mascara

7

Sé que nos volvimos dos extraños,
Sé que nuestro tiempo terminó…*

Las veces que Anahí y Alfonso volvieron a encontrarse esa mañana fueron contadas con los dedos de una mano, en ninguna ocasión hablaron, pero ese era un tema que a Alfonso no le importaba, había guardado muy bien el papel donde tenía su dirección y número de teléfono y sabía que en algún momento haría uso de el.

En la hora libre, Alfonso decidió salir para despejarse, en una sola mañana había tenido más emociones que juntando todos los hechos de su vida y necesitaba distraerse, respirar y seguir pensando en Anahí, para ahora asimilar que estaba ahí y no había sido una visión. Se sobresaltó al sentir que alguien cayó frente a él,

- Alfonso: Cuidado niño,
Ayudó al niño a pararse del suelo,
- Alfonso: ¿Estás bien?
El niño se paró y Alfonso le sacudió la ropa que había quedado entierrada,
- Sí, y no me llamo niño,
Se sobó las manos,
- Me llamo Miguel,
- Alfonso: Bueno, Miguel ¿Y dónde está tu mamá? Es peligroso que estés solo en la plaza,
- Miguel: No estoy con mi mamá, estoy con Mayra,
- Alfonso: Entonces deberías estar con ella, te puedes perder,
- Miguel: No, yo me sé cuidar,
Alfonso sonrió,
- Alfonso: Claro ¿Cuántos años tienes?
- Miguel: Ocho ¿Y tú?
- Alfonso: A ver cómo andan tus matemáticas, tengo veinte años más que tú,
Miguel se quedó pensando, sacando cuenta con los dedos,
- Miguel: ¿Veintiocho?
- Alfonso: Te ganaste un chocolate ¿Quieres?
- Miguel: No puedo,
- Alfonso: Ah, te entiendo ¿No te dejan aceptar cosas de los extraños?
- Miguel: Además soy alérgico,
Fue hacia una banca y se sentó,
- Alfonso: ¿Sí? Yo también,
Se sentó junto a Miguel,
- Miguel: ¿Tú tienes hijos?
- Alfonso: No,
- Miguel: ¿Entonces por que estás aquí?
- Alfonso: Tenía cosas que pensar,
- Miguel: ¿Qué cosas?
Alfonso lo miró,
- Alfonso: Eres muy chico para entender,
- Miguel: Otro más,
- Alfonso: ¿Por qué lo dices?
- Miguel: Mi mamá me dice que me dedique a estudiar y jugar, que cuando sea grande voy a tener suficientes problemas,
- Alfonso: Tiene razón,
- Miguel: Podría presentártela, yo creo que se caerían bien,
- Alfonso: ¿Sí? ¿Y tu papá?

Cuando Miguel iba a responderle escuchó que Mayra lo buscaba,

- Alfonso: ¿No que tú te llamas Miguel?
- Miguel: Si ¿Por?
- Alfonso: Te están llamando,
- Mayra: Hasta que te encuentro niño ¿Por qué no contestabas?
- Miguel: Estaba con mi nuevo amigo,
- Mayra: Yo no veo a nadie,
Miró a todas partes buscando a algún niño que coincidiera con la edad de Miguel,
- Mayra: ¿De nuevo con eso de los amigos imaginarios?
Miguel miró a Alfonso,
- Mayra: Ya, no molestes al caballero,
Miguel se paró de la banca,
- Mayra: Vamos,
Miguel volvió a mirar a Alfonso y él le sonrió,
- Miguel: Chao,
- Alfonso: Que te vaya bien,

Mayra tomó a Miguel de la mano y se fueron caminando, Miguel se volteó y con la otra mano le hizo seña a Alfonso, mientras él los miraba alejarse, le sonrió.

Alfonso al llegar a su departamento encendió la radio y fue hasta su cuarto para buscar ropa y darse una ducha, al sacarse la chaqueta cayó un papel al suelo, lo recogió y al abrirlo leyó la dirección y el teléfono de Anahí, después de bañarse y cambiarse, lo leyó veinte veces más, se sentó en el sillón, tomó su celular y comenzó a marcar, antes de apretar el último número paró,

- Alfonso: Seguramente me cuelga,
Colgó, tomó sus llaves y salió.

