Obsesiones peligrosas

CAPITULO 9: Trampa y Deseo

Narrado por Axel

La mansión estaba en silencio, apenas iluminada por la suave luz de la luna que se filtraba a través de las ventanas. Había algo inquietante en el ambiente, una tensión que no podía ignorar. Habíamos llegado demasiado lejos en este juego, y ahora Katherina estaba más cerca de la verdad de lo que era seguro para ella. Miré a Hudson, mi hermanastro, mientras nos preparábamos para lo que venía.

—Katherina no se va a detener —dije en voz baja, observando su perfil a la luz de la lámpara—. Está decidida a descubrir la verdad.

Hudson se rió entre dientes, una risa que siempre tenía un matiz de burla y oscuridad.

—Lo sé, Axel. Pero eso es lo que la hace tan... intrigante. Su determinación, su pasión. Es un reto.

Sentí una mezcla de emociones ante sus palabras. La atracción que sentía hacia Katherina era innegable, pero también estaba teñida de preocupación. No quería que se involucrara demasiado en nuestros asuntos, pero también había algo irresistible en ella que me atraía sin remedio.

Hudson se acercó a la ventana, mirando hacia el exterior. La luz de la luna iluminaba su rostro, resaltando su belleza casi etérea. Su presencia siempre había sido magnética, pero desde que Katherina había entrado en nuestras vidas, algo había cambiado.

—Ella viene esta noche —dijo Hudson, volviéndose hacia mí—. Tenemos que estar preparados.

Asentí, sintiendo una oleada de anticipación. Katherina había aceptado nuestra invitación a cenar, una oportunidad perfecta para acercarnos a ella y, quizás, desviar su atención de nuestra familia. Pero sabía que no sería fácil.

Narrado por Hudson

La mesa estaba dispuesta con elegancia, el ambiente cuidadosamente preparado para la llegada de Katherina. Axel y yo habíamos planeado cada detalle, desde la iluminación suave hasta la música de fondo, todo diseñado para crear una atmósfera que la desarmara.

Cuando el timbre sonó, intercambiamos una mirada rápida. Me acerqué a la puerta y la abrí, recibiendo a Katherina con una sonrisa que pretendía ser amable, aunque mi corazón latía con fuerza.

—Bienvenida, Katherina —dije, extendiendo la mano para tomar su abrigo—. Me alegra que hayas podido venir.

Ella me devolvió la sonrisa, aunque sus ojos reflejaban una mezcla de curiosidad y cautela. Era evidente que no estaba completamente cómoda, pero su determinación seguía siendo palpable.

—Gracias por invitarme —respondió, su voz firme.

La guié hacia el comedor, donde Axel la esperaba. Al verla, sus ojos oscuros brillaron con una intensidad que siempre había encontrado fascinante.

—Katherina —dijo Axel, inclinando ligeramente la cabeza en señal de saludo—. Es un placer tenerte aquí.

Durante la cena, la conversación fue fluida, pero había una tensión subyacente que ninguno de los tres podía ignorar. Katherina era inteligente, perspicaz, y aunque tratábamos de mantener la charla en temas triviales, sabía que estaba analizándonos, tratando de descubrir nuestros secretos.

Después de la cena, la llevamos a la sala de estar, donde el ambiente era más relajado. La tensión parecía disiparse ligeramente mientras compartíamos una copa de vino. Sentí que era el momento adecuado para acercarnos más a ella, para romper las barreras que todavía mantenía.

Narrado por Axel

Hudson se sentó a su lado en el sofá, su proximidad intencional, cargada de una energía palpable. Yo me acomodé en el otro extremo, creando un triángulo de tensión y deseo en el aire.