Obsesiones peligrosas

CAPITULO 7: Juegos de Poder

"Narrado por katherina"

La noche había caído sobre Dublín, y la ciudad estaba envuelta en una bruma fría que intensificaba la atmósfera de misterio y tensión que había permeado la última semana. Katherina, Jade y Caroline se encontraban en la biblioteca de la universidad, trabajando hasta tarde en la investigación. La pasión por desentrañar el enigma de las desapariciones y las complicaciones personales que cada una estaba enfrentando les mantenían ocupadas, pero el cansancio era palpable en sus rostros.

-No hemos encontrado nada nuevo -dijo Caroline, frotándose los ojos cansados mientras miraba los documentos extendidos sobre la mesa-. Parece que estamos dando vueltas en círculos.

Jade, que había estado revisando un viejo archivo de periódico, levantó la vista con una chispa de esperanza.

-No exactamente. Encontré algo interesante sobre una antigua familia aristocrática que tenía propiedades en la zona. Mencionan algunas conexiones con la desaparición de personas en el pasado. Tal vez esto pueda darnos una pista.

Katherina, que estaba sumida en sus propios pensamientos, asintió con interés pero sin mucho entusiasmo. La conversación había sido una distracción bien recibida, pero su mente seguía volviendo a los eventos de los últimos días. La atracción hacia Axel y Hudson seguía siendo una sombra en su mente, nublando su concentración y su capacidad para trabajar de manera efectiva.

-Eso suena prometedor -dijo Katherina, tratando de enfocar sus pensamientos-. Necesitamos investigar más a fondo esa conexión con la familia aristocrática. Tal vez haya algo en los archivos históricos que pueda relacionar a Axel y Hudson con esta familia.

La noche se alargó mientras las chicas trabajaban diligentemente, revisando viejos documentos y cruzando información. El reloj marcaba las dos de la madrugada cuando finalmente decidieron tomar un breve descanso. Katherina salió de la biblioteca y se dirigió a la cafetería del campus para tomar un café, con la esperanza de despejar su mente.

Al llegar a la cafetería, se sorprendió al encontrar a Axel y Hudson sentados en una mesa, aparentemente relajados mientras disfrutaban de una conversación tranquila. La presencia de los hermanos en ese lugar a altas horas de la noche la sorprendió y la inquietó. ¿Qué estaban haciendo allí?

Axel la miró desde la mesa con una expresión enigmática, sus ojos oscuros fijos en los de Katherina. Hudson, notando la presencia de Katherina, se inclinó hacia adelante con una sonrisa seductora.

-¿Katherina? -dijo Hudson-. Qué sorpresa verte por aquí a esta hora. ¿Todo bien?

Katherina se obligó a mantener la compostura y se acercó a ellos con una actitud cortés pero distante.

-Sí, solo necesitaba un café. ¿Qué hacen ustedes aquí?

-Solo queríamos cambiar de ambiente -respondió Axel, su mirada penetrante haciendo que Katherina se sintiera incómoda-. El campus es un lugar interesante para relajarse un poco. ¿Te gustaría unirte a nosotros?

Katherina dudó por un momento. La atracción que sentía por ellos estaba haciendo que su mente estuviera en un estado de confusión, y la idea de estar cerca de ellos en un entorno más relajado la perturbaba. Sin embargo, decidió unirse a ellos, pensando que podría obtener alguna información valiosa y al mismo tiempo mantenerse alerta.

Se sentó en la mesa, aceptando una taza de café que Axel le ofreció con una cortesía que parecía casi demasiado calculada.

-Gracias -dijo Katherina, tomando un sorbo del café mientras trataba de mantener una conversación ligera-. Entonces, ¿qué les trae al campus a estas horas?