C A P I T U L O. 5

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Martes por la tarde y por las paredes del departamento resonaban la típica canción de una divertida y animada película infantil, la cual estaba siendo de ayuda para entretener al par de gemelas, mientras que su progenitor se encontraba realizando un informe médico que la junta directiva del hospital le había solicitado para dentro de dos días. Y para ser sincero su día libre resultó ser lo suficientemente tranquilo.

Las pequeñas rara vez lo molestaban y para cuando lo hacían era por cosas necesarias, como cuando tenían hambre o la película que habían estado viendo terminaba y gustaban ver otras. Y debía aceptar que sus hijas no eran de los típicos niños molestos o traviesos, para su suerte eran todo lo contrario a ello y lo agradecía en demasía.

Soltando un pequeño suspiro, Jimin se removió levemente sobre su lugar, para seguidamente estirar sus contraídos músculos. Había estado casi todo el día sentado frente a su portátil y rodeado de diversas páginas que había utilizado de apoyo. Tras estirar su cuerpo llevó su mirada hacia el sofá donde sus hijas se encontraban y al hacerlo se encontró con que estas se habían quedado dormidas a mitad de la película que se estaba proyectando en la pantalla plana. Inevitablemente una pequeña mueca surcó en su rostro al notar la incómoda posición en la que se encontraban y fue por ello que sin pensarlo demasiado se levantó de su asiento y caminó hasta ellas, para acomodarlas y darles una mejor postura, y apagar el televisor.

Tras asegurarse de que ninguna de sus hijas corría el peligro de caerse del sofá, se encaminó hasta la cocina en busca de un vaso de agua y un bocadillo. Sin embargo, a mitad de su trayecto la puerta principal del departamento se abrió dejando a la vista a un cansado Jungkook. A Jimin le fue imposible contener su sonrisa, pero sobre todo aproximarse hacia éste, para darle un afectuoso recibimiento.

—¿Cómo estuvo tu día?—Jimin preguntó una vez abandonó los labios de su pareja.

—Fue una locura. El caso en el que estoy trabajando se complicó, porque mi cliente creyó muy conveniente ocultar cierto detalle y tuve que tratar de estabilizar la situación.—Jungkook comenzó a relatar un poco de su día mientras seguía a Jimin a la cocina.— Por suerte todo está bajo control y tengo fe de que ganaré el caso. ¿Cómo estuvo tu día?

Jimin no tardó en relatar un poco de lo que había sido su día, el cual a diferencia del de Jungkook no fue la gran cosa, ni mucho menos resultaba ser interesante.

—¿Y las gemelas?—Jungkook preguntó. 

—Están dormidas. Se quedaron dormidas en medio de su doceava película.

Jungkook formó una pequeña mueca. La idea de que las pequeñas hubiesen pasado todo el día frente al televisor no le resultaba algo satisfactorio y mucho menos adecuado para un par de pequeñas. Sin embargo, no podía objetar, porque Jimin no había tenido el tiempo para llevarlas al parque o realizar otra actividad con ellas, y sobre todo porque no era algo que se repetiría, porque dentro de poco ingresarían al jardín. Lo único que hacía falta era mostrarle a Jimin las opciones de los diversos jardines que él mismo había buscado, para que ambos escogieran el que creían que sería la mejor opción.

Tras conversar un poco más, Jungkook se encaminó hasta su habitación en busca de ropa cómoda, pero en el camino se detuvo para observar a las gemelas y asegurarse de que estuvieran dormidas.

Y fue así como las horas pasaron y con ellas las gemelas se despertaron y al ver a Jungkook no tardaron en lanzarse sobre él para contarle las diversas películas que habían visto ese día y sobre todo el pedirle jugar con ellas. Jungkook no tuvo objeción en jugar un rato con las pequeñas, mientras Jimin se encargaba de pedir comida a domicilio ya que ninguno de los mayores tenía el ánimo suficiente para preparar la cena. Y tan solo treinta minutos después el timbre del departamento se hizo sonar.

Daddy of twins ; Kookmin ©︎Donde viven las historias. Descúbrelo ahora