Capítulo 5

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-¿Mi amada Jina que te trae a palacio a estas horas de la noche? - dijo el alfa sonriendo ladinamente.

- Sabes a lo que vengo Namjoon, es hora de que paguemos nuestros pecados en el infierno.-Atacó la alfa -

- Supongo que manejamos información distinta, te atenderia tus plegarias pero justo ahora mi omega y mi hijo me esperan... sabes que el "destino nos llama."

-Sabes bien que ese trono nunca te perteneció, tu madre aprovecho la enfermedad de mi madre para tomar su lugar.

- Te propuse gobernar y devolverte, estábamos destinados, pero preferiste a ese omega sin título.

- ¡Mentira!, mi padre prefirió ahogar la muerte de mi madre, en los brazos de esa mujer, cuando teníamos la edad ese trono era mío pero la propuesta que salio de los labios de esa mujer no fueron más que tonterías. Mi padre sabía que no éramos hermanos de sangre y unirnos fue su error, asi que le dije que no me uniría a ti que yo lo amaba a él , sin importar que fuera el hijo del mistro, pero tú te obsesionaste con el poder y endulzaste los oídos de mi padre con" un herdero digno y fiel " con tal de ganar y mírate ahora! Estoy lista para ver caer tu imperio Kim.

- ¿ Y huir con ese bastardo te ayudó? Te recuerdo que observo los pasos de tu preciado hijo. Pudiste recuperar un título decente gracias a que yo así lo quise, admito que aplaudi tu entereza al volver con ese engendro en brazos, hubiera preferido que heredará mis orbes carmesí pero terminó siendo una copia exacta del omega que tomaste por esposo, es una verdadera lástima, afortunadamente para los dos ambos tenemos a nuestros herederos, aún podemos unirnos y gobernar, sabes que este mundo merece mandatarios reales papá lo decía que las razas puras tenían los mejores, aún podemos unir a nuestros hijos y quizás...

- Verdaderamente estás jodido Namjoon crees que mi hijo será tu objeto, luche mucho para que conociera los bajos mundos que se esconden en la corona, estas equivocado si crees que podrás tener el control total de este reino por mucho tiempo.

- Parece ser que olvidas un detalle querida "hermanita " si nuestros hijos son destinados eventualmente se volverán la debilidad el uno del otro... quien te asegura que tu hijo te será fiel, puedo hacer que su omega te despoje de todo lo que has logrado.

- ¿Por cierto sabias que el pequeño Yoongi, lee novelas románticas y cuentos sobre los destinados ?, al parecer las clases de diplomacia no son de su total interés, creo que olvidas que tú y yo somos parecidos, sé que tu ego es quien busca recuperar la corona pero solo usas a tu patético hijo para vivir una realidad que nunca será .

- La alfa frunció el seño -¿ Crees que eso lo hace menos merecedor a su trono?, no me da miedo quedarme sin nada " su majestad", afortunadamente mi hijo se parece a su padre y estoy segura de su gran corazón, no dudo ni por un segundo que será mejor que cualquier otro gobernante...pero yo, me pregunto ¿que dirá tu omega de todo esto?, realmente les has presentado al verdadero Namjoon... aquel joven que asesino a mi verdadero hermano para tomar su puesto... También conozco tus debilidades "hermanito", así que la próxima vez recuerda que el pasado vuelve y te cobra cada pequeño movimiento.

La condesa hizo su jugada, pero falta la suya estaba seguro que no perderia... había consultado a multitud de chamanes que le aseguraban la profecía sobre el nuevo rey, y solo era cuestión de tiempo para que los "destinados" escribieran su propio calvario.

• Porque hasta la roca más sólida tiene su punto débil.

Un padre cariñoso puede hacer que su pequeño omega sea dócil y moldeable , solo quedaba esperar y aferrarse a que su linaje cumpliera con lo que tanto soño y eso ni su patética "hermana" y su iluso omega se lo iban a impedir.

- Su majestad, su alteza ha llegado - anuncio el guardia- Y como usted lo pidió el Joven Wang también está esperando...

- Perfecto , puedes retirarte-

El Alfa debía hacer cuidadosamente cada movimiento de ahora en adelante pues tenía a su "hermana" vigilando sus pasos.

★•°~ Los hilos rojos del destino pueden enredarse más nunca romperse.

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