene problemas con las mujeres y habla mal de los héroes… No creo que sea el indicado para ti. Creo que te controla demasiado y tú puedes hacerlo mucho mejor que él. Quiero decir, incluso Monoma sería mejor, ¿no crees?