CAPITULO 10: Revelaciones y Tentaciones

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Narrado por Jade

Los días pasaban rápidamente, y con cada uno, la sensación de urgencia y peligro crecía. Katherina, Caroline y yo estábamos más decididas que nunca a descubrir la verdad detrás de las desapariciones, pero también nos enfrentábamos a nuestras propias tentaciones y deseos.

Esa tarde, mientras revisábamos algunos documentos en nuestra habitación, Caroline se levantó de golpe, sus ojos brillando con una mezcla de excitación y miedo.

-Jade, mira esto -dijo, mostrándome un artículo antiguo de un periódico local-. Hablan de una serie de desapariciones similares en los años 80. Y adivina qué... el nombre de la familia de Axel y Hudson aparece mencionado.

Leí rápidamente el artículo, mi corazón acelerándose con cada palabra. Era una conexión clara, pero también era peligrosa. Estábamos tocando algo mucho más grande y oscuro de lo que habíamos imaginado.

-Esto es increíble, Caroline -dije, sintiendo una mezcla de admiración y temor por su tenacidad-. Pero debemos tener cuidado. No sabemos hasta qué punto están involucrados Axel y Hudson, ni qué podrían hacer si descubren que estamos investigando.

Caroline asintió, su expresión decidida.

-Lo sé, Jade. Pero no podemos detenernos ahora. Debemos seguir adelante y descubrir la verdad, cueste lo que cueste.

Decidimos dividirnos para cubrir más terreno. Caroline se encargaría de investigar más sobre las conexiones históricas, mientras yo buscaría información contemporánea sobre la familia y sus actividades actuales.

Más tarde esa noche, después de pasar horas en la biblioteca, me encontré caminando hacia el bar donde trabajaba Bexley. Había algo en ella que me atraía de una manera que no podía explicar. Era seductora, misteriosa, y cada encuentro con ella dejaba una marca indeleble en mi mente.

Al entrar al bar, la vi detrás de la barra, sirviendo bebidas con una sonrisa encantadora. Cuando nuestros ojos se encontraron, su sonrisa se volvió más intensa, y supe que esta noche sería diferente.

-Jade -dijo Bexley, acercándose mientras yo me sentaba en un taburete-. ¿Qué te trae por aquí tan tarde?

-Necesitaba un respiro -respondí, tratando de mantener mi voz tranquila-. Y pensé que un poco de compañía no me vendría mal.

Bexley rió suavemente, su mirada penetrante y seductora.

-Bueno, siempre es un placer tenerte aquí. ¿Te sirvo lo de siempre?

Asentí, observándola mientras preparaba mi bebida con movimientos hábiles y precisos. Había algo hipnótico en ella, algo que me hacía olvidarme de todo lo demás.

Después de un par de copas, Bexley se inclinó hacia mí, sus labios rozando mi oído.

-Tengo un descanso ahora. ¿Quieres acompañarme a la parte trasera?

Mi corazón dio un vuelco, y sin pensarlo dos veces, la seguí a través de la puerta que conducía a una pequeña habitación detrás del bar. La tensión en el aire era palpable, y cuando la puerta se cerró detrás de nosotros, supe que estaba entrando en un territorio peligroso y excitante.

Bexley no perdió tiempo. Se acercó a mí, sus manos acariciando mi rostro mientras sus labios se encontraban con los míos en un beso apasionado. Sentí su deseo, su necesidad, y me dejé llevar por la oleada de sensaciones.

Sus manos recorrieron mi cuerpo, deslizándose por debajo de mi ropa, despertando cada nervio. Respondí con la misma intensidad, mis manos explorando su piel suave y cálida. Nos movimos juntos, enredándonos en una danza de deseo y pasión.

Nos dejamos caer sobre un viejo sofá, nuestras respiraciones rápidas y entrecortadas. Bexley se deshizo de mi ropa con movimientos rápidos y seguros, y yo hice lo mismo con la suya, hasta que no quedó nada entre nosotras más que piel contra piel.

Sus labios y manos exploraron cada rincón de mi cuerpo, llevándome a un estado de éxtasis que nunca había experimentado antes. Cada caricia, cada beso, intensificaba el deseo que ardía dentro de mí. La sensación de su piel contra la mía, sus gemidos de placer mezclándose con los míos, todo se unió en un clímax abrumador.

Cuando finalmente nos desplomamos una junto a la otra, nuestras respiraciones aún agitadas, sentí una conexión profunda con Bexley, algo que iba más allá de lo físico. Ella me miró con una sonrisa satisfecha, sus ojos brillando con una mezcla de ternura y deseo.

-Eres increíble, Jade -susurró, acariciando mi mejilla-. Espero que esto no sea solo una vez.

Sonreí, sintiendo una oleada de emoción y anticipación.

-No lo será, Bexley. Esto es solo el comienzo.

Más tarde, esa noche

Regresé a la residencia con una mezcla de satisfacción y preocupación. La conexión con Bexley era intensa y real, pero también sabía que debía mantenerme enfocada en nuestra misión. Encontré a Caroline todavía despierta, rodeada de libros y documentos.

-¿Encontraste algo nuevo? -pregunté, sentándome a su lado.

Caroline asintió, levantando un documento antiguo.

-Sí, parece que las desapariciones no son un fenómeno nuevo. Hay patrones que se repiten cada pocas décadas, y siempre hay algún tipo de conexión con la familia de Axel y Hudson. Necesitamos hablar con Katherina y planear nuestro siguiente paso.

Asentí, sintiendo la gravedad de la situación.

-Tienes razón. Esto es más grande de lo que imaginamos. Debemos tener cuidado y estar preparadas para cualquier cosa.

Mientras nos sumergíamos de nuevo en la investigación, sentí una determinación renovada. La verdad estaba ahí fuera, oculta entre sombras y secretos, y estábamos más cerca de descubrirla. Pero también sabía que las tentaciones y los deseos personales podían complicar nuestro camino. Aun así, estaba dispuesta a enfrentarlo todo, siempre que estuviera junto a mis amigas, enfrentando las sombras juntas.

La noche era joven, y el peligro acechaba en cada esquina. Pero con Caroline y Katherina a mi lado, sabía que podíamos enfrentar cualquier cosa y salir adelante, sin importar el costo.

Obsesiones peligrosasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora