Mi Rival || El Mariana y Plex

Extra parte 1

Habían pasado tres años de ño sucedido y Osvaldo no despertaba, pero no había faltado un solo día que no lo fuera a visitar.

"No va a despertar..."
"Está así por tu culpa..."
"Eres un idiota"

Me repetía constantemente en mi cabeza constantemente desde ese día, estaba muy arrepentido de todo, de absolutamente todo.

Había ido a visitarlo y le llevé un ramo de flores como de costumbre.

Al llegar y entrar a su habitación le cambié las flores antiguas por estas que le traía, después de eso me senté en el pequeño sofá que quedaba al lado de su cama y le agarré la mano fuertemente.

---Osvaldo...--- susurré ---despierta por favor.

Le apreté más fuerte de la mano.

---Osvaldo, se que esto es mi culpa...--- trague saliva ---Estás así por mi culpa.

Agaché la mirada hacía nuestras manos entrelazadas.

---Por favor Osvaldo, despierta aún que sea sin acordarte de nada... solamente despierta--- lo miré a la cara ---No puedo ver al amor de mi vida en este estado.

Derrepente la máquina de los latidos del corazón empezó a ir muy rápido.

---¿Osvaldo?--- me preocupé.

Cada vez iba más y más hasta que las enfermeras entraron a la habitación corriendo.

---¿Qué está pasando?--- pregunté desesperado.

---¡Por favor salga de la habitación!--- exclamó una enfermera.

---¿Pero que está pasando?

---¡Es urgente salga!--- dijo y me salí de la habitación.

---Mierda...

Me senté en la sala de espera esperando algo de información.

Pasó una hora, pasaron dos, pasaron tres... y nadie me venía, hasta que me estaba quedando dormido.

---Familiares de Osvaldo Palacios Flores--- dijo un médico.

---Aquí--- me levanté rápidamente.

---¿Eres su hermano?--- preguntó.

---No, su novio...--- desvíe la mirada.

---Bien, queríamos decirle que Osvaldo esta en perfecto estado, pero debería de dejarlo reposar hasta mañana.

---¿Pero que le pasó?--- pregunté curioso.

---No lo sabemos, fue algo realmente extraño.

---Esta bien, gracias.

---Gracias a usted--- dijo y se fue.

Me quedé unos minutos parado en el sitio. Eso había sido realmente extraño.

---Osvaldo...--- di un pequeño susurró y me fui hacía mi casa.

Al entrar a mi casa cene un sándwich, ya que no tenía mucha hambre, me bañé y me acosté a dormir.

Tenía una sensación extraña en mi cuerpo, pero era algo como ¿felicidad? no lo sé... me sentía realmente extraño, como si Osvaldo podría haber escuchado lo que dije, pero eso es imposible.

***

Pasaron tres semanas y había ido a comprarle flores nuevamente a Osvaldo.

---¿Buscas flores para alguien muchacho?--- dijo la anciana de la tienda.

---Si...--- le sonreí.