⪼ En un mundo donde el dolor y la desesperanza parecen no tener fin, Beomgyu enfrenta una rutina diaria marcada por la crueldad y el desprecio. La constante humillación y el vacío emocional lo han llevado al borde de la desesperación, donde la lucha...
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─ ¿Quién eres? ─ gritó Hyunjin con un visible enojo.
─ Eso no te importa. ¿Por qué le hacen daño? ─ exigió el chico, su voz resonaba con furia y su mirada fija en los bullies.
Hyunjin soltó una risa sarcástica mientras miraba a Taehyun.
─ ¿Crees que un héroe de pacotilla como tú puede hacer algo? ─ respondió con desprecio.
Yeonjun dio un paso al frente, cruzando los brazos con una sonrisa despectiva.
─ Beomgyu es solo un perdedor que no merece nuestra piedad. ¿Por qué te importa tanto? ─ agregó, su tono lleno de burla.
El chico se mantuvo firme, sin dejarse intimidar.
─ Porque todos merecemos ser tratados con respeto, y no pienso quedarme de brazos cruzados mientras ustedes siguen con su crueldad ─ declaró, su voz estaba llena de convicción.
─ Vámonos ─ murmuró Yeonjun finalmente, dirigiéndose a sus compañeros. ─ Esto no vale la pena.
Con una última mirada de desprecio, los bullies se alejaron, dejando a Beomgyu y al chico solos en el pasillo.
El castaño se agachó junto a Beomgyu, que seguía en el suelo con la rodilla sangrando.
─ ¿Estás bien? ─ preguntó con un tono suave y preocupado.
Beomgyu asintió débilmente, sin poder contener las lágrimas que comenzaron a rodar por sus mejillas.
─ Gracias... No sé por qué lo hiciste, pero... gracias ─ susurró, sintiendo una mezcla de alivio y gratitud.
─ ¿Cómo te llamas? ¿Por qué lo hiciste? ─ preguntó Beomgyu, todavía aturdido y con la voz temblorosa.
─ Soy Taehyun, un gusto. No iba a permitir que esos imbéciles te traten como basura.
Beomgyu miró hacia abajo. ¿Acaso él sería la primera persona en preocuparse por él? ¿O solamente estaba jugando?
Beomgyu dejó sus pensamientos al escuchar a Taehyun hablar.
─ Ven, sube ─ dijo Taehyun, dándole la espalda a Beomgyu y ofreciéndole su ayuda para apoyarse.
Sin pensarlo mucho, Beomgyu se subió a la espalda de Taehyun, quien se levantó ágilmente.
Taehyun llevó a Beomgyu hasta la enfermería. En el camino, Beomgyu no pudo evitar llorar por aquella escena tan dolorosa y desconcertante.
Al llegar a la enfermería, Taehyun ayudó a Beomgyu a bajar de su espalda y lo acomodó en una de las camillas. La enfermera, al ver la gravedad de la herida y el estado de Beomgyu, se puso en acción de inmediato.
Mientras limpiaba y vendaba la herida, la mirada de Taehyun permanecía atenta y solidaria.
─ Debieron molestarte mucho... ─ dijo Taehyun, rompiendo el hielo.
