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Pete se había llevado a Venice a casa, quien estaba profundamente dormido. Al llegar a su pent-house, fue directamente a la habitación de su hijo, le quitó los zapatos y lo acostó para que pudiera dormir cómodamente.

Acarició su mejilla suavemente; él era lo más importante que tenía y el resto de las personas quedaba en segundo plano, nadie ocuparía el lugar de su hijo. Durante ocho años lo vio crecer, reír y llorar.

Mientras lo veía dormido, su corazón se oprimió, verlo tan chiquito y tranquilo; su felicidad estaba por encima de cualquier cosa y era más que obvio que el casarse con Arm iba a arruinar su felicidad. ¿Cómo iba a obligar a su hijo a aceptar a alguien que no quería? No iba a condenarlo a ese sufrimiento.

Otra de sus opciones era hacer los papeles para que Venice se quedara en Tailandia con Vegas. ellos merecían una oportunidad de compartir, de disfrutar esos momentos padre e hijo que de alguna forma les había privado de vivir, pero no quería estar lejos de él, era su príncipe. ¿Cómo iba a alejarse de él?

Se acostó a su lado y lo abrazó, con ganas de marcar ese momento para siempre en su memoria.

A la mañana siguiente, se levantó temprano para ir a la cita que tenía con Jackson, sobre la construcción y la nueva colección de ropa que se había diseñado. Dejó a su pequeño aun dormido, pero con el desayuno hecho. No confiaba en dejarlo solo en el pent-house, así que llamó al celular de Porsche.

—¿Bueno? —fue la voz semidormida de su amigo.

—Porsche, necesito que vengas a mi casa. Tengo que ir a una reunión a la empresa de Jackson y Venice está solo y dormido.

—Pero despiértalo, duuuh.

—Nooooo, mi bebé debe descansar bien.

—Bueno, me levanto y voy. No te preocupes —le dijo y en efecto comenzó a levantarse de la cama. —Por cierto, cuando llegues tengo que decirte algo.

—Bien, esperare con ansias esa noticia.

Colgó.

Dejó una nota sobre el desayuno de la mesa, que decía:

"Tengo una buena noticia para ti, estrellita. Hice este desayuno con todo mi amor, nos vemos en la tarde, mi niño".

Te ama, Pete

Salió de su departamento, tomó su auto y se dirigió hasta la empresa, eran las 09:40 am, le daban minutos suficientes para poder llegar y alistar todo el material que sería presentado para Jackson.

Iba a ser un día complicado, ya que no solo finalizarían el proyecto de Jackson, sino porque había decidido no casarse con Arm, aunque estuvieran a solo una semana de casarse, no podía hacerlo. Se había dado cuenta de lo infeliz que sería su vida al lado de él. Pete no lo amaba, lo apreciaba como a todas sus parejas, pero ¿Amor? No, ese cariño no estaba ni cerca en convertirse en aquella palabra.

Estacionó su auto y entró a la empresa, donde todos los empleados lo saludaron con el debido respeto que el menor se había ido ganando.

—Buenos días Mina, ¿Jackson llegó?

—Señor Pete buen día. Si, el señor Jackson llegó hace 20 minutos, está en la sala de juntas, esperándolos a usted y al señor Vegas.

—¿Vegas ya llegó?

—No, aún no ha llegado y tampoco llamó para avisar si iba a llegar tarde.

—Está bien, avísame cuando llegue por favor.

Forget or Love [VegasPete]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora