Capítulo 4

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La fiebre no cede, y Yoongi no deja de mencionar al omega, mi pequeño océano encontró a su destinado y lo único que recuerdas es dos Omegas y un alfa de los cuales no recuerdas el rostro, nombre o familia al que pertenecen

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La fiebre no cede, y Yoongi no deja de mencionar al omega, mi pequeño océano encontró a su destinado y lo único que recuerdas es dos Omegas y un alfa de los cuales no recuerdas el rostro, nombre o familia al que pertenecen ... ¿Estas seguro que estabas cerca? -bocifero la alfa Min-

- Lo siento tía solo recuerdo que quería que mi primo volviera a casa lo antes posible.

- Está bien Hop hiciste lo correcto
Aun tenemos una solución.

- Tía de verdad eso pasara ?

-Debemos esperar esta noche no lo descuides o se ira en busca de su omega.

- No lo haré lo prometo.

- Debo preparar algunas cosas más y Jung ... incluso si te ruega no dejes que salga.

El olor a petricor era algo denso en aquella cabaña y un joven inexperto sufria las consecuencias de su rutina, tenía que marcar, morder.. su lobo lo llevó al borde de la locura, si el no podía salir, llamaría a su omega de eso estaba seguro tenían un lazo y el coloco estrategicamente algo en la manga de aquel omega un pequeño dije de estrellas el cual contenía su aroma y lo llevaría hasta el sin importar la distancia.

La pregunta era ¿aquel omega realmente lo haría?.

-" Ven a mi preciosa luna unamos nuestros mundos y fundemos el imperio que todos merecen, inunda con tu luz este oscuro bosque de pesares que sin tu presencia es el sepulcro mismo."

Mientras tanto el Alfa Jung murmuraba plegarias para que la condesa sea lo que fuera que hacía no demorara, pues su preciado primo ahora yacía blanco cuál pergamino y sus colmillos estaban cada vez más pronunciados. El incierto destino estaba haciendo de las suyas una vez más

De pronto miro su brazo derecho y aquella profecía se estaba dibujando cual maldición para su dinastía.

Si su primo sobrevivía le esperaría un tumulto de tormentos, pero ahora lo verdaderamente importante era encontrar aquel símbolo en un omega con olor a flores de azar.

La condensa Min estaba nerviosa pues su pequeño océano tenía su primer rutina real y si la profecía era real el conde Min sería grande en dominio e imperio, pero había un costo y si ella podía cambiar aquel destino, estaba dispuesta a todo. Quizás su hijo algún día la entendería y tal vez siendo un poco ambiciosa la perdonaría también.

Mi pequeño océano tendrá el trono que le corresponde por ley y tú lo sabes mi querido "destinado"... solo espera y veras.
Si tu ambición le ganó a nuestro destino estoy feliz de que nuestros herederos sean distintos, así que mi querido Nam ... Nos vemos en el infierno.

Una pequeña jugada del destino que puede ser un trago amargo para algunos y una bendición para otros, todo aquello visto desde cualquier punto era un caprichoso destino que dos destinados hilaron para su encuentro futuro.

Alfa y omega creados para su unión... ¿podrían burlar aquel destino ?

Un lobo despertó desde aquel horizonte . Sus orbes salpicaban pequeñas gotas carmesí dentro de aquel dorado cual oro y sus pequeños colmillos amenazaban la tierna carne de sus labios.

Aquella figura se teñía en su brazo izquierdo, emblema de su compromiso con el destino.

Un dragón rojo de 5 garras y una media luna en su cabeza el emblema de los reyes que cambiarían el destino de un imperio..

Una joven chamana sonreía al final de aquel túnel, ¿serán capaces de romper aquella maldición que los persigue a pasos agigantados?.

Un rey alfa estaba seguro que su pequeño omega llegaría a quitarle el poder y debía hacer todo por mantener su liderazgo a flote incluso si esto significa terminar con su propia familia.

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