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Me abrazas, me hielo,
Me pides un beso y yo me quedo sin respirar*

Anahí miró a Alfonso,
- Anahí: ¿Qué te hace pensar eso?
- Alfonso: ¿Y todavía lo preguntas? Tengo razones de sobra para creer que Miguel es hijo mío,
- Anahí: No, no tienes razones para creer nada. Miguel es hijo mío y de nadie más,
- Alfonso: Claro, como si los hijos se hicieran solos,
Anahí dejó de mirarlo,
- Alfonso: ¿Por eso te fuiste?
- Anahí: Esta mañana te dije por qué me fui,
Aunque por dentro temblaba, su voz sonaba firme,
- Anahí: Si no me crees es tu problema,
- Alfonso: Te dio miedo lo que fuera a pasar y decidiste arrancarte, ¿Verdad?
- Anahí: Alfonso, me estás asfixiando,
- Alfonso: Entonces contesta de una vez,
- Anahí: No,
Respiró hondo,
- Anahí: No es hijo tuyo,
- Alfonso: No te creo. Hace un poco más de ocho años te fuiste, ahora llegas con este niño que tiene la misma edad, sé que nunca me engañaste,
- Anahí: No estés tan seguro,
- Alfonso: ¿Y qué me dices de su alergia al chocolate?
- Anahí: No sé de que alergia me hablas,
- Alfonso: La misma alergia que tengo yo, la tiene Miguel,
- Anahí: ¿Tú como sabes eso?
- Alfonso: Eso no importa, responde,

Anahí se bajó del auto y empezó a caminar de un lado a otro, Alfonso la siguió,
- Alfonso: ¿Te piensas ir caminando?
- Anahí: Ganas no me faltan,
- Alfonso: ¿Tanto te cuesta responder una pregunta?
- Anahí: Ya te respondí, deja de estar molestándome y llévame a mi casa,
- Alfonso: No, hasta que me digas la verdad,
- Anahí: Ya te dije,
Lo miró,
- Anahí: Miguel no es tu hijo,
La voz le tembló al ver la cara de decepción de Alfonso y contempló la posibilidad de retractarse y decirle la verdad, pero desechó esa idea al recordar la carta que aún guardaba y continuó firme,
- Anahí: Y si me fui es porque me di cuenta que no te quería,
Alfonso tragó en seco, él siempre hubiera puesto las manos al fuego por Anahí, y escuchar lo que ella le decía y con la frialdad que le hablaba lo estaba destrozando, se apoyó en el capó del auto y Anahí se acercó un poco a él,
- Anahí: Tú me dijiste que querías la verdad, ahí está.
Alfonso la miró entrecerrando los ojos y apretando la mandíbula,
- Alfonso: ¿Entonces quién es el papá de Miguel?
- Anahí: No pienso responder más preguntas, no importa de quién sea hijo,
- Alfonso: Claro que sí importa,
La tomó del brazo bruscamente y la miró a los ojos, estaba notablemente enojado. Anahí se sobresaltó,
- Alfonso: Sólo si me dices de quién es, te voy a dejar a en paz,

Anahí lo miró, tanta proximidad con él hacía que el corazón le latiera con más fuerza y Alfonso en ese momento, pudo notar lo nerviosa que estaba. Anahí intentó soltarse, pero él no se lo permitió y con la otra mano le tomó la cintura pegándola a su cuerpo,

- Anahí: Suel…
Tragó y suspiró,
- Anahí: Suéltame,
- Alfonso: No

Pegó su frente a la de ella. Anahí ya presentía lo que Alfonso pretendía hacer y por un momento se odió por desear ese contacto, sintió los labios de él rozar con los suyos y sin pensarlo cerró los ojos al igual que Alfonso, aunque en un principio puso resistencia después de unos segundo dejó de luchar contra lo que estaba pasando, lo abrazó y separó los labios para sentir las caricias de la lengua de Alfonso en el interior de su boca, se aferró aún más hacia él y saboreó sus labios.

*Sólo quédate in silencio cinco minutos,
Acaríciame un momento, ven junto a mí,
Te daré el último beso, el más profundo,
Guardaré mis sentimientos y me iré lejos de ti*

El amor seguía vivo, y en ese minuto lo habían confirmado, miles de recuerdos vinieron a la mente de ambos, si hubiesen podido parar el tiempo, en ese momento, ambos lo hubieran hecho. Anahí lo abrazó aun más si es que eso era posible, para poder sentirlo más cerca. Alfonso acarició su cintura con ambas manos y luego las subió por su espalda, se separó unos milímetros juntando su frente con la de ella, pero ninguno de los dos abrió los ojos,

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