The Scientist | Kivi

21. Epílogo [Parte III]

Chiara

- Violeta, ¿me puedes explicar qué es todo eso?

Violeta maniobra la montaña de libros que carga en sus brazos mientras intenta cerrar la puerta de casa con el pie. Me levanto a ayudarla, porque la situación es un desastre inminente.

- Libros - Responde simplemente. Cojo una parte de la pila y los dejo encima de la mesa - Gracias, amor.

- Libros - Repito, mirando la portada del que tengo a la vista. Leo el título y suelto una carcajada.

" ¡Socorro! Somos padres primerizos "

- Pero ¿qué es esto? - Yo sigo riéndome mientras Violeta organiza en la mesa todos los libros que ha comprado.

- Es que estaba en la feria del libro, y le pregunté al de la caseta por libros para padres - Señala la pila de libros que hay a la izquierda - Y me recomendó estos.

- ¿Y esos otros? - Pregunto, señalando los que están a la derecha

- Estaban de oferta, Kiki.

Suelto una carcajada, mirándola con adoración.

- Vivi, tú eres consciente de que vamos a criar a un niño, no hacer un doctorado, ¿verdad?

Violeta se queda mirando los libros recién comprados y después me mira a mí.

- Me he pasado un poco, ¿no? - Violeta lleva una de sus manos a su barbilla.

- A little bit, yeah - Contesto. - Y normalmente el desastre de las dos soy yo.

Violeta empieza a recogerlo todo, cabizbaja y sin mirarme, y me siento fatal. La pobre solo está insegura, y mentiría si dijese que yo no me siento así a veces.

- Ay, amor. No quería ser violenta, ven.

Me siento junto a ella y pongo una mano sobre la suya.

- Un poco de lectura nunca viene mal - Le digo, y beso su sonrisa. Echo un vistazo al otro montón de libros - Como... " Consejos de supervivencia para padres adoptivos " - Ay, Vio. Sonrío y dejo un beso en su mejilla.

- Te adoro - Violeta me da un beso antes de cargar los libros y llevárselos a la habitación.

- ¡Yo más! - Respondo, alzando la voz para que pueda escucharme desde la otra habitación. La veo aparecer otra vez en el salón y estiro la mano para invitarla a que vuelva a sentarse junto a mí - Hablé ayer con Esther. Me ha dado el contacto de una asociación que organiza charlas para padres adoptivos. Te iba a preguntar si querías ir.

Violeta ríe, aún algo sonrojada, y asiente - Sí, me encantaría.

- Sé que adoptar a veces tiene unas dificultades añadidas, pero vamos a tomárnoslo con calma. Paso a paso, ¿te parece?

Violeta se mira las manos unos instantes y después sonríe. Me besa con entusiasmo y yo me dejo caer hacia atrás en el sofá mientras Violeta se acomoda en el hueco entre mis piernas. La acerco a mí con un brazo alrededor de sus hombros y ella me retira el pelo de la cara con reverencia.

- Paso a paso.

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Y es así, paso a paso, como construimos nuestra familia.

Los primeros días son difíciles. Llenos de silencios incómodos e inseguridad. Nadie está seguro de qué decir, ni cuándo, ni cómo. Mentiría si dijese que fue fácil, y sin embargo, también sé que pocas cosas que merecen la pena lo son.