Parte sin título 35

67 7 2
                                    





*Me crecen las alas desde la raíz,
Porque creo ciegamente en ti*

- Miguel: Troy,
- Anahí: ¿Qué?

Alfonso se echó a reír y Miguel siguió desayunando su yogur con cereales,

- Miguel: Sí, quiero que se llame Troy,
- Anahí: Pero...
- Miguel: Igual que en high school musical,
- Anahí: Si mi amor, pero estamos hablando de tu hermanito,
- Miguel: Si lo sé, y así quiero que se llame,
- Anahí: No Miguel,
- Miguel: ¿Por qué no?
- Alfonso: Digamos que no es un nombre muy común,
- Miguel: ¿Entonces para qué me preguntan?
- Alfonso: Queríamos saber tu opinión,
- Miguel: Umm, pero no les gustó el nombre que yo quería,
- Alfonso: No es que no nos guste, pero...

Miró a Anahí, evidentemente él tampoco le quería poner Troy a uno de los bebés, pero tampoco quería que Miguel se sintiera ofendido por rechazar su propuesta,

- Anahí: Es que ya habíamos pensado otros nombres,
- Alfonso: Pero para más adelante tal vez con otro hermanito...
- Anahí: ¿Qué?
Lo miró,
- Anahí: Ni lo sueñes,
- Alfonso: ¿Lo del nombre o lo del otro hermanito?
- Anahí: Ninguno de los dos,

Miguel miró a Alfonso y él se encogió de hombros,

- Anahí: Con tres ya es más que suficiente,
- Miguel: Ah que aburrida,

Se levantó de su puesto y se fue a cepillar los dientes, Anahí se quedó mirándolo. Luego Alfonso lo fue a dejar al colegio para después irse a trabajar.

- Mayra: Que mala eres Anny,

Se hizo un café y se sentó a la mesa, Anahí la miró,

- Mayra: ¿Por qué no te gusta el nombre Troy?
- Anahí: No sé como no se me ocurrió pensar que a Miguel le encanta esa película y seguramente pensaría en ese nombre,
- Mayra: ¿Cómo se escucha Troy Herrera Puente?
- Anahí: Ay Mayra, que horror ¿Crees que se haya sentido mal?
- Mayra: En unas horas se le pasa,
Le dio un sorbo a su café,
- Mayra: Cuando tus otros dos hijos estén grandes les van agradecer el no haberle hecho caso a Miguel,
- Anahí: Sí, yo también creo.

Para Alfonso la mañana se pasó rápido, ni siquiera había tenido tiempo para conversar con Christopher o con cualquier otro de sus compañeros de trabajo, en cambio a Anahí se le hizo eterna. No estaba acostumbrada a quedarse en casa, apenas Miguel nació había comenzado a trabajar y después de un tiempo había logrado estudiar lo que siempre le había gustado, pero sin dejar de trabajar, siempre estaba ocupada en algo y nunca había querido tomar vacaciones. Aunque en un comienzo tuvo el apoyo de sus padres y luego que estos se fueran a vivir a Estados Unidos habían seguido ayudándola, Miguel era responsabilidad de ella y de nadie más.

Alfonso estaba esperando a Anahí en la puerta del registro civil, habían quedado de acuerdo al medio día para ponerle fecha y hora al matrimonio, pero ya comenzaba a ponerse nervioso, se caracterizaba por ser muy puntual y ya llevaba quince minutos esperándola, pero las reiteradas náuseas matutinas la habían retrasado, le marcó al teléfono celular y terminar de poner el último número la vio aparecer,

- Anahí: Perdón por la hora,
- Alfonso: Al fin,
La besó en los labios,
- Alfonso: Ya me tenías preocupado,
- Anahí: Me imagine, pero no me sentía muy bien,
- Alfonso: ¿Qué te pasó? ¿Quieres que vayamos al doctor?
- Anahí: No es para tanto, son cosas normales,
- Alfonso: ¿Estás segura?
- Anahí: Sí, pero mejor ya entremos,
Lo tomó de la mano,
- Anahí: Me muero de las ganas por avisarle a todo el mundo,
- Alfonso: Yo también, vamos,

Le sonrió y después de besarla nuevamente entraron a la oficina del registro civil en donde en cosa de minutos el tan esperado momento para ambos ya tenía fecha y hora, ahora sólo faltaba que todo por fin saliera como ellos esperaban.

mascaraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora