Mi Rival || El Mariana y Plex

05|| No debí.

Unos días después Osvaldo me comenzó a escribir nuevamente y yo le contestaba. No eramos amigos, por lo menos por mi parte no, ya que sabía que si seríamos amigos volvería a sentir aquella extraña sensación y me daba miedo.

---¡Eso es, Daniel!--- gritaba mi entrenador ---¡Has mejorado muchísimo, estás más concentrado!

---Lo sé--- sonreí.

---¡Así es!--- sonrió de vuelta.

Estuve entrenando unas horas hasta que mi entrenador lo dió por finalizado.

---Está bien por hoy--- soltó ---Lo has echo genial, Daniel.

---Gracias--- sonreí y le puse la mano para que la chocara.

---Sigue así--- me choco la mano ---Nos vemos, cuídate.

---Nos vemos--- me despedí.

Empecé a recoger las cosas para irme. Salí del gimnasio y caminé hasta mi casa. Al llegar puse mi móvil a cargar, ya que no tenía batería y me fui a bañar para quitarme el mal olor del sudor.

Cuando salí de bañarme me vestí y agarré mi móvil para ver una notificación de Osvaldo.

Holaa, Daniel.

Holaa.

¿Tienes algo que hacer?

Mmm, no, ¿por qué?

Es por si... querías ir
a algún sitio.

Me quedé unos segundos leyendo el mensaje pensando si debía de decirle que sí o que no.

Iba a decirle que no, pero una parte de mi si tenía muchas ganas de quedar con él y de verlo y de tocarlo y de todo...

Claro, dime la
hora y el lugar.

¿A las ocho
te parece bien?

Sí, está bien.

Podemos ir a dar
un paseo por el parque

Valee, nos vemos.

Hasta después.

La verdad no estaba seguro si era lo correcto, pero no pasaría nada, ¿no?

Estuve editando vídeos para publicarlos en mi canal hasta que vi que eran las 7:45pm.

---Mierda...--- solté.

Me peine un poco, me eche mi perfume y salí de mi casa.

Caminé hasta el parque y lo esperé sentado en un banco hasta que lo vi llegar. Al ver que se acercaba mi corazón empezó a latir con rapidez y las manos me empezaron a sudar ¿Qué mierda me pasaba?

---Hola--- me levanté.

---Hey--- dijo algo tímido.

---¿Estás... mejor?--- le pregunté.

---Sí...--- murmuró y desvió la mirada.

Sabía que me estaba mintiendo por alguna razón. Aún se veía pálido y con bastantes ojeras.

---Me alegra que hayas aceptado--- dijo y comenzó a caminar.