C A P I T U L O. 14

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Sentado sobre el pulcro piso y su espalda recargada contra el sofá, podía sentir como un pequeño par de manitas y sus diez deditos se colaban entre las hebras de su cabello haciendo de las suya con peinados que seguramente resultarían extravagantes, mientras que sobre su rostro otro par de manitas hacían trazos con todo aquello que pertenecía al set de maquillaje para niñas. Tal vez, para cualquier hombre sería una verdadera tortura dejar que sus pequeñas hicieran ese tipo de actividades con ellos, pero Jungkook se sentía el padre más afortunado de tener a dos pequeñas que adoraran jugar y poner sus habilidades recreativas en acciones con él.

Sin duda alguna era un hombre afortunado.

—Papá, no te muevas.—dijo Chaewon entre risas sin dejar de pasar la pequeña brocha por la nariz de Jungkook.

—Pero es que me da cosquillas, Wonnie.—protestó con un falso mohín.

La pequeña solo formuló un pequeño sonido de desaprobación, a lo que Jungkook sonrió con levedad.

—Está bien. Ya no me voy a mover más.

Satisfecha con esa respuesta, Chaewon continuó con su ardua labor de maquillar a su papá koo, para dejarlo lindo.

—¿Papá de color quiere tus ligas?—Eunchae cuestionó desde su lugar.

—Negras.—Jungkook respondió.

—Negras no. Otro color.

Ciertamente, JungKook sabía qué respuesta era la que su pequeña estaba buscando, pero nunca estaba de más jugar un poco con ellas.

—Mmm, entonces azules.

—Azules tampoco. Solo puedes escoger rosadas o moradas.

JungKook sonrió con levedad.

—Entonces que sean de esos dos colores, ¿Se puede?—la pequeña pareció pensarlo un poco antes de gesticular un sonido afirmativo.

Sin la necesidad de agregar algo más, JungKook permitió que sus pequeñas continuarán haciendo de la suya con él. Y fueron largos y divertidos minutos en los que las gemelas disfrutaron de peinar y maquillar a su padre kook, hasta que el juego tuvo que llegar a su fin, porque los tres fueron llamados a almorzar. Con cierta renuencia, los tres atendieron el llamado, para lavar sus manos y seguidamente disponerse a disfrutar el rico y saludable almuerzo que Jimin había preparado ese día.

—Realmente te ves guapo con ese maquillaje y peinado.—Jimin murmuró con cierta sorna en su tono de voz hacia su novio, quien le dedicó una mala mirada.—Ese azul metálico con ese verde moretón en tus párpados, hace que resalte tu mirada. ¡Y vaya! Ese rosa fucsia le da mucha vida a tus mejillas.

—¡Verdad que si, papi!—Chaewon dijo desde su lugar en la mesa.—Deje a papá koo muy guapo. La tía Ji me enseñó a maquillar ayer.

Jimin tuvo que contener la carcajada que quería brotar de su boca. Si esa había sido la forma en la que Jiyeon le había enseñado a maquillar a su pequeña, no quería imaginar lo que los clientes de esta tenían que sufrir después de cada maquillaje.

—¡Oh sí! ¡Has dejado a tu papá muy guapo!—Jimin dijo con sarcasmo.—Y ese peinado no se queda atrás. Realmente has hecho un buen trabajo con el pelo de papá, Chaennie.—la pequeña mencionada sonrió mientras bebía de su jugo de frutas.—Le has dejado un bonito nido de pájaro.—eso último fue dijo de manera que solo él y JungKook pudieran escucharlo. 

JungKook se limitó a tragar el bocado que había en su boca, para hablar.

—Tú solo estás envidioso, porque nuestras hijas no te dejan bonito con sus habilidades de maquillaje y peinado.—JungKook dijo con una sonrisa cargada de orgullo.—Ahora come, porque no hablo con envidiosos.

Daddy of twins ; Kookmin ©︎Donde viven las historias. Descúbrelo ahora