Miguel dejó sus cuadernos listos para ir al colegio el día siguiente y Anahí fue a abrirle la cama para acostarlo,

- Anahí: Miguel, te apuras para que ya te metas a la cama,
- Miguel: Pero es temprano,
- Anahí: Pero mañana hay clases,
- Miguel: ¿Y le puedo pedir a Mayra que me cuente historias de terror?
- Mayra: No, después no puedes dormir o te despiertas llorando a la media noche,
Terminó de lavar los platos y el timbre sonó,
- Miguel: Yo abro,
Dejó su mochila en el sillón y abrió la puerta,
- Miguel: ¿Tú?
- Alfonso: ¿Miguel?

Cómo sanar este profundo dolor,
Siento correr por mis venas tu respiración…*

Alfonso miró a Miguel confundido, no esperaba volver a verlo y mucho menos encontrarlo ahí. Anahí llegó al living para ver quién era,

- Anahí: ¿Quién era Mig…?
Al ver a Alfonso parado en la puerta se paralizó, miró a Miguel y luego a él,
- Miguel: Mira mamá, el es el amigo que conocí en la plaza,
- Alfonso: ¿Mamá?
- Anahí: Miguel ¿Por qué no te vas a tu cuarto?
- Miguel: Pero…
- Anahí: Ya es tarde y mañana tienes clases,
- Miguel: Mamá, yo…
- Anahí: Mamá nada,
Miguel se fue a su cuarto protestando y ahí lo alcanzó Mayra. Alfonso no dejaba de ver a Anahí sin entender nada,
- Anahí: ¿Qué haces aquí, cómo supiste dónde vivo?
- Alfonso: Ese niño te dijo mamá,
Entró y cerró la puerta,
- Anahí: Te hice una pregunta,
- Alfonso: Primero dime quién es el papá de ese niño,
- Anahí: No voy a hablar ese tema contigo,
Lo miró nerviosa, sin darse cuenta Alfonso se había acercado a ella,
- Anahí: Es mejor que te vayas,
- Alfonso: ¿Por qué estás tan nerviosa?
- Anahí: Son ideas tuyas, no estoy nerviosa,
Se alejó de él,
- Anahí: Quiero que te vayas porque no me gustaría que Miguel nos escuchara,
- Alfonso: Entonces salgamos,
- Anahí: ¿Qué?
- Alfonso: Donde sea, pero necesito hablar contigo, todavía tenemos asuntos pendientes,
- Anahí: No tenemos nada pendiente,
- Alfonso: Claro que sí,
La tomó de la mano para sacarla del departamento, pero ella se soltó antes de llegar a la puerta,
- Alfonso: Vamos,
- Anahí: Espérate, no puedo salir así,
Se alejó de él,
- Anahí: Voy a ponerme unos zapatos,
- Alfonso: Te espero,

Anahí fue a su cuarto a cambiarse las zapatillas de levantarse por unos zapatos, pasó al cuarto de Miguel para darle las buenas noches, y de paso le avisó a Mayra que saldría un momento, bajó junto a Alfonso y ambos se subieron al auto de él. Alfonso comenzó a manejar, todo el camino estuvo en completo silencio, Anahí ya sabía hacia dónde se dirigían y aunque no lo reconociera la idea de volver a estar en ese mirador, que tantos recuerdos le traía, le gustaba. Alfonso paró el motor y la miró,

- Anahí: ¿Por qué me trajiste a este lugar?
- Alfonso: Porque no tienes como irte,
- Anahí: No tiene caso que hablemos, el tiempo ya pasó y ya cambiamos,
- Alfonso: Tú cambiaste, no yo,
- Anahí: Da lo mismo, ya no somos los de antes,
Suspiró y lo miró,
- Anahí: Tú sigue con tu vida normal, yo voy a seguir con la mía,
- Alfonso: No creo que pueda seguir con una vida normal después de haberte visto,
- Anahí: Deberías intentarlo,
Miró las luces de la cuidad que brillaban abajo,
- Anahí: Después de todo tampoco te costó tanto olvidarte de mí,
- Alfonso: ¿Por qué lo dices?
- Anahí: ¿Te dice algo el nombre Sofía?
- Alfonso: ¿Acaso querías que te esperara eternamente?
- Anahí: No sé porque no me asombra que ahora estés con ella,
- Alfonso: No te traje hasta aquí para hablar de Sofía. Quiero que hablemos de tu hijo,
Anahí se tensó,
- Anahí: No tengo nada que hablar de Miguel contigo, y ya llévame a mi casa,
Se cruzó de brazos,
- Anahí: No quiero estar aquí contigo,
- Alfonso: Te voy a llevar siempre y cuando me respondas algo,
- Anahí: Pregunta de una vez,
- Alfonso: ¿Soy yo el papá de Miguel?