Pactos

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- ¿Esto es seguro Kol? - los nervios de la brujita estaban presentes ahora, la última parte del ritual sucederí­a en unos minutos. Cuando el original anuncio hace cinco horas "voy a buscarlo'' , pensó que el hechizo serí­a más adelante, dos o tres dí­as después como mínimo.

Pero Kol se habí­a mantenido recio ante el tema diciendo lo mismo una y otra vez sin dar explicaciones: "no hay tiempo, mañana puede ser tarde". Una hora después regresó con una caja de roble, en ella se encontraban todos los ingredientes. Eran extraños, los nombres de los mismos estaban escritos en galo. Fue divertido aprender los nombres de cada ingrediente, la mayoría estaban extintos en este planeta. Ejemplo de ello eran las plantas disecadas de cola del dragón de aire o la flor se sirena de estanque, las últimas muestras de esas especies fueron hace unos 150 o 167 años. El aspecto de ambas era hermoso en este estado, imaginaban cuan resplandecientes eran cuando estaban "vivas".

- Davina ya has ejecutado la parte complicada - tranquiliza a la muchacha, era verdad.

La primera parte era una meditación para ajustar su magia con la fuerza de la naturaleza invocando cada elemento y conteniéndolos en los recipientes de lapislázuli. Seguido las ofrendas para agradar a la diosa y presentar nuestra petición. Luego debí­a realizar la parte menos placentera del ritual, bautizarse como bruja de Hécate. No habí­a problema hasta el momento de obtener su marca. Nadie quiere un hierro caliente en el hombro. ¡Gracias a Hécate fue rápido y cicatrizó al segundo! Según Kol era porque recib­ la aprobación de la diosa.

- Ahora viene la fase final. Te vas a acostar dentro del pentagrama. Cerrars los ojos y te concentrarás para crear una barrera invisible. Cuando estés lista me avisas y comenzar a verter en ti los recipientes con los cuatro elementos, el objetivo es que ellos te cubran completamente. Justo en ese momento entrarás en trance y tu espí­ritu irá a la guarida de la diosa - se acerca a Davina y junta sus frentes - No te asustes, mantente tranquila. Piensa en ella como madre. En caso...- cierra los ojos - Si algo llega a pasar tengo mis métodos para sacarte de allí­, no me importa matar a quien sea .

- ¡No digas eso! - se aleja de él con una mirada divertida, mira el pentagrama desconfiada. Parecí­a parecí­a querer hablarle, sacude la cabeza y se quita los zapatos. Necesitaba sentir el frí­o suelo para relajarse. Comenzó a dar pasos cortos hasta llegar al centro del pentagrama, se deja caer lentamente en el suelo.

- Estas lista - se aproxima con el primer recipiente a los pocos minutos.

- Cuando quieras Mikaelson - sonrí­e con los ojos cerrados, podía sentir el calor del fuego, el cual no quemaba pero sentía la calidez envolver su cuerpo en forma de abrazo.


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- No esperen nada material de mi parte - advierte la doppelganger, era una simple estudiante a unos meses de entrar a la universidad. Además los Mikaelson han demostrado tener una fortuna bastante densa, algo razonable pues tení­an más de 1000 años - Sin embargo prometo alejarme de ustedes ... de Mystic Falls - el vaso de Hayley se desliza de sus manos y choca contra el suelo. Esto era demasiado, las personas de este maldito pueblo esta tomando decisiones inesperadas.

Debía irse de aquí cuanto antes, estos cambios podr­an traer consecuencias desastrosas: enemigos nuevos o adelantar sucesos indeseables como The Hollow, solo pensar en ella la hacia estremecerse.

- Estas segura - reta Hayley parándose del lugar - Alejarte de tu hogar - camina a su alrededor - Tus amigos, familia - se arrodilla a su lado. - Es una decisión difí­cil y definitiva.

- Estoy segura de hacerlo - afirma con los ojos llorosos. Era vampiro, muchas de las personas que estaban en su vida acabarían muriendo. Mejor acostrumbrarse desde ahora, se convertirí­a en una Katherine dos. Corriendo por su bien personal.

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