"Narrado por katherina"
El primer rayo de sol atravesaba las cortinas de la habitación de Katherina, despertándola suavemente. Abrió los ojos y se encontró pensando nuevamente en los hermanos. Axel y Hudson eran un misterio que ansiaba desentrañar, pero sabía que debía proceder con cautela. La investigación sobre las desapariciones en el campus también pesaba en su mente. Desayunó rápidamente y se dirigió a encontrarse con Jade y Caroline para discutir su plan de acción.
Katherina salió de la residencia y caminó hacia la cafetería del campus. El aire fresco de la mañana le despejó la mente y la llenó de determinación. Al llegar, encontró a Jade sentada en una esquina, con su guitarra descansando a su lado y un café en la mano. Caroline llegó poco después, con su cuaderno de psicología bajo el brazo y una expresión de curiosidad en su rostro.
—Buenos días, chicas —saludó Katherina, sentándose a la mesa.
—Buenos días —respondieron Jade y Caroline casi al unísono.
—He estado pensando en lo que dijimos anoche —comenzó Katherina—. Tenemos que ser metódicas y cuidadosas en nuestra investigación. Empecemos por recopilar toda la información disponible sobre las desapariciones.
—Podemos revisar los archivos de la biblioteca —sugirió Jade—. Seguro que hay artículos y notas de prensa que pueden darnos pistas.
—Y yo puedo hablar con algunos de mis profesores de psicología —añadió Caroline—. Tal vez puedan darnos una idea del perfil del secuestrador.
Con el plan trazado, las tres amigas se dirigieron a la biblioteca. Pasaron varias horas revisando periódicos, artículos y cualquier información relevante que pudieran encontrar. La mayoría de las desapariciones parecían no tener un patrón claro, pero Katherina notó algo curioso: todas las víctimas habían sido vistas por última vez cerca de ciertos puntos del campus, incluidos la biblioteca y el edificio de artes.
—Miren esto —dijo Katherina, señalando un mapa del campus en el que había marcado las ubicaciones de las desapariciones—. Todos los puntos están cerca de lugares que visitamos con frecuencia.
—Eso es inquietante —comentó Jade, mirando el mapa con preocupación.
—Definitivamente es un patrón —dijo Caroline, tomando notas—. Podríamos estar en peligro si seguimos estos pasos.
A medida que la tarde avanzaba, Katherina se sintió más inquieta. Necesitaba hablar con Axel y Hudson, averiguar más sobre ellos y sus posibles conexiones con los eventos. Decidió que esa noche se acercaría a su casa, utilizando la excusa de devolver un libro que supuestamente había tomado prestado de Axel.
Al anochecer, Katherina se dirigió hacia la casa de los hermanos. El corazón le latía con fuerza mientras se acercaba a la puerta. Tomó una profunda respiración y llamó suavemente. Hudson abrió la puerta, con su sonrisa traviesa habitual.
—Katherina, ¿qué sorpresa? —dijo Hudson, invitándola a entrar con un gesto—. ¿Qué te trae por aquí?
—Solo vine a devolver este libro —dijo Katherina, mostrando el volumen—. Lo tomé prestado de Axel y pensé que era hora de devolverlo.
—Axel no está ahora mismo, pero puedes dejarlo aquí —dijo Hudson, cerrando la puerta detrás de ella—. ¿Te gustaría quedarte un rato? Puedo ofrecerte algo de beber.
Katherina dudó por un momento, pero su curiosidad ganó.
—Claro, me quedo un rato —respondió, siguiendo a Hudson hacia la sala de estar.
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Obsesiones peligrosas
Mistero / ThrillerEn el idílico campus del Trinity College en Dublín, la tranquilidad de Katherina, Jade y Caroline se ve interrumpida por una serie de desapariciones inquietantes. Mientras Katherina se ve atrapada entre la fascinación y la repulsión hacia dos enigmá...