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La escena frente a los ojos de Vegas, de alguna forma hicieron que todas sus esperanzas se cayeran. Aquel hombre alto, de nombre Arm y su exesposo, estaban besándose. Claro que eso no era ni la quinta parte de lo que seguro Pete sufrió al verlo en la cama con otra y claro que en ese momento las circunstancias eran otras, actualmente ya no eran nada.

Vegas tosió un poco incómodo y el pequeño pelinegro se aferró a la mano de su padre.

—Venice, ¿dónde te habías metido? —Pete corrió hacia su pequeño y lo abrazó fuertemente. —No vuelvas a huir así, no sabes lo preocupado que estaba.

—Perdón papi —dijo el pequeño pelinegro mientras limpiaba las lágrimas que caían por sus mejillas. —Pero no tienes por qué llorar, ya tengo a mi otro papi que igual me va a proteger siempre.

La mirada del pelinegro se dirigió a Vegas, quien seguía en silencio viendo la escena.

—Me alegra que estes b-

—¿Tú que haces aquí? ¿Cuándo te vas a ir?

—Venice, no empieces por favor —Pete lo regañó y el pequeño regresó al lado de Vegas, tomando su mano nuevamente.

—No te preocupes, amor. Es pequeño y creo que es momento de decirle la verdad.

—¿Verdad? —esta vez fue Vegas quien habló.

—No nos hemos presentado formalmente —dijo el peligris estirando su mano. —Soy Arm Ponpiboon, el prometido de Pete.

—Mucho gusto, soy Vegas Theerapanyakul.

Ambos hombres se dieron las manos; el peligris miraba con recelo al Theerapanyakul, quien lo veía de una forma algo inusual. Por otro lado, el menor se quedó en silencio al ver como el ambiente se transformaba a uno incómodo.

Lo único que quería hacer era desaparecer con su hijo.

—Felicidades supongo, por su futuro matrimonio —dijo Vegas luego de varios segundos.

—¿M-matrimonio? —Venice habló mirando a todos los adultos presentes.

—Hijo escuch-

—¡Me prometiste que no te ibas a casar con él!

—Venice por favor, habl-

—¡No! ¡Eres un mentiroso! —las lágrimas no se hicieron esperar y Vegas no pudo evitar tomarlo en brazos.

El menor se aferró al cuello de su padre, comenzó a llorar sobre su cuello y ninguno de los adultos presentes supo cómo actuar. Pete, quien era quien más lo conocía, tampoco supo que hacer en ese momento, ya que él jamás había llorado de esa forma.

Vegas acaricio su cabello en un intento de consolarlo, lo cual fue en vano.

—Pete, ¿dónde queda su habitación? —preguntó en un susurro al ver que su hijo no dejaba de llorar.

—Arriba, es la segunda puerta de la derecha.

El pelinegro asintió y comenzó a caminar por la dirección que le había dicho el menor.

Poco a poco el llanto dejó de escucharse tan fuerte y Pete suspiró un poco más tranquilo, sin dejar de pensar en qué era lo que hacía que Venice llorara de esa forma. Si bien era consciente de que a su hijo nunca le agradó Arm, nunca logró entender el porqué de su actuar con él.

Arm Ponpiboon siempre se había portado de una forma muy dulce y amable con él.

—Será mejor que te vayas, Arm.

—¿Estarás bien? No quiero dejarte solo con tu exesposo y con Venice en esta situación.

—Soy un adulto, sabré manejarlo.

Forget or Love [VegasPete]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora